El hombre quedó carbonizado junto a la moto que conducía, tras el violento choque.La víctima era empleado de la CNT, expolicía y mañana iba a cumplir 43 años. Ocurrió en Ibarra.
Incinerado y atrapado entre los hierros del guardachoque de un bus de la cooperativa Oriental, placa CAE-695, que iba al cantón Pimampiro, quedó el cadáver de un hombre luego de que la moto en la que se movilizaba impactó contra el micro.
Ocurrió a las 17:30 del domingo a un kilómetro de la Y de Salinas, cantón Ibarra. La escena que observaron más de 15 pasajeros que viajaban en el bus fue desgarradora. Julio César Bastidas, de 42 años, yacía debajo del pesado automotor quemándose.
A gritos la gente solicitaba auxilio para la víctima, quien por el impacto contra el carro murió al instante y luego se calcinó cuando la moto se incendió. Los bomberos solo comprobaron su muerte.
Mientras se realizaba el levantamiento del cadáver, la gente que pasaba por el lugar miraba con horror lo que había sucedido. Poco a poco trataban de aglomerarse alrededor del cuerpo mientras los uniformados trataban de alejarlos.
Un gendarme informó que al parecer la moto invadió carril y se pegó de frente contra el bus, cuyo conductor (según un pasajero que prefirió el anonimato) trató de ayudar a la víctima y luego de no poder hacer nada para salvarlo, huyó.
Los familiares de Julio César (que el miércoles iba a cumplir 43 años) no alcanzaron a llegar hasta el sitio del siniestro por lo que acudieron hasta la morgue del hospital San Vicente de Paúl, para reconocerlo.
Alan Tobar, sobrino del fallecido, dijo que desconocía lo que su tío hacía por el lugar, pero presumía que regresaba de Pimampiro donde habitan sus abuelos. Asimismo informó que trabajaba para la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) y había sido policía.
Fuente: EXTRA*
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