El presidente del gremio con sede en Miami, Gonzalo Marroquín, se mostró sorprendido por “un episodio, que si de verdad se tratara de una cuenta impaga por el alquiler de un local, estaríamos frente a un atropello desproporcionado”.
Además, “el hecho de que se hayan llevado las computadoras, el instrumento de trabajo, de investigación y de archivo de los periodistas, parecería demostrar que las fuerzas del orden están detrás de algo más importante que saldar una cuenta económica”, dijo el director del diario guatemalteco Prensa Libre.
Marroquín agregó que el exceso de fuerza y el embargo de los materiales de trabajo son un abuso de poder y un “claro caso de violación de la libertad de prensa, que las autoridades deben enmendar, ya que existió la intención de perjudicar al medio al restringir que pueda divulgar sus mensajes”.
El operativo, a su criterio, fue “abusivo e inaudito” y constituye una violación a la libertad de expresión en el país.
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