Canuto es una pequeña parroquia de Chone, conocida en la provincia de Manabí por sus deliciosos dulces con un ingrediente clave: la leche. Este ingrediente es infaltable en postres como la natilla, los alfajores y las galletas de almidón, que diariamente se realizan en la parroquia.
La zona de los dulces está de fiesta. El jueves se inició el pregón y durante toda la semana habrá festejos por la parroquialización. Canuto fue fundado el 13 de agosto de 1862 y, la próxima semana, sus habitantes esperan contar con la presencia de turistas nacionales y extranjeros. Sus dulces son su principal carta de presentación.
Según el historiador Jacinto García, la preparación de postres tomó fuerza durante el fuerte invierno de 1950, cuando unas 60 hectáreas de producción de cacao se perdieron.
Entonces, las madres y esposas para animar a los familiares decidieron cocinar y regalar galletas y dulce de leche. Con el tiempo, la preparación de postres se volvió una tradición y en la actualidad es una fuente de ingresos para al menos 60 personas. En Canuto hay 20 negocios que venden dulces.
Los troliches son los dulces más apetecidos. Son pequeñas bolitas de masa de harina y leche envueltas en papelitos diferentes colores. Para hacer el troliche, según cuenta Elena Cruz, una de las vendedoras, se colocan seis litros de leche, seis tazas de azúcar y canela al gusto en una paila grande, por 30 minutos.
En otra olla, se bate la yema de 10 huevos de gallina criolla con un litro de leche. Luego, en otro recipiente se mezclan las dos preparaciones y se colocan a fuego lento en un fogón de leña hasta que la leche se corte. Luego se deja enfriar por una hora.
En una mesa de madera, se pone la masa fría y se empiezan a formar bolitas, que luego se empacan en papeles de diferentes colores y se empacan en tarrinas alrededor de 30 unidades. Cada tarrina cuesta USD 1. La mujer confiesa que diariamente vende un promedio de 50 tarrinas. “A la gente que viene de fuera le gusta mucho los dulces”.
La natilla también es reconocida. Este platillo es una de las especialidades de Vinicio Zambrano.
El tiempo de preparación es de cuatro horas porque se debe moler el maíz. Luego se cierne en una tela blanca. Después se cocina con leche en una olla de 10 litros. La mezcla se coloca en tarrinas hasta que se enfríe. Luego se lleva al horno por 30 minutos.
Para servirla al público se envuelve en hojas de plátano, para que el sabor se concentre. La natilla tiene el precio de USD 1. Se vende 100 al día.
Desde hace cuatro años, en la parroquia se hace el festival de la natilla más grande del mundo. El año anterior se sirvieron 2 000 pedazos Se tiene previsto que este año se realicen 6 000 porciones.
Además de los postres, Canuto es reconocida por su comida típica como el seco de gallina criolla y la tonga, que es un plato elaborado con arroz, crema de maní, y aliñado con ajo, cebolla, tomate y pimientos. Se sirve en hojas de plátano para conservar el calor.
Emiliano Vélez, vocal del gobierno parroquial, aseguró que pese a que el turismo no se ha desarrollado con fuerza, los viajeros llegan a la parroquia por los dulces y la comida. “Los postres son la cara alegre de Canuto. Las personas que los prueban, siempre regresan. Esa es nuestra carta de presentación”.
Canuto es además una zona ganadera. Según la historia, los primeros ganaderos de la zona se asentaron ahí, pues buscaban vivir cerca de la cabecera cantonal (Chone, ubicada a 13 kilómetros). En la actualidad existen 2 000 personas que se dedican a la ganadería. Otras 3 000 personas encontraron en el comercio y a la transportación de productos una fuente de ingresos.
Según Ramiro Mendieta, presidente del gobierno parroquial de Canuto, de los 15 000 habitantes, 8 000 tienen nexos con la agricultura y la ganadería.
La pasión por la música y el fútbol también es evidente en la acogedora parroquia. Todas las tardes es común ver a los jóvenes encontrarse en el parque central para jugar fútbol. Otros en cambio deciden tocar la guitarra y compartir con sus amigos. Eso sí, los dulces no pueden faltar.
La primera calle que se construyó fue La Florida, que es la principal de la parroquia y donde se encuentra el comercio.
Neuter Ramos, comerciante, aseguró que la construcción de las obras tapó las alcantarillas y que con las lluvias del invierno, el alcantarillado colapsó.
Sin embargo, Ramiro Mendieta, presidente del gobierno parroquial de Canuto afirmó que tuvieron un inconveniente el mes anterior pero que el sistema no colapsó. “Se construyeron 24 pozos de revisión para que el sistema de alcantarillado se más ágil”.
La obra pluvial y sanitaria fue construida en el 2008. Las tuberías que se están utilizando tienen 160 milímetros de diámetro para que el agua se traslade rápido. Empezó a funcionar en el 2009.
Un año después, Canuto tuvo agua potable. La planta de tratamiento está compuesta por una estación de bombeo, redes de distribución, alcantarillado sanitario, estación de bombeo y una laguna de oxidación.
Roberto Zambrano dijo que el agua no es apta para el consumo humano. Pero un estudio del Instituto Nacional Leopoldo Izquieta Pérez, concluye que al no encontrar exageración de bacterias (0, 3 %) en las muestras, las personas pueden consumirla.
Ismael Zambrano, transportista, afirmó que uno de los inconvenientes que tiene la parroquia es que no cuenta con cooperativas de buses que trasladen a las personas hasta los recintos. “Las cooperativas de buses de Chone llegan el centro de Canuto, pero hay poblaciones que quedan a 10 kilómetros de la parroquia”.
Hay cuatro buses informales que brindan el servicio en los recintos. Emiliano Vélez, vocal del gobierno parroquial señaló que desde el 2011 hicieron reuniones con los transportistas para legalizarlos. “Los trámites se están haciendo en la ANT. Estamos esperando una respuesta”.
Fuente: EL COMERCIO*
No hay comentarios:
Publicar un comentario