sábado, 6 de octubre de 2012

El candidato de la bancocracia

***SNN
 
 
 
 
 

Oswaldo Ávila FigueroaPor: Oswaldo Ávila Figueroa

 
En el sector de la oposición reaccionaria, la ambición de unos, la vanidad de otros y los aferrados a sus privilegios, aun con el aliento y asesoramiento de los medios de comunicación “independientes”, conspiraron contra la postulación del candidato único para enfrentar a Rafael Correa en la contienda presidencial 2013.


No funcionó la tesis de los articulistas alineados en la derecha de integrar una poderosa alianza para derrotar al Gobierno de Alianza PAIS.


La prensa privada, por ese fraccionamiento de la oposición, se desubica y no se decide a definir su apoyo a un candidato confiable, protector de sus intereses.


Sus columnistas, convencidos de la escasa posibilidad de victoria de CREO, se abstienen de formular comentarios sobre el tema, hasta que se clarifique el panorama político-electoral.


Al pueblo ya no se lo puede engañar con paseos gratis, incluidos viáticos y comida.


Acepta oportuno, disfrutar de un día de turismo y, de paso, medio escuchar al representante de la bancocracia en la Quinta D Guillem.


Sus promesas repetidas por otros no convencen, lo que sí trasciende en el país y en provecho de sus escasos seguidores es que se trata de una campaña política millonaria, con la participación de oportunistas que pretenden acumular utilidades como audaces “electoreros” hasta la terminación del proceso presidencial.


Se ha retornado a la era de la partidocracia, acostumbrada a organizar circos, bailes grotescos en las tarimas, repartir emparedados y hasta dólares para asegurar una nutrida concurrencia.


Y para completar el espectáculo, se contrataba a reporteros y editores de los medios de comunicación comerciales para dimensionar las actividades del candidato seleccionado, e incluso como agoreros, vaticinar un supuesto triunfo electoral.


A través del tiempo, los ecuatorianos, por los desatinos de los gobernantes y el advenimiento del Socialismo Siglo XXI, con su máximo líder, Rafael Correa Delgado, aprendieron a identificar a sus enemigos, a sus aliados y a comprender que llegó la hora del cambio e inauguración de la justicia social.


La competencia fortalece la democracia, pero con la participación de personas, de pasado limpio, capaces, humanitarias y decididas a servir a la patria y de preferencia a los sectores sociales preteridos.


La derecha obsoleta vinculada con la banca usurera se opone al nuevo orden socioeconómico que ha diseñado el régimen de la Revolución Ciudadana.


Jamás garantiza mejorar las condiciones de vida de los más pobres de este país, CREO acelera su paso insinuante en busca del apoyo de la prensa comercial. En el trajín del tiempo, según el desenlace del proceso electoral, tendrá una respuesta categórica.


Se avizora un duro pugilato entre oposición con todo su poder y el líder del Socialismo Siglo XXI. Correa como conductor del gran cambio social, ya en marcha con resultados halagadores; y de otro lado, la derecha usufructuaria que solo se preocupa por recuperar su hegemonía para continuar explotando a los sectores sociales más débiles.





Fuente: EL TELÉGRAFO*


 

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