Cecilio Moreno / REVISTA VISTAZO
A la inauguración del puente más largo del país en Bahía de Caráquez se suma un viaducto sobre la desembocadura del río Esmeraldas y la construcción de un cuarto puente al pie del río Guayas. Son casi cinco kilómetros de hormigón y cerca de 300 millones de dólares de inversión.
“Eran dos kilómetros que interrumpían el cruce de productos, visitantes, parientes y amigos”, recordó la ministra de Transporte y Obras Públicas María de los Ángeles Duarte a inicios de noviembre.
En agosto último se había inaugurado un viaducto de 832 metros que mediante cuatro puentes une a la capital de la provincia de Esmeraldas con su aeropuerto y con una rica zona productiva, acercándola aún más al turismo y ecoturismo nacional.
Para 2011 se espera por fin la culminación de la ampliación del puente de la Unidad Nacional en el tramo Puntilla-Durán, más conocido como “El cuarto puente”.
Los dos primeros fueron construidos por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército con ligeras variantes a los plazos previstos, el último por la compañía china Guangxi Road que aún batalla por prórrogas para culminar el puente. Las tres obras suman 4.617 metros lineales de hormigón y más de 280 millones de dólares de inversión.
Puente de Los Caras
Hasta hace cuatro años la idea de la construcción de un puente entre Bahía de Caráquez y San Vicente, al norte de Manabí, no pasaba de ser una utopía. Las primeras publicaciones sobre la obra aparecieron mientras en Guayaquil se construía el puente de la Unidad Nacional, a fines de los años 60. Y aunque para los bahienses el sueño siempre estuvo vivo, en la prensa nacional se volvió a mencionar el tema entre 1992 y 1996 cuando llegó al poder el arquitecto Sixto Durán-Ballén, quien se había declarado hijo adoptivo de Bahía de Caráquez.
El Mandatario hizo de ese privilegiado rincón manabita, su lugar de descanso de fin de semana. Durante ese gobierno se embelleció la ciudad, se amplió el aeropuerto Los Perales y se fortaleció el servicio de gabarras de la Armada que había sido inaugurado varios años atrás por el presidente León Febres-Cordero.
Con Durán-Ballén, Bahía ocupó una y otra vez la tapa de los diarios por la intensa actividad política que allí se desarrollaba, incluyendo una visita oficial del presidente del Perú, Alberto Fujimori. Pero el puente seguía esperando por falta de presupuesto. En 1998 un terremoto que recordó la alta sismicidad de la zona, destruyó parte del balneario pero no el espíritu de una ciudad que rápidamente se reconstruyó.
Se había vuelto común en los mítines políticos durante las campañas presidenciales que los candidatos ofrecieran al menos iniciar los estudios para la construcción del anhelado viaducto. La sola mención arrancaba aplausos. Luego, la falta de presupuesto para una obra tan costosa y quizá sobredimensionada era la mejor excusa.
Hoy es una realidad que ha devuelto la fe a toda una provincia que se ha sentido permanentemente olvidada por los sucesivos gobiernos. El clamor recurrente en editoriales de diarios manabitas ha sido por cómo las obras monumentales se ejecutaban en Quito o Guayaquil y casi nunca en una ciudad de su provincia.
Vale recordar que cuando empezó el gobierno de Rafael Correa aún había la percepción de que Manabí era bastión del ex presidente Lucio Gutiérrez. De hecho cuando éste retornó al país para entregarse a la justicia prefirió aterrizar en Manabí.
Quizá por eso, desde el inicio Correa tuvo una preocupación especial por Manabí.
Su primer Ministro de Obras Públicas fue un manabita, hizo de Montecristi la capital legislativa del país, puso la primera piedra para una nueva refinería, empezó allí la rehabilitación vial y ahora inaugura el puente más largo del país.
Inaugurado hace ya 40 años, el puente sobre el río Guayas o de la Unidad Nacional colapsó hace mucho. Tras su puesta en servicio, Durán, una pequeña parroquia que vivía del agonizante negocio ferroviario, se convirtió en la población de más rápido crecimiento del país. Hoy es una de las cinco ciudades más pobladas del Ecuador. En mitad del camino está La Puntilla, un eslabón del cantón Samborondón donde se asentaban vastos cultivos de arroz. El paso del puente transformó al sector en la zona de más alta plusvalía de la provincia.
El consiguiente aumento del uso del puente ha obligado a su ampliación. Primero y a un costo de 140 millones de dólares se duplicó el tramo más corto entre Guayaquil y La Puntilla sobre el río Daule. La obra la contrató el gobierno de Gustavo Noboa en 70 millones de dólares. Hecha por la constructora brasileña Andrade Gutiérrez, tras muchas prórrogas y modificaciones, terminó costando el doble y fue inaugurado en el gobierno de Alfredo Palacio.
El complemento es el denominado Cuarto puente entre La Puntilla a Durán. La obra emprendida por el gobierno de Rafael Correa fue adjudicada a una empresa china que por primera vez llegaba a Sudamérica. La extensión es de 1.850 metros y el contrato fue por 102 millones de dólares.
Su construcción no ha estado libre de problemas. Primero por demoras en las expropiaciones que tanto en La Puntilla cuanto en Durán debía realizar el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y luego por reiterados pedidos de prórroga en los plazos de ejecución de la obra que ha solicitado la empresa constructora china.
Hasta el momento el Ministerio ha dicho que “se analizarán los estudios técnicos y las obras complementarias que presente la contratista para ver si es factible una segunda extensión del plazo”. Al costo de la obra habrá que sumarle la construcción de un distribuidor de tráfico en el lado de Durán y que aún no se ha licitado. Por lo tanto el costo final está por verse.
Desarrollado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, la obra consiste en cuatro puentes de cuatro carriles cada uno, conectados por 10 kilómetros de vías asfaltadas con su respectiva señalización e iluminación.
Este complejo vial se proyecta como un nuevo atractivo turístico desde el cual se podrá admirar tanto la desembocadura del río Esmeraldas cuanto la vasta reserva ecológica con que cuenta la provincia verde.
La obra que demoró exactamente tres años en construcción tuvo un costo inicial de 45 millones de dólares. Pero sobre la marcha se constató que eran necesarias la ampliación a cuatro carriles de la vía de acceso al complejo vial y la construcción de un distribuidor de tráfico en el sector sur de la ciudad. Los trabajos adicionales incrementaron el costo total de la estructura en 21 millones de dólares.
Además de la ciudad de Esmeraldas, los beneficiarios primarios son las parroquias rurales Tachina, Mutile y San Mateo. Así mismo se incorpora la isla Prado al ordenamiento territorial de Esmeraldas. La municipalidad ha proyectado desarrollar actividades ecoturísticas en esa zona de abundante biodiversidad.
El puente principal tiene 434 metros de luz y está flanqueado por tres puentes adicionales: dos al norte que suman 228 metros y uno al sur de 160 metros de longitud. Incluida las vías que los conectan son 832 metros de extensión.
“Nos costó trabajo terminar a tiempo. El invierno fue muy duro y nos causó muchos problemas”, dijo el jefe de la obra coronel Pablo Villarroel, miembro del Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
Los nuevos grandes puentes salvan las desembocaduras de los tres ríos más caudalosos de la Costa y forman parte del gran eje vial denominado Costanera del Pacífico que recorre el país de norte a sur, por su lado más occidental.
Puente Los Caras
LONGITUD: 1.980 metros.
ANCHO: Dos carriles más una vía peatonal.
COSTO: 102 millones de dólares.
CONSTRUCTOR: Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
Cuarto puente
LONGITUD: 1.850 metros.
ANCHO: cinco carriles.
COSTO: 102 millones de dólares.
CONSTRUCTOR: Guangxi Road de China.
Puente de Esmeraldas
LONGITUD: 832 metros.
ANCHO: Cuatro carriles.
COSTO: 66 millones de dólares.
CONSTRUCTOR: Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
pero que deje de ser arrogante...que haga obras y deje la pendejada este presi vanidoso!
ResponderEliminar¿Y cuál es verdaderamente el quinto puente de Guayaquil?
ResponderEliminar