domingo, 1 de agosto de 2010

Híbridos de maíz siembran discordia en agro de Los Ríos

***SNN
Expreso

Controversia enfrenta a productores y empresas
Híbridos de maíz siembran discordia en agro de Los Ríos
Agricultores de Mocache alegan que tuvieron malos rendimientos debido a la semilla utilizada. Las firmas comercializadoras defienden la calidad de los materiales.


Reclamo. Julio Troya dice que en su finca obtuvo 40 quintales por hectárea, cuando esperaba 150 con la semilla que utilizó en este año.

Fotos: expreso

Defensa. Las empresas de insumos afirman que las semillas tienen certificación de calidad. Moisés Grijalva, de Ecuaquímica, en la bodega en frío que la firma tiene en Quevedo.

Julia Álvarez Véliz resultó con “saldo en contra” en la cosecha de maíz de este año. Y lo peor es que no sabe cómo cubrir los $ 3.000 que adeuda por la compra a crédito de los insumos y el arriendo de las seis hectáreas que utilizó para la siembra en Garza Grande, un sector ubicado a uno 15 minutos de Mocache (provincia de Los Ríos).

La mujer refiere que de la siembra iniciada en enero de este año, tras cuatro meses obtuvo una producción promedio de 65 quintales en cada hectárea, cuando esperaba 220. “El problema fue el rendimiento de la semilla, que era malísima”, se queja.

Ella estuvo entre los cerca de 200 agricultores que el pasado 4 de julio se congregaron en el Centro Agrícola Cantonal de Mocache (CACM), para presentar sus reclamos por la afectación en la producción maicera, presuntamente causada por la mala calidad de las semillas híbridas que emplearon.

Unos cuarenta campesinos presentaron por escrito sus denuncias por el pobre rendimiento registrado en las fincas de Mocache y sus alrededores, donde existen unas 10.000 hectáreas dedicadas al cultivo de maíz.

Las quejas son contra los híbridos 2b-688, Agroceres Ag 003 y Dekalb 7088 y Agri 104. El primero, de origen argentino y brasileño, lo comercializa en el país la empresa Agripac; los dos siguientes vienen de Brasil y los distribuye Ecuaquímica; y el último, una semilla importada de Bolivia, que la vende Interoc.

La polémica

Julián Aguirre, presidente del CACM, afirma que la utilización de semillas certificadas que no garantizan el retorno de la inversión ha afectado gravemente la economía de los productores. “Ellos ahora no pueden cumplir con obligaciones contraídas con el Banco Nacional de Fomento (BNF) y los propios comercializadores de insumos agropecuarios”.

Las tres empresas nacionales que distribuyen las semillas en cuestión, defienden la calidad de esos materiales y atribuyen la baja productividad maicera a otros factores ajenos a su responsabilidad.

Para estudiar el problema presentado en Mocache, las autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) en Los Ríos crearon una comisión integrada por funcionarios de esa Cartera, y de un técnico de Agrocalidad y el Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (Iniap).

Estos dos últimos entes son los que, previo análisis de muestras, emiten certificaciones de calidad y eficiencia de todo material genético destinado a la reproducción de una especie vegetal. Este debe registrarse en el Consejo Nacional de Semillas antes de ser comercializado en el país.

Para los expertos de la comisión, la reducción del rendimiento productivo en Mocache no está relacionada con la calidad de las semillas utilizadas sino con factores climáticos y de manejo agronómico.

Este Diario solicitó una entrevista a Joffre Arregui, director del Magap en Los Ríos, quien evitó dar declaraciones.

El pasado 13 de julio, el asambleísta riosense Galo Lara, a quien el CACM ofició también la denuncia, solicitó al ministro de Agricultura, Ramón Espinel, que dispusiera la prohibición y suspensión de la venta, fabricación e importación de las semillas.

El legislador también pidió que se efectuaran nuevas pruebas de calidad de esos materiales, y que se busquen formas idóneas para la reparación de los daños económicos a los agricultores.

‘Clima y plagas afectaron la productividad’

Las empresas comercializadoras alegan que el alto nivel de precipitaciones, la poca luminosidad y el ataque de plagas influyeron en la reducción del rendimiento de las semillas de maíz nacionales e importadas.

Se basan en informes del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), sobre las condiciones climáticas registradas en la estación del Iniap en Quevedo.

Puntualizan también que Mocache estuvo entre las zonas maiceras que en este año enfrentaron serios problemas con la plaga Spodoptera (gusano cogollero).

Por ello, las compañías distribuidoras descartan que el problema radique en la calidad de la semilla. “No compartimos la forma como se está queriendo perjudicar al negocio”, expresa Cecilia Paredes, gerenta de Semillas de Interoc, que promociona un rendimiento potencial de 200 quintales por hectárea (qq/h) para su híbrido Agri 109.

“Estos materiales necesitan condiciones climáticas favorables y un manejo agronómico adecuado para su óptima productividad”, aclara José Macías, gerente de Semillas de Agripac. Esta firma comercializa el híbrido 2b-688, al cual confiere un rendimiento de 250 quintales por hectárea.

Moisés Grijalva, jefe técnico de Semillas de Ecuaquímica, destaca que el proceso de lanzamiento de una semilla les toma unos 5 años, tiempo dentro del cual realizan pruebas en sectores del país.

La firma vende los híbridos Agroceres AG 003 y Dekalb 7088, a los que atribuye rendimientos de hasta 250 y 220 qq/h, en su orden. (MAS)‘Son materiales susceptibles a los cambios ambientales’

“Hay que descartar el argumento de que esos híbridos son de mala calidad, pues no hay pruebas para ello”, señala José Luis Zambrano, responsable del programa de Maíz de la estación Pichilingue del Iniap.
Ese instituto de investigación es el encargado de hacer evaluaciones técnicas de adaptación y eficiencia de una semilla, previo su registro y aprobación en el Consejo Nacional de Semillas.

Según el técnico, en el mercado nacional se comercializan unas 22 variedades importadas de maíz híbrido “Son materiales que requieren de una mayor cantidad de fertilizantes, un mejor control de malezas, y además son más susceptibles a los cambios ambientales”, puntualiza.

Zambrano confirma que las condiciones climáticas de este año afectaron el rendimiento de las semillas utilizadas para la siembra, tanto nacionales como importadas. “Incluso en nuestros ensayos tuvimos bajas con nuestros híbridos”. (MAS)‘Empresas quizás exageran sobre los rendimientos’

“Una semilla híbrida necesita ciertas condiciones agroecológicas y de manejo técnico que en nuestro medio son difíciles de lograr”, advierte Milton Reyes, director de Agrocalidad en Guayas.

A esa entidad estatal le compete analizar, en laboratorio, la calidad de toda semilla que quiera ser introducida para su comercialización en el país, mediante pruebas de germinación y viabilidad. Una vez aprobadas estas, emite una certificación que permite la desaduanización del material.

Toda semilla que ingresa al territorio nacional ya viene con un certificado emitido por el organismo de sanidad agropecuaria del país de origen, el cual avala la calidad de ese material, anota Reyes.

El funcionario cree que las empresas comercializadoras quizás exageran cuando informan sobre los rendimientos de sus materiales importados. “Ellos deberían advertir que esos resultados se obtiene bajo determinadas condiciones”.

Reyes aclara que Agrocalidad no efectúa seguimientos al comportamiento en condiciones de campo de una semilla liberada. “El Magap, mediante el área llamada Agroproductiva, cumple esa tarea en cultivos comerciales”. (MAS)Comité desestima presunta mala calidad de las semillas

Según la denuncia presentada por los agricultores, para la siembra de maíz de este año utilizaron semillas híbridas que las casas comerciales promocionaban con rendimientos de entre 150 y 250 quintales por hectárea. Pero la producción alcanzada, -afirman- fue de entre 50 y 70 quintales por hectárea.

Las semillas no habrían germinado, lo que posiblemente llevó a un mal desarrollo de las plantas, una baja población de maizales, mazorcas de mala calidad y de escaso peso del grano.

Para la adquisición de la semilla y otros insumos que se aplican en el cultivo, decenas de productores habían obtenido préstamos del BNF o adquirido a crédito los productos a las mismas empresas distribuidoras. Esas deudas ahora no pueden pagarlas debido a las pérdidas registradas en los cultivos, alegan.

El pasado 22 de julio, la comisión técnica creada por el Magap llegó a varias conclusiones sobre el problema presentado en Mocache. Un informe será presentado al ministro del ramo.

Según el comité, la reducción del rendimiento observado en todos los híbridos nacionales e importados se debió a efectos ambientales, sobre todo por el exceso de lluvias. Ese fenómeno -dicen los expertos- se dio no solo en maíz sino en otros cultivos como arroz, banano y palma africana.

La baja productividad no está vinculada con la calidad de la semilla, ya que esta es evaluada en su momento por Agrocalidad y el Iniap, sostiene la comisión.

Esta dispuso que la empresa privada colabore con insumos para el establecimiento de parcelas demostrativas con híbridos nacionales e importados. El Magap, Iniap y Agrocalidad se encargarán del seguimiento del manejo que den los agricultores a esos cultivos.

Para Miguel Ángel Rodríguez, coordinador de Agrocalidad en Los Ríos, las condiciones climáticas incidieron en la merma de la producción. “Nosotros no tenemos ningún soporte acerca de lo que argumentan los agricultores sobre la calidad de la semilla. Además, las empresas comercializadoras tienen fotografías de fincas que tuvieron mal manejo y ataque de plagas”. (MAS)

Ellos opinan

José Macías
Gerente división semillas Agripac
“Estamos conscientes de que hubo un problema, pero nosotros también tenemos un compromiso con nuestros proveedores, por eso también exigimos que los productores cumplan con nosotros. Sin embargo, podemos conversar para revisar caso por caso”. (MAS)

Cecilia Paredes
Gerenta división semillas Interoc
“No podemos hacernos cargo de algo que no es de nuestra responsabilidad. La deuda no es directa con los agricultores sino con nuestros distribuidores. El precio promedio de venta de nuestra semilla es de $ 145 la funda para una hectárea, y allí se vendieron 900 fundas”. (MAS)

Moisés Grijalva
Jefe semillas Ecuaquímica

“Nosotros no podemos dar ninguna solución. Como empresa no hemos pensado en algún arreglo porque no le vemos motivo, pues el problema no fue generado por la semilla. La empresa facturó unos 30.000 dólares en esa zona entre semillas y otros insumos”. (MAS)

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