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Uno de los primeros pasos para empezar un nuevo año es saber en qué estado está el cuerpo y su estado de salud. El organismo tiene una serie de indicadores que son indispensables para detectar enfermedades o incluso poder prevenirlas.
Los exámenes se realizan desde la cabeza hasta las extremidades inferiores. Radiografías, ecos y pruebas de sangre y orina son los más demandantes, sin embargo, existen otros de determinadas partes del cuerpo que también deben tomarse en cuenta, como una audiometría o un examen visual anual para evaluar la necesidad de lentes o cómo prevenir usarlos.
En este sentido, la doctora Gladys Ramírez recomienda que este tipo de pruebas deben realizarse una vez al año para descartar apariciones de enfermedades peligrosas como la diabetes, el colesterol alto o también los tumores.
Los sitios y los costos de cada examen varían de acuerdo al centro médico que acuda el paciente.
Existen chequeos anuales de oficinas a precios que se descuentan a tres o seis meses en puntos de salud familiar o con aseguradoras. También en hospitales y clínicas se pueden realizar una a una las pruebas de sangre y las ecografías. En caso de que se necesiten radiografías, estas pueden ser solicitadas por el paciente con un costo diferenciado.
Los centros de salud también cuentan con un paquete de exámenes anuales. Se debe tomar un turno y asistir por dos o tres días en las mañanas en ayunas.
“De esta manera se previene el desarrollo de bacterias, células malignas y problemas con la sangre y otros órganos. El médico puede direccionar un tratamiento”, dice el doctor Raúl Cisneros.
La cabeza
La tomografía es un examen sin dolor que utiliza una máquina especial de rayos X para tomar imágenes del cerebro, el cráneo, los senos paranasales y los vasos sanguíneos en la cabeza. La máquina rodea la cabeza y toma fotografías para proporcionar cortes transversales del cerebro desde diferentes ángulos. Sirve para detectar hinchazón, inflamación, hemorragia y signos de lesiones. También reúne información sobre la presencia, tamaño y la ubicación exacta de abscesos, quistes y tumores. Con esto se puede encontrar la causa de los dolores de cabeza o debilidad.
Los oídos
La audiometría es un examen que evalúa la capacidad de escuchar los sonidos. El médico debe analizar la necesidad de realizar un audiograma. Los procedimientos pueden variar, pero de forma general implican la oclusión del oído para ver la capacidad de escuchar susurros o conversaciones en voz baja. El especialista utiliza un diapasón que golpea levemente para evaluar la audición por vía aérea. También se realiza con audífonos conectados a un audiómetro. Con estos se detecta hipoacusia a edad temprana a causa de, por ejemplo, traumas acústicos o infecciones.
La vista
El más común de los exámenes visuales es el de agudeza. En este se usan letras pequeñas en una tabla o tarjeta a por lo menos 4 metros de distancia. El oftalmólogo le cubrirá un ojo para saber si tiene una falla de visión al leer las letras.
Este tipo de examen se realiza en colegios u oficinas para incluso proporcionar lentes de ser el caso. Si hay un cambio de visión el médico podrá corregir con lentes de descanso o con anteojos permanentes si es más grave.
El corazón
El diagnóstico del corazón puede abarcar una angiografía, una radiografía o un electrocardiograma. En este último, la prueba indolora registra la actividad eléctrica del corazón provocando su contracción. Registra los impulsos eléctricos y por medio de este se puede determinar si hay enfermedades arteriales, disminución del flujo sanguíneo en el cuerpo, si el tamaño del corazón ha aumentado o si late con irregularidad, lo que sería un trastorno que requiere atención.
La sangre
Las pruebas de sangre son las más comunes en los chequeos anuales y a las primeras que recurre el médico para descartar enfermedades. Lo más utilizado es el estudio hematológico, bioquímico en el que se mide la glucemia (el azúcar en la sangre), el ácido úrico, la urea, la bilirrubina y los electrolitos. Por medio de la sangre se mide el sodio, potasio, magnesio y glucosa. Se pueden detectar enfermedades de transmisión sexual y también el colesterol.
Tórax
La radiografía del tórax o las ecografías logran evaluar el estado en que se encuentran los pulmones, hígado, riñones, estómago y páncreas. A partir de este examen, el médico puede direccionar otro tipo de exámenes de sangre para tener un mejor panorama.
Si un paciente tiene tos persistente, lesiones, dolores en esta parte del cuerpo y dificultades para respirar el médico solicitará este examen. El diagnóstico puede evaluar signos de tuberculosis, cáncer, enfermedades pulmonares o la presencia de tumores.
Órganos sexuales femeninos
Los exámenes se realizan desde la cabeza hasta las extremidades inferiores. Radiografías, ecos y pruebas de sangre y orina son los más demandantes, sin embargo, existen otros de determinadas partes del cuerpo que también deben tomarse en cuenta, como una audiometría o un examen visual anual para evaluar la necesidad de lentes o cómo prevenir usarlos.
En este sentido, la doctora Gladys Ramírez recomienda que este tipo de pruebas deben realizarse una vez al año para descartar apariciones de enfermedades peligrosas como la diabetes, el colesterol alto o también los tumores.
Los sitios y los costos de cada examen varían de acuerdo al centro médico que acuda el paciente.
Existen chequeos anuales de oficinas a precios que se descuentan a tres o seis meses en puntos de salud familiar o con aseguradoras. También en hospitales y clínicas se pueden realizar una a una las pruebas de sangre y las ecografías. En caso de que se necesiten radiografías, estas pueden ser solicitadas por el paciente con un costo diferenciado.
Los centros de salud también cuentan con un paquete de exámenes anuales. Se debe tomar un turno y asistir por dos o tres días en las mañanas en ayunas.
“De esta manera se previene el desarrollo de bacterias, células malignas y problemas con la sangre y otros órganos. El médico puede direccionar un tratamiento”, dice el doctor Raúl Cisneros.
La cabeza
La tomografía es un examen sin dolor que utiliza una máquina especial de rayos X para tomar imágenes del cerebro, el cráneo, los senos paranasales y los vasos sanguíneos en la cabeza. La máquina rodea la cabeza y toma fotografías para proporcionar cortes transversales del cerebro desde diferentes ángulos. Sirve para detectar hinchazón, inflamación, hemorragia y signos de lesiones. También reúne información sobre la presencia, tamaño y la ubicación exacta de abscesos, quistes y tumores. Con esto se puede encontrar la causa de los dolores de cabeza o debilidad.
Los oídos
La audiometría es un examen que evalúa la capacidad de escuchar los sonidos. El médico debe analizar la necesidad de realizar un audiograma. Los procedimientos pueden variar, pero de forma general implican la oclusión del oído para ver la capacidad de escuchar susurros o conversaciones en voz baja. El especialista utiliza un diapasón que golpea levemente para evaluar la audición por vía aérea. También se realiza con audífonos conectados a un audiómetro. Con estos se detecta hipoacusia a edad temprana a causa de, por ejemplo, traumas acústicos o infecciones.
La vista
El más común de los exámenes visuales es el de agudeza. En este se usan letras pequeñas en una tabla o tarjeta a por lo menos 4 metros de distancia. El oftalmólogo le cubrirá un ojo para saber si tiene una falla de visión al leer las letras.
Este tipo de examen se realiza en colegios u oficinas para incluso proporcionar lentes de ser el caso. Si hay un cambio de visión el médico podrá corregir con lentes de descanso o con anteojos permanentes si es más grave.
El corazón
El diagnóstico del corazón puede abarcar una angiografía, una radiografía o un electrocardiograma. En este último, la prueba indolora registra la actividad eléctrica del corazón provocando su contracción. Registra los impulsos eléctricos y por medio de este se puede determinar si hay enfermedades arteriales, disminución del flujo sanguíneo en el cuerpo, si el tamaño del corazón ha aumentado o si late con irregularidad, lo que sería un trastorno que requiere atención.
La sangre
Las pruebas de sangre son las más comunes en los chequeos anuales y a las primeras que recurre el médico para descartar enfermedades. Lo más utilizado es el estudio hematológico, bioquímico en el que se mide la glucemia (el azúcar en la sangre), el ácido úrico, la urea, la bilirrubina y los electrolitos. Por medio de la sangre se mide el sodio, potasio, magnesio y glucosa. Se pueden detectar enfermedades de transmisión sexual y también el colesterol.
Tórax
La radiografía del tórax o las ecografías logran evaluar el estado en que se encuentran los pulmones, hígado, riñones, estómago y páncreas. A partir de este examen, el médico puede direccionar otro tipo de exámenes de sangre para tener un mejor panorama.
Si un paciente tiene tos persistente, lesiones, dolores en esta parte del cuerpo y dificultades para respirar el médico solicitará este examen. El diagnóstico puede evaluar signos de tuberculosis, cáncer, enfermedades pulmonares o la presencia de tumores.
Órganos sexuales femeninos
El examen ginecológico es necesario en el ABC anual. La mujer en edad adulta debe revisar cómo funcionan sus órganos reproductores y detectar a tiempo la aparición de quistes y tumores en los ovarios. El ginecólogo realiza comúnmente un papanicolaou seguido de una ecografía para analizar el útero y los ovarios.
Asimismo, el ginecólogo es el especialista que puede realizar una examen de mamas. Puede realizar un tacto para prevenir tumores en los senos que necesiten de una radiografía.
Órganos sexuales masculinos
A partir de los 40 y más a los 50 años, es recomendable que anualmente el hombre se realice un chequeo de la próstata. El médico los recomienda si el paciente tiene dificultad al orinar o sangra, si tiene dolores de espalda, cadera o pelvis. Los exámenes pueden ser rectales, con análisis de orina o con un ultrasonido. El chequeo, que a veces puede resultar incómodo, previene la aparición de una biopsia en este órgano que desencadene cáncer. Luego del examen es posible que el especialista envíe una dieta al paciente.
La orina
Las muestras de orina, generalmente, se toman en la mañana porque la concentración es variable a lo largo del día y porque determina la capacidad de concentración de los riñones. El laboratorista analizará la muestra para descartar embarazo, infecciones y descomposición diabética. En la orina se detectan partículas como leucocitos, hematíes, bilirrubina, glucosa o microproteínas que hagan sospechar alguna patología que deba estudiarse.
Las heces
Un análisis de heces determina la presencia de parásitos, sangre, o gérmenes. En el estudio microbiológico se observan las características generales de las heces: color, consistencia, pH, enzimas.
Puede hallarse grasa o sangre, causas que necesiten de un chequeo especializado en otro lugar del cuerpo que esté originando los resultados. Es necesario realizarlo por las mañanas.
Fuente: EL COMERCIO*
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