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El cantón Chilla, ubicado en la parte alta de la provincia de El Oro y habitado por 3.000 personas, vive uno de los momentos más duros de su historia.
Hoy se sepultará a 17 de sus hijos, todos fallecidos en el accidente de un bus de la Cooperativa de Transportes Chilla, que a las 06:15 del pasado viernes se fue a un abismo de 700 metros. Otras once personas quedaron heridas.
Ayer, la mayoría de la población estaba ocupada en la velación. Las capillas ardientes se instalaron en los barrios: 3 de Noviembre, donde se velaba a Tilson Velepucha; 8 de Septiembre, a Mercy Nagua y Magdalena Nagua y esposo; en el barrio Central, se velaba a cinco personas: Amelia Paltin y esposo; Porfirio Caiminagua y esposa y Carmen Velepucha.
En el barrio San Jacinto se velaba a Rosa Nagua; en el barrio 26 de Agosto a Tyron Erreyes y su abuelita; en el barrio Rigoberto Abril, a Enma Macas; en el barrio San Alfonso, a Christian Macas, y en el barrio Primero de Enero, a Francisco Pacheco. En el sitio Shiquil, ubicado a unos 15 minutos de Chilla, estaba velándose a Carlos Lavanda. En total, ocho de los nueve barrios que tiene este pequeño cantón estaban de luto.
Cientos de personas llegaban con flores y condolencias para los deudos. En su mayoría, los 28 ocupantes del bus viajaban a las fiestas patronales de la Virgen de los Remedios, en Zaruma cuando el bus rodó al abismo porque el chofer perdió pista por la neblina, según la Policía de El Oro.
Unas 250 personas, desde muy temprano en la mañana, se organizaron para construir las bóvedas en el cementerio general. Cada familia asumió los gastos, cerca de 300 dólares, incluido mano de obra y material.
Los familiares de Mercy Nagua dijeron que ella se dedicaba a dar clases de alfabetización a las personas adultas por un lapso de diez años. Ella tuvo tres hijos, quienes sobrevivieron: el de 13 años tiene cortes en la espalda y fractura en la pierna; el de 5, golpes en diversas partes del cuerpo; y el de 14 años, solo cortes en un brazo.
El esposo y ahora viudo, Julio Malla, tiene heridas en la clavícula y golpes en la cabeza. Está internado en una clínica particular de Machala. “El bus dio varias vueltas”, dijo el hombre. Su familia comenta que hace cuatro años la Virgen de los Remedios les hizo un milagro y el viernes viajaban a orar por un niño enfermo.
El sepelio de todas las víctimas será a las 11:00 de hoy en el parque central. El sacerdote ofrecerá una misa campal y ayer también estaban instalando la tarima que servirá para colocar los féretros.
En el Municipio se izaba una bandera a media hasta y ayer no operó la cooperativa a la que pertenecía el bus causante de la tragedia.
Las ayudas que entregó el presidente de la cooperativa, Ángel Pinta, solo cubrió doce casos. El resto de familiares se acogieron al Bono de Desarrollo Humano y otros seguros de trabajo.
“Los choferes son responsables porque salen borrachos y van a velocidad. Pedimos justicia y control para los transportes que llevan pasajeros. El carro accidentado era viejo y estaba fallando”, dijo Segundo Nagua, tío de Magdalena Nagua, una de las fallecidas.
Ángel Macas, padre de Christian Macas, otra víctima, manifestó: “Voy gastando como 300 dólares y ya no tengo dinero, me faltan dos fundas de cemento para construir la bóveda”.
Hace diez años se produjo un accidente similar en el sitio del volcamiento del viernes y hubo ocho víctimas. “Yo le sugerí a las cooperativas que cambien unidades y nada”, sostuvo el alcalde Richard Cartuche.
Fuente: EL UNIVERSO*
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