domingo, 9 de enero de 2011

Rafael Correa: “En Ecuador hay criminales que quieren recuperar el poder”

***SNN

por ANDES


Tres meses y medio después de una tentativa de golpe de Estado, el presidente de Ecuador Rafael Correa aún se siente amenazado por “facciones criminales que no se detendrán ante nada para intentar recuperar el poder” y afirma que la reconciliación con Colombia tardó porque “en el gobierno de Uribe no había seriedad ni honestidad”.


Durante una entrevista en francés para el programa dominical “Internationales” que realizan conjuntamente Radio Francia Internacional, TV5 Monde y el diario Le Monde, Rafael Correa analiza el levantamiento policial de septiembre, reitera su llamado a las FARC para que dejen las armas, habla de los principios que comparte con sus homólogos Hugo Chávez de Venezuela y Evo Morales de Bolivia, afirma que “Obama es una buena persona pero no ha sabido cambiar gran cosa” y advierte que se opondría “con todas sus fuerzas” a la legalización del aborto en su país porque en cuestiones de moral es “muy conservador”.


Por último, el presidente ecuatoriano admite que su gobierno no ha recibido la respuesta que esperaba de parte de los países desarrollados para renunciar a la explotación de petróleo en el parque Yasuní y advierte que en diciembre de 2011 Ecuador decidirá si empieza a extraer el crudo de esa reserva natural. Estos son extractos de la entrevista realizada por Frédérique Misslin de RFI, Marie Delcas de Le Monde y Xavier Lambrecht de TV5.


El golpe de Estado


P: ¿Tres meses después, confirma usted que los acontecimientos de septiembre fueron un intento de golpe de estado? ¿Tiene pruebas de que fue así?


Rafael Correa: “Por supuesto. Las investigaciones confirman que fue un intento de golpe de Estado. Utilizaron un descontento de la policía originado por mala información porque los policías protestaban por una ley que es buena para ellos y para el país y ahora lo reconocen. Pero en ese momento ni siquiera la habían leído y fueron manipulados por sectores políticos que buscaban desestabilizar al gobierno. Gracias a Dios ese día yo estaba allí y mi presencia trastornó los planes de los conspiradores”.


P: ¿Y está seguro de que la oposición parlamentaria estaba detrás de ese intento de golpe de Estado?


R.C: “Sí. ¡Hasta habían empezado a festejarlo! Tenemos las filmaciones. Se reunieron en un hotel de Quito y pidieron whisky para celebrar que el presidente había sido detenido. Es seguro que hubo conspiración. Pero quizás los policías o por lo menos muchos de ellos no lo sabían porque fueron manipulados”.


P: Algunos lo acusaron de imprudencia por haber ido a ver a los policías huelguistas y haberle echado leña al fuego…


R.C. “Y otros piensan que gracias a eso se pudo detener el golpe de Estado. Porque no esperaban que el presidente en persona fuera hasta el cuartel de policía donde estaba el problema. Ese es mi estilo. Siempre hago lo mismo: voy personalmente a tratar de resolver los problemas. Lo hice con los policías pero también con los indígenas, con los obreros, con los militares… Iba a explicar personalmente a los policías la nueva ley porque lo que yo sabía es que estaban en huelga a causa de esa ley.”


P: ¿Quién estaba detrás de la manipulación de la que usted habla?


R.C. “Partidos de oposición como el de Lucio Gutiérrez que tienen sangre en las manos porque debido a su ambición de poder provocaron muertos y heridos. Ellos incitaron a los policías a insubordinarse, los manipularon y estaban al acecho. Si el gobierno caía, ellos pretendían tomar el poder. Pero fallaron y por eso ahora dicen que no fue intento de golpe sino una simple protesta policial”.


P: Casi tres meses y medio después, ¿se siente todavía amenazado?


R.C. “Por supuesto que hay amenazas. El 30 de septiembre nos mostró que hay personas muy perversas, capaces de llegar a extremos increíbles. Mataron gente, dispararon contra ciudadanos desarmados y mostraron que todavía en la política ecuatoriana hay facciones criminales que no se detendrán ante nada para intentar recuperar el poder.”


Chávez, Evo y los otros


P: Usted llegó al poder en 2007 con un proyecto de “revolución ciudadana”, es decir que la economía y lo social están en el centro de su política. Usted como economista de formación, ¿diría que la economía liberal y el capitalismo no son la solución de la crisis actual sino más bien el problema?


R.C. “El problema hoy de Francia y de Europa es que el capital domina a los ciudadanos, que los mercados dominan a las sociedades humanas cuando debería ser a la inversa: las sociedades humanas deberían dominar los mercados. Ese es el desafío en Ecuador y estamos ganándolo. Estamos resolviendo los problemas.”


P: Cuando decidió anular 40% de la deuda externa de Ecuador y renegoció los contratos petroleros, ¿estaba haciendo una política nacionalista, soberanista o socialista?


R.C. “Las tres. Porque cuando las transnacionales del petróleo sacaban 100 barriles, en el país solo quedaban 18 barriles. ¿Le parece aceptable que la mayor parte del presupuesto del Estado se dedicara a pagar la deuda que ya había sido pagada como 8 veces y que siempre las renegociaciones fueran a favor de los banqueros y del sector financiero? Eso es inaceptable y decidimos cambiarlo. Es una política nacionalista, soberanista, socialista y lógica”.


P: A menudo su revolución es comparada en la prensa internacional con la revolución bolivariana de Hugo Chávez. ¿Cuál es la originalidad de su modelo?


R.C. “Soy muy amigo de Hugo Chávez, de Evo Morales, de Lula da Silva, de Cristina Fernández de Kirchner, de Sebastián Piñera, de Juan Manuel Santos, de Alan García y tenemos claro que cada país tiene su propia realidad y que podemos compartir principios pero sabiendo que cada país es diferente. Por lo tanto debemos buscar nuestras propias respuestas. Con algunos de ellos compartimos la misma ideología, los mismos principios en cuanto a la supremacía del ser humano sobre el capital, a la necesidad de acciones colectivas. Pero sabiendo que los problemas de Ecuador no son los mismos que los de Venezuela o de Brasil.”


P: La revolución ciudadana se acompaña de un refuerzo del poder presidencial en Ecuador y también en los países vecinos. ¿Es el único medio de estabilizar los países?


R.C. “Eso no es del todo cierto. El problema es que aquí se ha confundido democracia con anarquía. Había ausencia de autoridad. Ahora la hay. (….) Hay liderazgo, hay un estado de derecho. La oposición habla de autoritarismo pero eso no es verdad”.


P: ¿Cuál es la diferencia entre Hugo Chávez y Rafael Correa?


R.C. “Creo que hay muchas diferencias y muchas coincidencias. Admiro a Hugo Chávez, lo estimo. Empezó sólo en 1998 a luchar por la transformación de Venezuela. Es fácil criticar pero recuerden que durante 60 años Venezuela fue el primer productor de petróleo del mundo y ¿a dónde fue a parar ese petróleo? La oligarquía venezolana se quedó con todo y se instaló en Miami. Pero tenemos también diferencias.”


Uribe y las FARC


P: Ecuador restableció recientemente las relaciones diplomáticas con Colombia que estaban rotas desde 2008. La causa de la ruptura fueron las FARC. ¿Cuáles son hoy las relaciones entre Ecuador y las FARC?


R.C. “En toda mi vida nunca he conocido a alguien de las FARC. Ha habido políticos de oposición que se han reunido con gente de las FARC. Yo nunca. Eso fue una injusticia terrible para justificar el bombardeo de marzo 2008. Es como si España bombardeara a Francia porque hay miembros de ETA que se esconden en Francia. Por eso rompimos relaciones y con el gobierno de Uribe era muy difícil porque no había seriedad, cambiaba todo el tiempo de opinión, no había honestidad. Con el gobierno de Juan Manuel Santos las cosas cambiaron y por eso hemos podido restablecer relaciones diplomáticas.”


P: Juan Manuel Santos era el ministro de Defensa en el momento del bombardeo y por esa razón tenía una orden de captura en Ecuador que ya se levantó. ¿Significa que todo está perdonado y olvidado?


R.C. “Nunca olvidaremos pero miramos hacia el futuro. Cuando Santos era ministro de Defensa yo tenía muy mala imagen de él pero muchos amigos me dijeron que me equivocaba, que era una persona transparente y de palabra y es verdad. Es serio y todo lo que ha dicho lo ha cumplido.”


P: ¿Por qué con Uribe no fue posible restablecer relaciones?


R.C. “Uribe nos pidió perdón tres veces pero seguía diciendo por todas partes que éramos cómplices de las FARC y hacía propaganda contra Ecuador. No era posible tener acuerdos serios y duraderos con el presidente Uribe.”


P: ¿Pediría a las FARC que dejen las armas?


R.C. “Lo hemos hecho mil veces. El problema de las FARC no es solo de Colombia. Es también de Ecuador. Gastamos millones y millones de dólares para vigilar la frontera norte. Dólares que necesitamos para la educación y la salud del pueblo ecuatoriano. Nosotros también somos víctimas de ese problema. Tenemos policías y militares muertos. Miles de veces les hemos pedido que dejen las armas, que cesen la guerra civil y salgan a resolver el problema políticamente como ya lo hicieron otros grupos irregulares colombianos. El mensaje es buscar una solución rápida al problema y Ecuador desearía que fuera una solución pacífica porque es un problema para toda la región”.


P: ¿Entonces ahora Ecuador va a colaborar con el gobierno colombiano?


R.C. “Siempre hemos colaborado. Lo que pasó en 2008 fue político. Uribe quería la cabeza de Raúl Reyes. Si nos hubiera dicho que había un campamento de las FARC en tal lugar, nosotros habríamos actuado porque jamás aceptaríamos tener una fuerza extranjera en nuestro suelo. Pero Uribe quería un trofeo político.”


Estados Unidos: socio o adversario


P: Hay inquietud por el surgimiento de nuevos circuitos de la droga a través del Pacífico, tras su decisión de suspender la base estadounidense de Manta…


R.C. “No veo la relación entre la base de Manta en nuestro territorio y la lucha contra el narcotráfico. Cuando vinieron los estadounidenses empezamos a tener graves problemas de droga en Manta… Nunca vamos a aceptar y la nueva Constitución prohíbe la presencia de soldados extranjeros en nuestro territorio. Además Ecuador es tal vez el país más eficaz de América Latina en la lucha contra la droga. Es el único país de la región andina que no tiene cultivos de droga y nuestra policía es muy buena para capturar a los narcotraficantes. Pero ése es un problema mundial. Y poner fin a una base extranjera no tiene nada que ver con nuestra decisión de luchar contra las drogas”.


P: En cuanto a Estados Unidos, ¿lo ve como adversario o como socio? Porque en América Latina se habla a menudo del “imperialismo” estadounidense…


R.C. “El calificativo lo tienen bien merecido. (…) Una cosa es el pueblo de Estados Unidos y otra la política exterior. Sobre todo bajo Bush. Manipulaciones, intervenciones… Y eso sigue un poco. Creo que Obama es una buena persona pero no ha sabido cambiar las cosas. Siguen pensando que los gobiernos amigos son buenos y los gobiernos enemigos son malos. Entonces Chávez, Morales, Correa que no somos dóciles, somos los malos.”


P: ¿No sintió un cambio de tono con la llegada de Obama?


R.C. “Sí, lo sentimos. Pero las estructuras siguen iguales, las operaciones de la CIA siguen iguales, siguen los mismos grupos de poder y la política sigue igual. Tengo confianza en el presidente Obama pero no ha sabido cambiar gran cosa. En todo caso no somos antiamericanos y consideramos que Estados Unidos es un socio muy importante para Ecuador.”


Progresista y conservador


P: ¿Cuál es su posición frente a temas de sociedad como la legalización del aborto y el matrimonio homosexual?


R.C. “Yo soy progresista en economía y en cuestiones sociales pero como practicante no puedo aceptar el aborto ni el matrimonio entre personas del mismo sexo. En el terreno moral soy muy conservador porque soy católico practicante.”


P: ¿Y si el Parlamento aprobara una ley en tal sentido, usted se opondría?


R.C. “En relación con el aborto, sí. Me opondría con todas mis fuerzas”.


Yasuní ITT: ¿un fracaso?


P: Usted propuso no explotar un yacimiento de petróleo situado en el parque nacional de Yasuní y pidió a la comunidad internacional financiar la mitad de que lo que Ecuador recibiría por ese petróleo. ¿Por ahora esa iniciativa es un fracaso?


R.C. “Sí. Hicimos muchos esfuerzos y teníamos mucha esperanza. El principal sacrificio era para nosotros porque significa renunciar a siete mil millones de dólares. Pero no hemos tenido la respuesta que esperábamos. Es una buena iniciativa. Se trata de cambiar la lógica a nivel de políticas ambientales y energéticas. Pero hay relaciones de poder, de fuerza. ¿Quiénes son los que más contaminan: los pobres o los ricos? Si fueran los pobres ya nos habrían invadido para pedir compensaciones! Pero son los poderosos y hablan mucho pero al final no hay hechos concretos”.


P: La comunidad internacional reclama garantías a cambio…


R.C. “Las garantías está ahí: un fideicomiso gerenciado por Naciones Unidas. Se trata de excusas. Entonces, si eso no es posible, vamos a extraer ese petróleo y lo hará Petroecuador. En diciembre de 2011 tomaremos una decisión”.

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