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EL UNIVERSO
PORTOVIEJO-CHONE-QUITO
PORTOVIEJO.- En esta ciudad se hace la inspección técnica de los 131 buses de la suspendida cooperativa Reina del Camino. Hasta el mediodía de ayer, 70 pasaron los controles sin novedades.
SAN ISIDRO, Manabí. La tarde del sábado se celebró una misa campal en memoria de los fallecidos en el accidente.
Entre hoy y mañana, la Policía entregará un informe oficial sobre lo sucedido en el accidente de la unidad 57 de la Cooperativa Reina del Camino, placa MAT-195, que cobró la vida de 36 personas y dejó 47 heridos, el viernes pasado.
Juan Zapata, vocero de la Dirección Nacional de Tránsito, aseguró que el pronunciamiento referirá las causas y los responsables “del accidente de tránsito de mayor magnitud que ha ocurrido en el 2010”.
Ese informe responde a una medida de Ricardo Antón, director del Consejo Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre, quien al disponer la suspensión de la cooperativa involucrada en el accidente había indicado que pedirá informes a la Policía nacional y provincial respecto de la forma en que un bus con sobrecarga de pasajeros (viajaban 83 cuando la capacidad era de 45) salió desde la terminal terrestre de Quito.
Sobre eso, Zapata explicó que existen controles en cada terminal. Según sobrevivientes, el bus empezó a tener fallas en la caja de cambios desde El Carmen y minutos antes de rodar a un abismo de 110 metros, en La Crespa, no le entró la marcha.
La tarde del sábado, mientras se realizaba el funeral de parte de los fallecidos, en la parroquia San Isidro, de donde eran 25 de las 36 víctimas, algunos deudos anunciaron que demandarán a la cooperativa y reclamarían al Estado por no hacer cumplir la Ley de Tránsito.
Mientras, ayer, en Portoviejo, José Antonio García, director de Tránsito de Manabí, anunció que pedirá a la Dirección Nacional se le autorice revisar las 600 unidades que laboran desde y hacia esta provincia.
Lo dijo mientras monitoreaba, en el parque La Rotonda, la revisión de los 131 buses (67 tipo ejecutivo y 64 populares) de Reina del Camino. Ocho mecánicos de la Dirección de Tránsito de Manabí y dos más ubicados como veedores ciudadanos hacían los chequeos de las unidades. Hasta el mediodía de ayer, 70 pasaron los controles; ningún bus presentó problemas mecánicos o de otra índole, solo se encontraron doce casos que tenían que legalizar documentos.
El levantamiento de la sanción dependerá del informe que se haga tras la revisión, dijo García, quien aseguró que ha exhortado a los directivos de Reina al pago inmediato de las indemnizaciones por accidente y a que asuma un compromiso con los tres huérfanos que dejó el fatal accidente.
Pero mientras se revisaban las unidades de Reina del Camino, en las terminales terrestres el control de otras unidades era casi nulo. Solo Arturo López, policía de tránsito, había emitido sanciones a diez choferes porque sus unidades no tenían parabrisas en buen estado. “No se los puede detener porque la Ley no indica eso. A quienes sí se les impide salir es a los que manejen buses con llantas lisas o licencias caducadas”, señaló.
Quienes padecían dificultades eran los pasajeros que debían retornar a ciudades como Quito, Guayaquil o Esmeraldas tras la Navidad en Manabí.
Pese a que fue notificada la suspensión de la coop. Reina del Camino, las demás compañías de servicio interprovincial como Coactur, Carlos Alberto Aray y Rutas Portovejenses no habían incrementado en gran medida sus frecuencias.
Reina del Camino cuenta con 131 buses y según informaron sus directivos, tenían 7.000 pasajes vendidos para el feriado.
Un día antes, manabita rechazó últimos boletos y se salvó
Mientras en San Isidro, parroquia del cantón San Vicente, y en otras localidades manabitas se vive un drama por la muerte de 36 personas en el accidente del bus de Reina del Camino, en la casa de la familia Cedeño Chumo, de San Vicente, había alivio, pues cinco miembros de ese núcleo aseguraban haberse salvado de morir al haber rechazado ir en el bus fatal.
Juan Cedeño, de 30 años, contó que el pasado miércoles acudió a comprar cuatro pasajes a la oficina de Reina del Camino, en Quito, para viajar a San Vicente el jueves, en el turno de las 21:00 que sufrió la desgracia. Iba a viajar con Mirian Chumo, su esposa, y sus hijas Estefanía, Carla Elizabeth y Johana Carolina.
Le dijeron que había los últimos pasajes: 42, 43, 44 y 45. No los quiso porque él siempre viaja en la mitad. Por eso compró para el turno del viernes, a las 08:00, Cuando volvió a casa, su familia lo recriminó. Ellas querían llegar rápido a San Vicente. Pero al otro día, cuando a las 07:15 se disponían a viajar, se enteraron de la desgracia. “Enseguida grité, ¡gracias, Dios mío!; le conté a mi esposa y ella se arrodilló y dijo ‘gracias Dios por permitirnos seguir viviendo’”, relató ayer.
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