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La fruta es considerada como el “alimento perfecto”, por su fructuosa, que puede ser transformada con facilidad en glucosa, lo que significa que limpia y purifica el cuerpo al mismo tiempo.
Una de las opciones más populares que la gente aplica de forma intuitiva para bajar de peso es la de dejar de comer carbohidratos para ingerir muchas frutas. Incluso, sin supervisión profesional, hacen una dieta de un día con pura fruta. Sin embargo, esto puede tener resultados adversos.
La fruta es considerada como el “alimento perfecto”, por su fructuosa, que puede ser transformada con facilidad en glucosa, lo que significa que limpia y purifica el cuerpo al mismo tiempo.
Como suelen estar en casi todas las dietas que recomiendan los especialistas, la gente asume que, si come más frutas de lo habitual estará haciendo algo saludable, y no es así.
Según la dietóloga Lorena Astudillo, si se consumen muchas frutas también se sumará al organismo una gran cantidad de calorías y azúcar. “Comer frutas en exceso no es conveniente porque, por ejemplo, tres manzanas al día tienen la misma cantidad de calorías que un plato de pasta.
Otro detalle sobre el que Astudillo pide atender es el de la tipificación de sangre del comensal, porque las personas con tipo de sangre B, comúnmente, no pueden consumir frutas cítricas porque son ricas en vitamina C. Agrega que las personas que tienen tipo de sangre O+ tienen menos problemas al consumir cualquier tipo de frutas en una dieta.
Íngrid Rengifo, especialista en estética y nutrición a base de ejercicios, explica que la dieta de frutas es buena si se la aplica en un tratamiento de purificación del cuerpo. “En el sistema de alimentación, la fruta es lo último que se debe ingerir.
Debe comerse tres veces al día sin repetir la misma fruta y, obligatoriamente, ingerir una manzana diaria, porque aporta la cantidad necesaria de vitamina C, además de producir un sueño mucho mas reparador”.
Rengifo considera que una dieta equilibrada de frutas es mejor para la gente que realiza ejercicio de más de 45 minutos diarios (como mínimo 4 veces por semana), ya que para la rutina de ejercicios no se puede ingerir ninguna otra azúcar que la de las frutas.
Astudillo coincide con Rengifo y recomienda también ingerir frutas a media mañana o después del almuerzo, ya que disminuye la ansiedad de comer y de esta forma se controla el hambre.
Resalta que se deben comer los corazones de las peras y de las manzanas, así como la piel de las uvas, ya que son las partes que contienen las enzimas más potentes y también la mayor proporción de aminoácidos.
El gastroenterólogo Eduardo Puente cuenta que el consumo de frutas en una dieta ayuda cuando las personas necesitan una depuración y desintoxicación de su cuerpo, especialmente cuando se siente el estómago pesado. Sin embargo, advierte que estas dietas pueden producir cansancio, fatiga, diarrea e inflamación intestinal, debido a que su consumo en demasía aumenta la fibra en exceso.
Puente dice que se producen efectos adversos, especialmente en personas que no son acostumbradas a comer fruta en abundancia. Resalta que se les debe dar un consumo responsable, ya que las frutas también actúan como un diurético natural, y que en general poseen un alto contenido de agua que estimula al riñón para su mejor funcionamiento.
El consejo de Puente, Rengifo y Astudillo es, finalmente, el mismo: antes de lanzarse a una dieta se debe preguntar a un especialista.
Punto de vista
Nora Falconí / Nutricionista de Endocare
La fruta es considerada como el “alimento perfecto”, por su fructuosa, que puede ser transformada con facilidad en glucosa, lo que significa que limpia y purifica el cuerpo al mismo tiempo.
Como suelen estar en casi todas las dietas que recomiendan los especialistas, la gente asume que, si come más frutas de lo habitual estará haciendo algo saludable, y no es así.
Según la dietóloga Lorena Astudillo, si se consumen muchas frutas también se sumará al organismo una gran cantidad de calorías y azúcar. “Comer frutas en exceso no es conveniente porque, por ejemplo, tres manzanas al día tienen la misma cantidad de calorías que un plato de pasta.
Otro detalle sobre el que Astudillo pide atender es el de la tipificación de sangre del comensal, porque las personas con tipo de sangre B, comúnmente, no pueden consumir frutas cítricas porque son ricas en vitamina C. Agrega que las personas que tienen tipo de sangre O+ tienen menos problemas al consumir cualquier tipo de frutas en una dieta.
Íngrid Rengifo, especialista en estética y nutrición a base de ejercicios, explica que la dieta de frutas es buena si se la aplica en un tratamiento de purificación del cuerpo. “En el sistema de alimentación, la fruta es lo último que se debe ingerir.
Debe comerse tres veces al día sin repetir la misma fruta y, obligatoriamente, ingerir una manzana diaria, porque aporta la cantidad necesaria de vitamina C, además de producir un sueño mucho mas reparador”.
Rengifo considera que una dieta equilibrada de frutas es mejor para la gente que realiza ejercicio de más de 45 minutos diarios (como mínimo 4 veces por semana), ya que para la rutina de ejercicios no se puede ingerir ninguna otra azúcar que la de las frutas.
Astudillo coincide con Rengifo y recomienda también ingerir frutas a media mañana o después del almuerzo, ya que disminuye la ansiedad de comer y de esta forma se controla el hambre.
Resalta que se deben comer los corazones de las peras y de las manzanas, así como la piel de las uvas, ya que son las partes que contienen las enzimas más potentes y también la mayor proporción de aminoácidos.
El gastroenterólogo Eduardo Puente cuenta que el consumo de frutas en una dieta ayuda cuando las personas necesitan una depuración y desintoxicación de su cuerpo, especialmente cuando se siente el estómago pesado. Sin embargo, advierte que estas dietas pueden producir cansancio, fatiga, diarrea e inflamación intestinal, debido a que su consumo en demasía aumenta la fibra en exceso.
Puente dice que se producen efectos adversos, especialmente en personas que no son acostumbradas a comer fruta en abundancia. Resalta que se les debe dar un consumo responsable, ya que las frutas también actúan como un diurético natural, y que en general poseen un alto contenido de agua que estimula al riñón para su mejor funcionamiento.
El consejo de Puente, Rengifo y Astudillo es, finalmente, el mismo: antes de lanzarse a una dieta se debe preguntar a un especialista.
Punto de vista
Nora Falconí / Nutricionista de Endocare
Una dieta de dos días
Se recomienda una dieta depurativa después de que hayamos tenido una gran comida. Debe durar máximo dos días y la persona debe quedarse en casa en ese tiempo, para que el organismo se pueda limpiar y establecer así un equilibrio corporal. En una dieta de frutas se recomienda además tomar mucha agua y zumo de verduras. No están recomendadas para embarazadas ni niños.
Hay que masticar bien
Los especialistas recomiendan comer cinco porciones de frutas al día (de 1 a 2,5 kilos de frutas al día, según el peso del comensal) para mantener la salud.
Es mejor comer la fruta en su forma sólida que hacerla jugo, porque en el proceso se elimina la fibra.
Se recomienda que las frutas se las ingiera junto con la cáscara, en los casos que sea posible, ya que en la piel está la mayor carga de vitaminas.
Ciertas cáscaras, se- millas y corazones de las frutas pueden masticarse bien, hasta darles consistencia líquida.
Fuente: EL COMERCIO*
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