lunes, 20 de febrero de 2012

Nuevos deslaves en zona donde el sábado una avalancha mató a 3

***SNN


 
 

BALSAS, El Oro.Entre deslaves quedaron vehículos atrapados. Ayer, maquinaria limpió algunos aludes pero aún están 50 carros.
 
 
Un gran tramo de las vías que unen a Loja con El Oro es ahora una zona de desastre. En trayectos de unos 60 km hay al menos 30 deslaves. Uno de ellos, registrado el sábado, taponó a cinco carros y dejó un saldo de tres muertos y una decena de heridos leves, en el sitio San José, del cantón Balsas (El Oro).

Ayer se presentó un nuevo deslave en la zona, a unos 200 metros del sector donde fallecieron las tres personas. Se desprendió unos 350 metros de la montaña y cubrió casi cien metros de la carretera Loja-Machala, en el tramo Río Pindo-Balsas. Unos 50 automotores están atrapados y en peligro constante, entre los casi 20 aludes, producto de las intensas lluvias, que se extienden en todo el país y que ayer, en Quito, incluso se manifestó con una fuerte granizada.

Al anochecer del sábado finalizó el rescate de los cuerpos atrapados en el lodo, en San José. Murieron por los severos golpes y traumatismos, según el fiscal de Balsas, Javier Manzanillas, quien hizo el levantamiento de los cadáveres.

Las víctimas son José Patricio Sánchez Pasaca, de 51 años; Jessenia del Carmen Feijoó, de 33, y Ermindo Landí Paute, de 38. Landí Paute, oriundo de Catamayo (Loja), era conductor de un camión que transportaba productos comestibles desde Loja a Machala y fue arrastrado por la avalancha. Su cuerpo fue el primero en ser localizado, al mediodía del sábado.

Testigos dijeron que eran más de tres los sepultados por el lodo, por eso la búsqueda se prolongó hasta ayer en la tarde. Las tareas se intensificaron con voluntarios y maquinaria. El sábado a las 16:30 se encontró el cuerpo de José Sánchez, a unos diez metros bajo el lodo. El hombre viajaba con su esposa y dos de sus hijos con destino a Salinas, desde su natal Loja.

Más tarde apareció el cuerpo de Jessenia Feijoó. A poca distancia se halló su cartera. Ella regresaba caminando con su hermana al sitio Guerra, del cantón Balsas, donde vivían.

Los sobrevivientes relataban ayer los instantes de desesperación. “No se pudo hacer nada, al ver que se vino el segundo deslave, la gente corrió”, dijo un hombre que no se identificó.

Tania Sánchez, hija de José Sánchez, una de las víctimas, rescatada con golpes y heridas por un grupo de personas. “Estaba corriendo para salir del lugar pero el lodo me atrapó, mi papá no pudo salir”, se lamentaba, y lloraba. Otras personas también recibieron ayuda y estaban afectadas.

El alcalde de Balsas, Silverio Maldonado, dijo que espera ayuda del Gobierno para la rehabilitación de la principal vía que comunica a las provincias de El Oro con Loja. El Comité de Operaciones Emergentes (COE) del cantón Balsas declaró el sábado el estado de emergencia territorial para activar las ayudas y obras por el invierno. Además, la ciudad no tiene agua por la rotura de tuberías de la red de agua potable.

Pero los deslaves afectan principalmente a los lojanos, que prácticamente están incomunicados con la provincia de El Oro. Una decena de tanqueros que abastecen de combustible a Loja seguían hasta ayer en la zona de los deslaves.

Trasbordos

Cientos de personas, para evitar viajes por Azuay, optaron ayer por los trasbordos. Lo hacían caminando en algunos tramos, en otros tomaban camionetas que cobraban un dólar por pequeños recorridos. Lo más difícil para ellos era cruzar por los deslaves.

El que presentaba mayor dificultad era el de ayer, que se deslizó sobre una vivienda cercana y que quedó destruida parcialmente. Sus habitantes salieron a tiempo.

“Por lo menos son unos 200 metros de vía que ha colapsado y las tareas de limpieza de escombros tardarán unos cinco días”, dijo Marco Reinoso, coordinador de la Secretaría de Riesgos de El Oro, al referirse al desprendimiento de ayer.

La Secretaría de Riesgos reportó que otras vías como la Pasaje-Chilla y Uzhcurrumi- Abanin también están interrumpidas por deslizamientos.

Desaparecidos

Las lluvias en la parte alta de El Oro ocasionan más desgracias. Un padre y su hija fueron arrastrados la tarde del sábado por la creciente del río Casacay, cuando se bañaban en el balneario La Cocha, en la parte alta de Pasaje. Desde esa tarde se organizó un operativo de búsqueda y ayer al mediodía los equipos del Cuerpo de Bomberos de Pasaje hallaron el cuerpo del padre de familia. La hija, menor de edad, seguía desaparecida hasta ayer en la tarde.

Agua potable

En las orillas del río Casacay está ubicada la planta de captación de agua potable de los cantones orenses Machala, Pasaje y El Guabo, que el viernes se vio afectada por una creciente, lo que dejó sin servicio a casi 250 mil habitantes. Según la empresa Tripleoro, proveedora de agua, las reparaciones deben concluir entre hoy y mañana.


Fuente: EL UNIVERSO*


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