Tener una tarjeta de crédito en esta temporada, la de mayor consumo del año, puede ser un arma de doble filo. Por un lado, un correcto uso le ayudará a programar sus compras, pero si no utiliza sus seis sentidos, sí, sus seis sentidos, podría estar en apuros el 2014 para cumplir a tiempo con sus pagos. Por ello, dos administradores de empresas, Enrique Molina y Ana María Naranjo, ofrecen una serie de consejos a los más de 2,5 millones de tarjetahabientes en el país.
El primero es de alerta, esperando que aún no sea tarde: pensar dos veces antes de aceptar las ofertas de instituciones financieras, que en las últimas semanas han incrementado sus llamadas a los clientes a ofrecerles créditos inmediatos por USD 5 000, 10 000, etc.
Es una tentación grande. Prácticamente solo se firma y ya se tiene el dinero. Sin embargo, es necesario preguntarse si su presupuesto del próximo año permitirá pagar préstamos al 16%, que es la tasa de interés máxima que se cobra en los créditos de consumo. Por ello, ambos especialistas aconsejan tomar ciertas consideraciones y medidas a la hora de salir de compras.
La vista
En una temporada de luces, colores, grandes carteles y toda clase de estrategias visuales que invitan a comprar, este es el primero de los sentidos que se debe desarrollar cuando se sale de compras.
Y el primer consejo es que al momento de cancelar con su tarjeta de crédito se fije en todos los valores que se especifican en la factura. Aunque la ley exige que los productos exhibidos deben mostrar el precio total, incluidos impuestos, eso puede ser pasado por alto debido a la fiebre de compras.
La segunda recomendación es mirar bien las tasas de interés a las cuales se está pactando el crédito. Recuerde que en esta temporada hay promociones de pago: sin intereses, a 3, 6, 12 y 18 meses plazo. Verifique en su 'voucher' que efectivamente no haya un recargo.
Y finalmente, aunque resulte tedioso, revise que el precio contemplado en la factura coincida con el que se especifica en la percha.
El oído
En estos días, más que en ninguna otra fecha, los dueños de los establecimientos y sus vendedores le hablan "bonito" para que se acerque a comprar.
Por tanto, la regla inicial es escuchar con atención las condiciones de venta del producto que pagará con su tarjeta de crédito. Por apresuramiento o por desconocimiento, en el momento de pagar se obvia escuchar qué tipo de crédito elige: corriente o diferido.
El primero significa que el pago total del bien adquirido le llegará en la factura de fin de mes. El diferido significa cancelar a plazos de 3, 6, 12, 24 o más meses, con o sin intereses. Escuche qué diferencias tiene uno de otro.
El segundo consejo es no dejar que el vendedor decida con qué tipo de tarjeta endeudarse. Algunos tienen preferencia por ciertas tarjetas, pero eso podría hacerle incurrir en gastos de operación o administrativos mayores a los de su tarjeta habitual.
Utilice siempre aquella tarjeta con la que regularmente está más acostumbrado a realizar sus compras día a día.
El gusto
Las promociones para celebrar o pasar los últimos días del año abren el apetito. Y por ello, las personas están más dispuestas a utilizar su tarjeta de crédito con tal de divertirse a lo grande estas fechas.
Esta es una de las principales razones de sobreendeudamiento a fin de año. Por ello, es necesario que, si quiere darse ese gusto, identifique las mejores posibilidades de diferimiento, con las distintas tarjetas de crédito.
Tenga en cuenta que, si es un festejo familiar, una buena táctica es gastar todo con una sola tarjeta y dividirlo para todos los miembros que disfrutarán.
El olfato
Aunque usted no lo crea, los aromas que se perciben en los locales comerciales en estas fechas abren la sensibilidad y provocan un sentimiento de generosidad. Y, por ende, la tentación de meter la mano a la billetera y sacar la tarjeta de crédito.
En este escenario, una ley de oro es evitar las compras de alimentos y bebidas, primero con el estómago vacío, y, segundo, a crédito.
Lo más recomendable, si usted es de las personas que regala fundas de caramelos y galletas a las personas de menores recursos, es destinar un fondo en efectivo exclusivamente a esta función. Evite cancelar con tarjeta de crédito y, mucho menos, en diferido.
Un error que cometen muchas personas en estas fechas también es utilizar su tarjeta de crédito para consumos frecuentes en restaurantes, por los festejos. Abra también un fondo efectivo para ello y evite la tarjeta y el diferimiento.
El tacto
Al utilizar una tarjeta de crédito, la noción de llevar y tocar los billetes desaparece. Ello conlleva a los clientes en estas fechas a dejarse llevar por una especie de poder encerrado en ese plástico.
Por ello, al momento de realizar las compras, lleve en su mano una única tarjeta, no dos, no tres... Con esa sola estrategia, aunque básica, sentirá que su nivel de endeudamiento es limitado, pese a que su cupo pueda decir lo contrario.
Una recomendación que también es clave en estos días es no tocar y probar cuanto aparato electrónico o tecnológico haya en los establecimientos. Si no está contemplado este gasto en su presupuesto, la tentación al utilizar estos equipos y tener a mano mejores opciones de diferimiento le harán desviarse de la planificación.
Y, jamás destruya las facturas. Al momento de pagar los saldos de la tarjeta le permitirán contrastar los valores y evitar gastos no pactados.
La intuición
Es quizás el sentido que abarca a todos y el más importante. El primer aspecto que debe desarrollar es el sentido común: ¿es mejor comprar esta temporada o luego?, ¿es mejor comprar por Internet o en los locales comerciales? Todas esas preguntas hacen operar al resto de sentidos engranados.
Así, si usted decide realizar sus compras por Internet, recuerde que va a necesitar una tarjeta de crédito internacional y que deberá cumplir con ciertos requisitos aduaneros de peso y de valor.
Además, al realizar compras por Internet o desplazarse al exterior a realizarlas, en su tarjeta de crédito se incluirá el pago del 5% por Impuesto a la Salida de Divisas (ISD).
No olvide también que, si usted hace sus compras en centros comerciales de otros países, el pago con tarjeta de crédito, ese instante, es corriente.
Al regresar al país, usted debe acercarse a su emisora de tarjeta de crédito y determinar los montos que desea que se hagan diferidos. Allí se incluirán, entonces, los valores por tasas de interés, conforme lo que usted decida.
Finalmente, siempre utilice su percepción para saber si está estirando su tarjeta más allá de lo que debe. Aprenda a decir ¡basta!
Fuente: http://www.elcomercio.com/negocios/compras-tarjetacredito-consejos-Navidad_0_1039096201.html.
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