Los conflictos de La Concordia son antiguos y pasan por disputas políticas, intereses electorales y una larga lista de exigencias pendientes. La inseguridad marca la vida en el cantón esmeraldeño.
Las distintas visiones sobre la pertenencia de La Concordia intentarán ser resueltas hoy en las urnas. El cantón, creado en 2007, tiene 28 000 habitantes urbanos y 14 000 rurales. 29 000 están habilitados para sufragar. Sus habitantes tienen, desde la visión antropológica, una identidad flexible que se explica por ser una localidad habitada especialmente por migrantes de otras partes del país.
Históricamente, el cantón guarda estrecha relación con las provincias de Esmeraldas, Pichincha y Manabí y ahora, desde su reciente creación, con la de Santo Domingo de los Táschilas.
En la arena política electoral distintas tiendas han pugnado por la hegemonía: CFP, el PRE, el MPD y ahora Alianza País. La decisión podría aumentar incluso un legislador a la Asamblea.
Un problema de fondo es la presencia creciente del crimen organizado. Se tiene a La Concordia como zona caliente y la seguridad preocupa a sus habitantes.
La obra pública deja mucho que desear y el agua potable que apenas llega a una minoría es una de las deudas pendientes en pleno siglo XXI que acarrea graves problemas de insalubridad.
La tensión política, la tradicional violencia de otros procesos electorales, hacen que el comicio de hoy implique riesgo. Las autoridades han previsto la posibilidad de instalar un estado de excepción si se presentan desmanes. Hay una dotación de 1 500 uniformados armados de policías y militares. El país espera que con la decisión popular se cierren las heridas pasadas.
Históricamente, el cantón guarda estrecha relación con las provincias de Esmeraldas, Pichincha y Manabí y ahora, desde su reciente creación, con la de Santo Domingo de los Táschilas.
En la arena política electoral distintas tiendas han pugnado por la hegemonía: CFP, el PRE, el MPD y ahora Alianza País. La decisión podría aumentar incluso un legislador a la Asamblea.
Un problema de fondo es la presencia creciente del crimen organizado. Se tiene a La Concordia como zona caliente y la seguridad preocupa a sus habitantes.
La obra pública deja mucho que desear y el agua potable que apenas llega a una minoría es una de las deudas pendientes en pleno siglo XXI que acarrea graves problemas de insalubridad.
La tensión política, la tradicional violencia de otros procesos electorales, hacen que el comicio de hoy implique riesgo. Las autoridades han previsto la posibilidad de instalar un estado de excepción si se presentan desmanes. Hay una dotación de 1 500 uniformados armados de policías y militares. El país espera que con la decisión popular se cierren las heridas pasadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario