viernes, 7 de septiembre de 2012

TENGAN CUIDADO ¡Bella, pero peligrosa!

***SNN







Habría contactado a su víctima en la terminal terrestre, donde labora como guardia de seguridad. Lo llevó a una vivienda, donde empezó su pesadilla.


Una hermosa joven y de escultural figura irrumpió la tranquilidad de la Fiscalía adjunta a la Policía Judicial del Guayas, aproximadamente a las 23:00.

Jéssica Cristina Bazantes Herrera, de 23 años, fue detenida la noche del pasado miércoles como sospechosa en el plagio de Carlos Morán, guardia de seguridad que labora en la terminal terrestre de Guayaquil.

Cerca de ella se ubicó el afectado, quien al parecer ingenuamente cayó preso del encanto de la jovencita, quien lo habría envuelto con su tierno rostro.

Según el denunciante, el 4 de septiembre (martes) conoció, en su puesto de trabajo, a Jéssica Bazantes, con quien entabló una amena conversación.

Luego de varios minutos de conocerla, ella lo invitó para que asista, al otro día (mié-rcoles), a una fiesta de cumpleaños en Bastión Popular, supuestamente en casa de su mamá.

Bazantes habría acordado en recoger al guardia en el mismo lugar al término de sus labores.
 

Y efectivamente la chica llegó a verlo en la noche en un carro Chevrolet Corsa gris, placa GMK-995, y lo llevó al bloque 2 de Bastión Popular.

Para sorpresa del invitado, cuando ingresó a la desconocida casa se encontró cara a cara con un sujeto, con quien días antes mantuvo un altercado en la terminal terrestre porque lo acusó de haberle rayado el carro cuando estaba aparcado en el estacionamiento de transportes.

Este tipo, a quien luego se identificó como César Andrés Barreto Murillo, supuesto enamorado de Bazantes, estaba acompañado de dos individuos más.

Según la denuncia presentada por Morán, los tres tipos “me agredieron brutalmente, me hacían fumar a la fuerza y decían que me matarían. Y el sujeto con quien discutí el sábado me culpa de haberle rayado el carro y amenazaba que me mataría y que también le haría daño a mi familia”.

En el parte policial consta que cuando llegó el celador a la casa en Bastión Popular, Murillo sacó una pistola y lo amenazó de muerte y lo golpeó.

Al parecer los golpes que recibió Morán los escuchó el vecindario, que alarmado llamó a la Policía para que indague lo que ocurría dentro de esa vivienda.

Los agentes llegaron cerca de las 21:00 y encontraron dos carros estacionados en la misteriosa casa: uno era un Gran Vitara gris, placa GSD-6987, y otro el Corsa gris, placa GMK-995.

Los uniformados tocaron la puerta y salió al llamado César Barreto Murillo, a quien los policías le solicitaron la documentación de los vehículos. Pero este les contestó que estaban adentro y fue supuestamente por ellos.

Los agentes esperaron por aproximadamente 15 minutos y como nunca apareció Barreto, nuevamente golpearon la puerta y quien apareció fue una joven que se identificó como Stefanía Herrera Navas.
 

La muchacha explicó a los uniformados que mantuvo una discusión con su enamorado César Barreto Murillo y que se marchaba del lugar.

Los agentes no la dejaron ir y más bien le solicitaron información sobre el hecho que denunciaron los vecinos, pero ella se negó a brindar su versión.

Al mismo tiempo también le pidieron su cédula, donde se comprobó su verdadera identidad.

Ante la situación misteriosa, los policías ingresaron y al realizar el registro del inmueble descubrieron en el piso del baño a Carlos Morán, a quien encontraron en estado de semi inconsciencia.


Barreto Murillo fugó por la parte posterior de la casa.

La víctima fue rescatada y Bazantes trasladada a la Policía Judicial, pues el agredido la señaló en su denuncia como cómplice de los sujetos que lo quisieron supuestamente asesinar.



Con la boca abierta

Jéssica Bazantes dejó a más de uno con la boca abierta cuando se hizo presente con una diminuta pantaloneta que permitía ver sus pronunciadas caderas.

Sus grandes ojos, labios finos delineados y cabello planchado no pasaron desapercibidos. A pesar de las esposas que poseía, mostró garbo y donaire al caminar.

En la audiencia de flagrancia que se desarrolló antes del mediodía de ayer, la sospechosa negó conocer al denunciante.


Añadió que trabaja como comerciante en el sector de la Bahía y que además vende productos naturales. Al final, el juez de turno le ordenó la prisión preventiva.    


Hallan municiones


Como evidencias los policías encontraron dentro de la casa una serie de objetos como un chaleco azul con letras blancas, que dicen Policía Judicial.



También constan 28 cartuchos calibre 9 milímetros de color bronce, 16 cartuchos calibre 9 milímetros color plateado, los dos vehículos, 3 relojes, billetes de diferentes países, entre otras cosas.




Fuente: EXTRA*


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