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EL UNIVERSO
CHONE-PORTOVIEJO-QUITO
CHONE, Manabí. Jésica Ponce Mejía es una de las 46 personas heridas que dejó el accidente de Reina del Camino.
Luis Edilberto Chávez Vergara, quien conducía el bus 57 de la cooperativa Reina del Camino que se accidentó la madrugada del pasado viernes, con un saldo de 36 muertos y 46 (SNGR DICE 47)heridos, no tenía licencia de conducir, según los registros de la Comisión de Tránsito del Ecuador.
Esta novedad se hace constar en el parte policial elaborado por el sargento de policía Edis Nazareno Landázuri, jefe de patrulla que actuó en el sector La Crespa, donde el bus, sobrecargado con 82 (SNGR DICE 83) pasajeros, cayó a un abismo de 110 metros. Dicho parte fue transferido al fiscal de Chone, Gabriel Solórzano, por el subjefe de Control de Tránsito y Seguridad de El Carmen, Santiago Luna.
Junto al parte se adjunta una certificación donde se especifica que Chávez no consta en el sistema como portador de una licencia de conducir de ningún tipo. El cuerpo de Chávez Vergara quedó aprisionado entre el volante y el asiento y fue señalado por los sobrevivientes como el chofer del bus accidentado en La Crespa.
Este Diario comprobó también que Luis Edilberto Chávez Vergara tenía registrado un Registro Único de Contribuyentes (RUC) como dueño de un negocio de producción de carne de chancho, con domicilio en la vía Chone-Portoviejo, justo en el sector donde residía.
Además, personas que ayudaron en el rescate afirmaron al equipo de este Diario, en el sitio de la tragedia, que Chávez portaba una licencia que supuestamente no llevaba su nombre. Un testigo incluso señaló que al lugar llegó, la mañana del viernes, una señora que lloraba y se identificaba como la madre del conductor, pero minutos después se retiró, tranquila, aduciendo que su hijo la llamó y estaba en Quito. Esta versión no la corroboró la Policía.
Ayer en la tarde, al consultarle sobre la situación del conductor del bus accidentado, José García, director del Consejo de Tránsito de Manabí, refirió que no tenía detalles de ese tema y no podía pronunciarse.
Esta situación se suma al hecho de que el bus viajó con 82 pasajeros, pese a que su capacidad era de 45, sin que la Policía haya controlado a lo largo de casi 300 km de recorrido.
Hasta ayer en la tarde, pese a que habían transcurrido tres días del accidente, las autoridades policiales y de la Comisión Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Cnttt) no concluían el informe técnico solicitado el mismo viernes por el director de este último organismo, Ricardo Antón.
La Policía de Tránsito, por medio de su vocero, Juan Zapata, anunció el pasado sábado que dicho informe ya estaría listo ayer. Pero este no salió hasta las 16:00.
Dos grupos analizaban durante todo el día la caída al precipicio de la unidad 57 de Reina del Camino: uno conformado por agentes del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT), quienes anunciaron que elevarán entre hoy y mañana un informe; y otro constituido por oficiales de la Dirección de Tránsito y miembros de Ministerio del Interior, para tratar cambios inmediatos en el asunto de control.
Investigadores del SIAT manifestaron que son cuatro las variables que se estudian como causales del accidente mortal. Entre ellas están el exceso de pasajeros con que circulaba la unidad, una mala maniobra del conductor, el mal estado mecánico del bus y dificultades en la vía, como la calzada mojada.
Ricardo Antón señaló que está a la espera del informe policial para aplicar las sanciones respectivas a la cooperativa, a la que clausuró el viernes.
Antón responsabilizó a la Policía por el control del transporte interprovincial. Aclaró que los uniformados “son los que deben responder del porqué no se dieron los controles”.
Cifras contradictorias
Mientras el fiscal de Chone Gabriel Solórzano, quien realizó las diligencias por el accidente, se ratificaba desde el viernes en que eran 36 muertos y 46 heridos, la Sala Situacional de la Gobernación de Manabí informó que eran 37 los muertos, aunque el sábado entregó un listado de 35; la gobernadora María Luisa Moreno aseguraba el sábado que eran 47 muertos; luego dijo 37. Ayer la Sala Situacional determinó que, efectivamente, eran 36. “No fue una descoordinación, sino una confusión”, afirmó Moreno, y dijo que esos desfases se daban mientras se ajustaban las cifras.
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