domingo, 16 de enero de 2011

Pesca de dorado comienza con un mar todavía frío

***SNN

EL TELÉGRAFO
La pesca del dorado comienza en diciembre, pero este año se retrasó por el enfriamiento del océano, que ahora registra hasta 26 grados centígrados, cuando en este mes debería ser más cálido para que se faenen peces de mayor tamaño. FOTO: MIGUEL CASTRO / El Telégrafo


"El 20% de la flota pesquera de Ecuador se dedica a la pesca del dorado a inicios de año".


El estruendo de una maqueta de hielo, de dos metros cuadrados, que cae al piso y se parte en cinco pedazos, detiene por un segundo el frenético ajetreo que se vive la mañana del jueves en la caleta pesquera más grande de Ecuador, Santa Rosa, ubicada en el cantón Salinas, provincia de Santa Elena.


Es de mañana y miles de pescadores, comerciantes, gaveteros (cargadores de gavetas) y compradores, se abren espacio, a empellones, en la Bahía de la comuna costera.


Son las 09:20 y a escasos 10 metros de la costa se ve a decenas de pangas doraderas desembarcar en pequeñas canoas la carga. Las embarcaciones más pequeñas son los taxis que cobran entre tres y cinco dólares, según el peso, por llevar el pescado a la costa de Santa Rosa.


Una edificación de dos pisos, estratégicamente ubicada al filo costero de la comuna, es la Bahía de Santa Rosa. El lugar es el muelle a donde llegan decenas de taxis con la carga. En el sitio, cientos de personas, algo inquietas, tratan de colocarse al pie del desembarcadero para ver la mercadería y estar presentes cuando se grite el peso del pescado.


Todo importa: el peso, la especie y el tamaño, porque ello, obviamente, es determinante a la hora de obtener los filetes.


Un cargamento de dorado arriba primero. Los pescados, de hasta 40 centímetros de largo, en menos de un minuto son pesados y colocados en unas pequeñas piscinas con hielo, mientras se subastan.


El mejor postor grita su oferta y se lleva el cargamento, en cuestión de minutos, mientras se prepara la siguiente oferta. Los gaveteros sacan el producto vendido y otro equipo de cargadores coloca el pescado que se acaba de desembarcar.


El dorado intenso de este pescado llama la atención de una decena de citadinos que miran con asombro el frenético ritmo de la subasta del producto.


Los foráneos no están acostumbrados a ver un pez con ese inusual brillo. Pero las miradas se desvían, por unos minutos, del cargamento de dorado hacia un gigante pez, de cinco metros de largo y 365 libras de peso, que es desembarcado con gran dificultad.


Se trata de un pez espada que ha sido capturado por una panga y que en poco tiempo es vendido.


“Ese pescado es chico, porque los hay más grandes de ese tipo. Ahora se lo llevan para exportarlo”, comenta Ángel Estuardo Tuárez, pescador desde siempre, mientras mira con naturalidad al gran animal marino.


Los cargamentos de dorado no paran de desembarcar en Santa Rosa. Los hay de todos los tamaños. Enseguida llega otro con peces de ese tipo, pero que apenas miden 20 centímetros.


"Las pangas con dorado no llegan a la costa de Santa Rosa; la carga la traen en canoas que sirven como taxis"


Sobeida Suazo, comerciante de pescado desde hace 15 años, está sentada en una silla al filo de la losa que da al mar. En una mano tiene una calculadora y en otra una libreta y un lápiz. Controla la llegada del producto y desde su trono dirige a su equipo de gaveteros para que tomen la carga que les indica. La vendedora explica que aunque la temporada de faenar esta especie comienza en diciembre, aún no está en su apogeo, porque el océano sigue estando frío.


Sobre la escalera de la Bahía, dirige a un grupo de gaveteros Juan de la O, un comerciante con 20 años de experiencia en el mercado de pescados. De la O coincide con Suazo y explica que la temporada de pesca del dorado es más baja que en otros años. Cuenta que cuando hay una buena temporada de dorado llegan al puerto hasta 10.000 libras de la especie, pero este jueves, a mitad de la jornada, apenas se han pesado 300 libras.


Tuárez sostiene que cuando el océano tiene sus aguas cálidas hay dorados de hasta 80 centímetros de largo.


Prácticamente todos los vinculados con el negocio han sentido que la pesca no es igual que el año pasado. Tuárez señala que en estos días se capturan especies de menor tamaño porque el clima no ha sido propicio para la captura de la especie.


La actividad en Santa Rosa comienza desde las 05:00 y termina a las 17:00. En la caleta pesquera hay 1.200 embarcaciones censadas y el 50% de la flota se dedica a la pesca de dorado, entre diciembre, enero y marzo.


El aguaje que se registró la semana pasada también es crucial para la actividad pesquera. Las aguas agitadas son otro factor que determina que el dorado no logre su tope (o algo cercano) en número de individuos capturados.


11.200
personas se dedican a la faena del dorado en Ecuador, lo que equivale al 20% de los pescadores


Suazo deja por un momento de dirigir a la docena de gaveteros que pesan la carga que venderán. La comerciante explica que con el aguaje disminuye el dorado y el negocio reporta menos utilidades. En el país, el 20% de los pescadores se dedica a esta actividad.

Pesca de dorado en MANTA

Según datos de la Federación de Cooperativas Pesqueras Artesanales de Ecuador (Fenacopec), al menos 3.000 personas se dedican directamente a la pesca de esta especie en Esmeraldas; 4.500 en Santa Elena y 3.700 en Manabí.


Es mediodía en Santa Rosa, la pesca sigue llegando a la Bahía, pero el arribo de las doraderas baja su intensidad y con ello el ajetreo en la subasta.
Los pescadores desde las canoas gritan que el agua está fría.


“Mire que el mar está helado, todavía salen albacoras”, dice uno desde su panga, mientras muestra su gaveta de esta especie que es una variedad de atún, un pescado propio de aguas templadas.


Datos de la Fenacopec señalan que el agua del océano está entre 26 y 27 grados centígrados. Gabriela Cruz, presidenta del gremio de pesca, sostiene que esa temperatura no permite que haya dorado en abundancia.


Comienza la tarde y con ella se inicia la llegada de los turistas que quieren comprar pescado fresco, pero solo son atendidos por los comerciantes, porque la flota pesquera de dorado ya ha terminado su labor.


1.200
embarcaciones se emplean en la pesca del dorado solo en la provincia de Santa Elena.

En las bodegas privadas se limpia y se coloca el dorado en las cámaras de frío para preservarlo en buen estado hasta que sea vendido en el exterior.


Tuárez comenta que la mayor parte del dorado que se captura en la provincia de Santa Elena se va a Guayas para ser exportado o vendido en el mercado local.


Este pescador de pura sepa cuenta que la jornada en Santa Rosa aún no termina. “Ahora vemos menos actividad porque la gente va a comer, pero en un rato llegan las doraderas con más pescado, ya verá...”. Tiene fe y, tomando en cuenta su experiencia, hay que creerle.


De todas formas, a esa hora baja el comercio de dorado, pero no desaparece la actividad en la Bahía.


Dos pescadores negocian con un vendedor una canoa, y mientras uno de ellos la revisa, el comerciante paga 250 dólares por la embarcación.


En la provincia de Santa Elena está ubicada Anconcito, donde por lo menos 300 embarcaciones y un promedio de 900 hombres se dedican a la pesca de dorado. Sin embargo, en esta zona de Salinas la pesca está dominada por los barcos industriales y la producción es exportada en su totalidad.


Santa Elena tiene la mayor flota de pesca de dorado de Ecuador. Juntas, Anconcito y Santa Rosa suman 1.500 embarcaciones que se dedican a esta actividad, en los primeros meses del año.


Los puertos de Esmeraldas como Muisne, Súa y La Poza crecen en número de embarcaciones que se dedican a la actividad, pero aún no logran alcanzar a las caletas pesqueras del cantón Salinas, en la provincia de Santa Elena.
Gabriela Cruz


Presidenta de la Fenacopec
“El agua del océano está fría, por eso todas las especies marinas tienen un comportamiento distinto al de años anteriores”.
Sobeida Suazo


Comerciante mayorista de pescado
“El enfriamiento del mar ha provocado que la temporada de dorado haya comenzado con baja pesca. Apenas 300 libras diarias”.

Paola Ulloa
pulloa@telegrafo.com.ec
Editora - Web

No hay comentarios:

Publicar un comentario