sábado, 15 de enero de 2011

Narcos extranjeros dejan más rastros en Ecuador

***SNN

EL TELÉGRAFO

Uno de los cargamentos de droga decomisado en 2010 (más de 2,5 toneladas) fue incinerado ayer. FOTO: RICHARD EUGENIO / El Telégrafo


Ayer, la Fiscalía rumana dio a conocer que narcotraficantes de ese país operaban en la nación.


El ingreso de droga al país -a través de las zonas fronterizas- aún deja rastro a medida que se capturan nuevas personas vinculadas con esta actividad ilícita.


A pocos días de que el diario peruano La República publicara que el cartel de Sinaloa enviaba droga desde Perú hasta Ecuador, otro caso pone a consideración la presencia de bandas extranjeras en el país.


En esta ocasión se trata de dos rumanos acusados de ser miembros de una amplia red de tráfico de cocaína, coordinada por los jefes del cartel de Medellín en Colombia, quienes fueron detenidos y son investigados por la Fiscalía rumana.


Así lo confirmó ayer la entidad, que hizo público que los rumanos Nadolu Constantin y Iosif Catalin se encargaban de enviar la cocaína desde Ecuador hasta Rumania.


Los inculpados son acusados de haber participado en la organización de un envío de cocaína por vía marítima desde Guayaquil hacia el puerto español de Algeciras (sur) y, posteriormente, a Italia y el puerto rumano de Constanta (este).


El jefe de la Dirección Nacional de Antinarcóticos, coronel Edmundo Mera, coincidió en que Ecuador es utilizado como sitio de tránsito para trasladar la droga hacia los diferentes países de consumo.


Esto lo corroboró al revelar que en diversas operaciones se ha identificado esta tendencia por parte de los narcotraficantes.


Un ejemplo de ello fue lo ocurrido, el 6 de noviembre, en la operación “Mirador” en la que se decomisó más de dos toneladas de cocaína (droga que fue quemada ayer en las instalaciones de Holcim), que estaban escondidas en una finca ubicada en el kilómetro 103 de la vía Guayaquil-Salinas.


“Se trató de un duro golpe al tráfico internacional. Hemos determinado que los nueve detenidos en este caso estaban relacionados con una organización que provenía de Colombia y que tenía intención de llevar el alcaloide vía marítima hacia México, para luego ser distribuida a Estados Unidos”, detalló Mera.


Agregó que la droga hallada en el operativo fue ingresada al país desde algún laboratorio instalado en el vecino país del norte.


Similar situación sucede en la frontera sur.
Al referirse a este problema, el oficial explicó que en las zonas cercanas a los países vecinos existe una gran cantidad de área selvática, donde hay un sinnúmero de pasos que son considerados clandestinos para el paso a Ecuador.


“En el caso específico con Perú... nos damos cuenta que el paso era el sector conocido como Remolinos, que es un pueblo del sector de Piura y al frente está la provincia de Loja a un costado de la ciudad Macará... desde ahí intentaban trasladar la droga hacia Guayaquil para luego enviarla por vía marítima”, explicó.


A criterio de uno de los investigadores del Centro de Investigación de Drogas y Derechos Humanos (Ciddh) en Perú, quien prefirió mantener su nombre en reserva, el narcotráfico en su país atraviesa cambios fundamentales que están basados en los principios de libre mercado.


“Lo nuevo son dos cosas: primera, el nivel de independencia que hay como parte de los acuerdos entre los carteles internacionales y las firmas peruanas”.


Detalló que mientras estas últimas se encargan de la fase de acopio de la droga y de su transporte desde la sierra hasta puertos o fronteras, las organizaciones internacionales (antes Medellín, Cali, luego Norte del Valle, hasta que ingresaron los mexicanos de Tijuana con Montesinos y, ahora, Sinaloa) se encargan de asegurar el almacenamiento y transporte a las rutas destinadas.


El segundo factor novedoso, explicó, es el que adquiere el sur del Ecuador y el norte del Perú como “polo de desarrollo” para la salida de la cocaína con destino a la costa oeste de los Estados Unidos (California, Vancouver).


“Toda la costa desde Guayaquil hasta Paita se convierte en un importante punto de salida que permite la exportación de los grandes volúmenes de cocaína”, detalló el experto.


Intentaban enviar droga a Ecuador


La Policía Antinarcóticos de Perú desarticuló una banda formada por peruanos y colombianos que pretendía enviar una tonelada de cocaína a Ecuador y, posteriormente, a México.


Además, se detuvo a seis de sus integrantes, informó ayer el jefe de esa dirección, Carlos Morán.


El oficial explicó que los peruanos Efraín Huaranga Lizarbe y Teófila Enríquez Ledesma recibieron en septiembre pasado 700.000 dólares del colombiano Antonio José Vallejo Sánchez, alias “Fernando Torres”, para adquirir una tonelada de cocaína de alta pureza.


Los peruanos trabajaban con una red de acopiadores de droga y proveedores de insumos químicos en el Valle de los ríos Apurímac y Ene, una de las mayores zonas productoras de la hoja de coca.


Vallejo Sánchez envió a Perú a un emisario identificado como Carlos Humberto Suárez Restrepo, alias “Luis Osorio” o “Julián”, para verificar que la droga sea entregada y dirigida a un puerto de la región Tumbes, en el extremo norte del país, para que sea embarcada vía marítima a Ecuador, antes de que la envíen a México. (EFE)

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