Napo Wildlife Center, un centro turístico manejado íntegramente por la comunidad Kichwa Añangu, está a orillas de la lagu-na Añangucocha, en pleno corazón del Parque Nacional Yasuní, en la Amazonía ecuatoriana.
 
 
A este sitio llegaron Carla y Jorge (nombres protegidos por pedido de la familia), dos jóvenes ecuatorianos, para disfrutar el feriado por el 10 de agosto.
La visita al centro incluye recorridos en bote, convivencia con la comunidad, caminatas por la selva y observación de animales.
 
 
Un día antes del viaje de regreso, a las 16:30 del 12 de agosto, mientras nadaban junto al muelle del complejo turístico, fueron atacados por un caimán adulto.


El representante del centro turístico, Jiovanny Rivadeneira, dijo que “el caimán es un animal nocturno, nunca hemos tenido un ataque de este tipo; es un comportamiento anormal según biólogos que hemos consultado”.
 
 
Rivadeneira explicó que la comunidad cuenta con un médico, quien acudió a prestar los primeros auxilios.


Añangu está en una zona a la cual se accede solo tras navegar dos horas y media en bote. Por ello, la comunidad pidió ayuda al Ejército para trasladar a los turistas en helicóptero hasta Coca.
 
 
La aeronave llegó a la comunidad a las 17:40 y llegó a Francisco de Orellana en 40 minutos, según versión del representante del complejo turístico, que opera desde hace nueve años en la zona.


Debido a la hora, a la difícil visibilidad y a las condiciones climáticas, solo la mujer, de 26 años, pudo ser transportada por este medio. El otro atacado, de 28 años, fue trasladado vía fluvial hasta Pompeya y, de ahí, en vehículo.
 
 
Ambos ingresaron al hospital de Francisco de Orellana, capital de Orellana, pero por la gravedad de las heridas no fueron atendidos. Igual ocurrió en Lago Agrio, Sucumbíos, por lo que debieron ser transportados en ambulancia hasta Quito, y a las 03:00 del día siguiente fueron internados en el Hospital Metropolitano.
 
 
José Ruiz, cirujano plástico y médico de cabecera de los dos pacientes, indicó que la mujer llegó con daños severos en el cráneo, cara y cuello. “Su cabeza prácticamente estuvo dentro de la boca del caimán. Sufrió una perforación en todo su cuello”.


Ella se encuentra estable luego de que el miércoles de esta semana se le sometió a la décima operación de reconstrucción de rostro.
 
 
Sin embargo, todavía está en situación de riesgo, en Cuidados Intensivos. Sigue “bajo tratamientos de traqueostomía (ayudada por un tubo en la traquea para respirar) y una gastrostomía (sonda para alimentarse)”, indicó Ruiz.
 
 
En cambio, el joven, que presentó heridas en espalda, tórax anterior y posterior, hombro derecho y clavícula, está fuera de peligro. “Está bastante bien y con un 80% de la reconstrucción terminada”. Hasta ahora se le ha sometido a ocho cirugías.
 
 
Ruiz aseguró que los dos estuvieron en peligro de sufrir un cuadro de sepsis (infección en todo el cuerpo, por las bacterias dejadas por el caimán tras la mordida).
 
 
Los guardaparques explicaron a este Diario durante una visita realizada a la Zona de Protección Faunística Cuyabeno, en Sucumbíos, realizada hace tres semanas, que no se debe nadar en las orillas de lagunas o curvaturas de ríos amazónicos, pues es el sitio donde generalmente se alimentan animales como boas, pirañas y caimanes. Lo recomendable es nadar en el centro de las lagunas.
 
 
Sobre ello, Rivadeneira dijo que la zona del muelle del hotel está dentro del perímetro seguro para practicar estas actividades.


“Es la primera vez que nos pasa (ataque del caimán), los turistas y los mismos miembros de la comunidad nadan en esta zona y nunca ha pasado nada. Es increíble que pase esto”, señaló, aunque reconoció que el momento del percance los turistas no se encontraban con el guía comunitario.
 
 
Para Santiago Ron, curador del Museo de Zoología de la Universidad Católica de Quito, la población de caimanes negros aumentó notablemente desde que se suspendió la caza del depredador en la región.


Sostiene que el animal no suele atacar a los humanos; sin embargo, cuando el bosque está nublado los animales tienden a adentrarse en él con facilidad y cuando el bosque está seco el depredador sale a la superficie con reiteración por los bajos niveles del agua, y se expone en áreas pobladas.
 
 
imagenCuando el caimán necesita alimentarse sale a la superficie y espera a su víctima entre las hojas y ramas caídas.


Se impulsa con su cola y patas traseras para atrapar a su presa con su poderosa mandíbula.


Luego, la arrastra hacia el fondo del agua para ahogarla y la vuelve a sacar para devorarla en tierra, ya que no puede comer si está totalmente sumergido.


Un animal poderoso
Según registros históricos el caimán negro del Ecuador ha llegado medir hasta 4 metros.


Cuando la especie todavía no llega a la madurez se alimentan principalmente de insectos, arañas de mar, cangrejos y caracoles, mientras que los ejemplares grandes se alimentan de peces, roedores y mamíferos.
 
 
El caimán negro habita amplias zonas aledañas a la cuenca del río Amazonas. En el Ecuador habita en la Reserva del Yasuní, Reserva del Cuyabeno y también en lugares vecinos que no son turísticos.


Este Diario buscó las versiones del Ministerio del Ambiente, pero hasta el cierre de la edición no hubo respuesta.






Fuente: EL COMERCIO*