viernes, 29 de noviembre de 2013

Las derechas y las alcaldías

***SNN





Orlando PérezPor Orlando Pérez

orlando.perez@telegrafo.com
@OrlandoPerezEC


Las derechas ecuatorianas intentan muchas veces repetir el libreto de las venezolanas para afrontar los procesos electorales. Y les va pésimo.


Como creen que el proceso político ecuatoriano es igual al de Venezuela, están convencidas de que la fórmula Capriles se aplica acá también. En otras palabras: cuando acusan de que la Revolución Ciudadana es copia y calco de la Revolución Bolivariana, iniciada por Hugo Chávez, hacen lo mismo sin considerar el contexto, la naturaleza y el metabolismo de cada país y proceso.


En ese panorama no tienen resuelta su propia contradicción orgánica: no ser la alternativa política porque no exhiben una salida a una supuesta crisis. Y como no hay crisis generan un imaginario perverso: Ecuador está tan mal, pero tan mal, que solo las manos bondadosas de la derecha pueden sacarle del supuesto ‘ostracismo’.


Las próximas elecciones serán la prueba de fondo y también la revelación tácita de la real situación de las derechas ecuatorianas.


La pregunta de cajón es: ¿De qué derechas hablamos en Ecuador? ¿Por qué no hablamos de una y sí de varias? ¿Qué diferencia a una de otras? ¿Hay una derecha más extremista que otra o todas tienen algo en común y solo las distancian los egos y las disputas personales?


Por lo pronto, las próximas elecciones serán la prueba de fondo y también la revelación tácita de la real situación de las derechas ecuatorianas. Ahora ya hay algunos indicios que pueden apuntalar algunas hipótesis para responder las preguntas anteriores.


La primera: entre Jaime Nebot y Guillermo Lasso pasa algo que les impide ir juntos. Los dirigentes de las dos derechas han mostrado cautela y prudencia para no revelar sus diferencias. 


Algunos allegados dicen que tras las elecciones presidenciales quedaron congeladas las relaciones porque los resultados de esa implícita alianza no satisfizo a ninguno de los dos, por todo lo que cada uno no hizo con el otro. 


La segunda: el derechista movimiento SUMA tiene la apertura con movimientos como Pachakutik, MPD y Ruptura para hablar, pero no puede consolidar una alianza con CREO, y mucho menos con el PSC, el Prian o Sociedad Patriótica. ¿Por qué será?


Las derechas capitalinas, donde ya desaparecieron del mapa los socialcristianos, ¿han recompuesto sus liderazgos, bases y grupos de apoyo? No. Llevan por lo menos una década y no atinan con quién encumbrarse y por dónde destacar. 


Reencauchan y no dan pie con bola. El intento de colocar a Mauricio Rodas como el referente tampoco cuaja y deja grietas por donde destilan todas sus inconsistencias.


En ese panorama hay dos posibilidades, lógicas en el entramado político: generar una verdadera crisis para provocar una salida efectiva en un espacio democrático o su sepultura definitiva para imaginar otro tipo de derecha que no solo piense en los negocios y en las religiosidades.


Es posible que estas elecciones (tal como lo prueban las listas inscritas y las propuestas exhibidas) no sean la causa de un hundimiento definitivo, pero sí el fin de un ciclo que requerirá una amplia discusión en ese sector, que posiblemente reciba el apoyo de sus ‘intelectuales orgánicos’ de la prensa.



Fuente: EL TELÉGRAFO



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