Tradición. Los alimentos son indispensables en el ritual asiático.
Quevedo es la única ciudad del país donde la colonia china se reúne y honra la memoria de sus muertos. No lo hacen el 2 de noviembre como acostumbran los ecuatorianos, sino el día siguiente para evitar las aglomeraciones.
Para la conmemoración se reúnen fuera del cementerio general, ubicado entre las avenidas Los Álamos y Walter Andrade Fajardo, e ingresan por la segunda puerta.
Una delegación se encarga de llevar cuatro lechones, gallinas enteras cocinadas, camarones, pescado, frutas, caramelos, té y vino chino. Los productos serán parte del ritual en honor a los difuntos. Lo colocan de manera ordenada en el piso en un mantel rojo, característico de la nacionalidad asiática.
En vez de velas encienden inciensos, que son colocados en las tumbas de sus familiares, junto a ofrendas florales.
El acto inicia con la lectura en idioma mandarín de un papel color rojo en donde están escritos los pensamientos para sus difuntos.
Luego el papel es quemado para que el humo llegue hasta las almas que están en el otro lado, dijo Wilson Li, miembro de la Colonia China.
Con la colocación de la comida se cree que así no faltará alimentos en la vida celestial. Sigue el esparcimiento de pescado y camarones en las tumbas. Comparten entre los presentes caramelos y comida.
Luego se congregan en su sede, situada en las calles Primera y Bolívar, para compartir y anunciar lo que pasará en el año, ya sean bodas, nacimientos o graduaciones.
La comunidad china llegó al Ecuador en la década del 60, tras un periodo de expulsión en su tierra.
Primero arribaron a la capital y se dispersaron en Guayaquil, pero al pasar por Quevedo vieron que su tierra era productiva para la agricultura, por lo que decidieron radicarse en esa ciudad. Allí crearon sus negocios, como ferreterías, chifas, almacenes de variedades y comisariatos.
Actualmente Quevedo es la ciudad de desarrollo más importante para la colonia china en Ecuador.
Desde ahí se formó un mestizaje entre chinos y ecuatorianos que han formado familias. A pesar que los chinos son muy apegados a sus costumbres han logrado adaptarse a este ambiente, por lo que es común en Quevedo escuchar entre sus amigos apellidos como: Fong, Wong, Li, Chong Qui, Lang, Long, Chu y Fon Fay. YGV
Fuente: EXPRESO
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