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El niño de 2 años y 8 meses, que murió tras ser violado, fue sepultado esta mañana.
El menor era el producto de una violación y habría sido ultrajado por el conviviente de su abuela, quien es el principal sospechoso de su muerte.
Este lunes, tras conocerse la muerte del niño, decenas de personas quemaron el destacamento cantonal de Policía, para exigir que el sospechoso del crimen sea entregado y poder "hacer justicia".
Tras el caos vivido la tarde del lunes en Pedernales, esta mañana se realiza el funeral de Ángel Gabriel, el niño de 2 años y 8 meses que murió tras ser violado.
La mañana de este martes, varias personas llevaron el cuerpo de Ángel Gabriel, en un ataúd blanco, hasta la Iglesia María Auxiliadora, donde se desarrolló una misa.
Según se conoció, varias personas reunieron el dinero para poder comprar el cofre y la bóveda donde el pequeño fue sepultado.
Además, debido a que el niño murió el domingo, su cuerpo ya presentaba signos de descomposición.
Por otra parte, Pedernales sigue vigilado por varios Policías, para evitar que se provoquen más desmanes.
NIÑO ERA EL PRODUCTO DE UNA VIOLACIÓN
Y. N., la abuela del pequeño, indicó que su hija tenía doce años cuando fue violada por su padre. Producto de los ultrajes, la adolescente quedó embarazada y dio a luz a Ángel Gabriel.
Intentando rehacer su vida, Y. N. tuvo una nueva pareja, quien tiene actualmente 29 años.
El domingo, la mujer salió de la casa y dejó a su pequeño nieto al cuidado del hombre. Cuando volvió le dijeron que el niño había llevado al centro de salud y que estaba grave.
En el centro sanitario le comunicaron que el infante estaba muerto. Como consecuencia de una violación había sufrido daños en el colon y tenía hemorragia interna, reveló después el informe de la autopsia. Además, tenía hematomas en el cuerpo.
Quien llevó al niño al centro de salud fue la pareja de Y. N. La Policía lo detuvo como sospechoso del delito, por lo que la mujer presentó después la denuncia.
QUEMAN RETÉN POLICIAL DE PEDERNALES
El retén policial de Pedernales fue incendiado la tarde del lunes, mientras que decenas de personas pedían que el sospechoso de la violación fuese entregado.
Sin embargo, se conoció que el sospechoso había sido sacado del lugar con un disfraz de policía.
Susana Dueñas, gobernadora de Manabí, llegó a Pedernales y al ver que el destacamento policial se molestó y dijo a El Diario que los autores de los hechos vandálicos deben ser sancionados con el mayor peso de la ley.
La funcionaria aseguró que aún no tiene un informe oficial de lo sucedido, pero se va a reunir con las autoridades judiciales y policiales para tomar medidas.
Al lugar de los hechos tambien llegó Ramiro Mantilla, jefe de la Policía de la zona cuatro, quien rechazó los actos vandálicos y dijo que se buscarán a los responsables de estos actos para que sean sancionados.
‘’La Policía cumplió con detener al sospechoso de la violación y ponerlo a órdenes de las autoridades judiciales y nadie tenía que quemar el destacamento policial’’, expresó Mantilla.
Además dijo que se realizará un inventario para cuantificar las pérdidas producto del incendio.
Las autoridades confirmaron que hay dos personas detenidas por estos hechos, y que la ciudad está bajo toque de queda.
Fuente: EL DIARIO
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