O saben poco del tema o les da vergüenza hablar de ello. O ambas. Los jóvenes conocen poco sobre el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, cómo se contagia o se previene.
Lo que saben, lo saben a medias, porque lo ven en mensajes televisivos o lo escuchan en charlas grupales que les dan en el colegio. Así lo demuestra un sondeo realizado por este Diario en una docena de colegios de Guayaquil.
A Israel Cabrera, de 13 años, le da vergüenza preguntar a sus padres más información. El estudiante de tercer curso del colegio Teodoro Alvarado, sin embargo, sí habla con los amigos.
Le pasa, como a muchos, que asocia el uso del preservativo a la prevención de embarazos: "evita que dejes embarazada a tu pelada". "Nosotros estamos muy jóvenes para tener hijos; primero debemos estudiar, prepararnos", insiste.
Rodrigo Chango, un joven de 22 años, sabe algo más. El sida, dice, "es una enfermedad que no tiene cura, se contrae por tener relaciones y se previene no haciendo las cosas". Sonríe y se sonroja.
Este desconocimiento o información reducida explica que la población joven, de 15 a 35 años, sea la más vulnerable en Guayas. La provincia ocupa el primer lugar de incidencia con un 70%. De ese porcentaje, el 80% está en Guayaquil, según estadísticas del Programa del VIH en Guayas.
En los últimos 10 años, la tendencia no ha cambiado en Guayaquil, el 70% de infectados son jóvenes, personas que son sexualmente activas. Y dentro de este grupo, el tema cultural es decisivo: a menos formación mayor contagio.
Las trabajadoras sexuales y los homosexuales siguen siendo un grupo de riesgo; pero a diferencia de lo que ocurría en los años 80, cuando se presentaron los primeros casos de VIH en el país, la relación de contagiados era 10 hombres una mujer; en la actualidad es de 3, 2; y en un par de años será de uno a uno, según José Muñoz, director del Programa del VIH en Guayas.
Las estadísticas no son del todo confiables, pues de acuerdo a los especialistas, por cada infectado hay 10 contagiados, indicó el médico infectólogo Washington Alemán, quien ayer dirigió una charla sobre prevención para estudiantes.
Reducir a cero la incidencia del VIH y la mortalidad por sida, en el 2015, es una meta mundial en la que está inmerso Ecuador, a través de una estrategia de cuatro componentes: transmisión vertical; manejo sindrómico (tratamiento para detección de infecciones de transmisión sexual) y atención gratuita a los pacientes; formación de mesas multisectoriales; y promoción y prevención de la enfermedad.
Hasta el momento, Muñoz reconoce que la estrategia más efectiva es el programa de transmisión vertical, que consiste en tamizar a las embarazadas y dar tratamiento a las infectadas para prevenir la transmisión madre e hijo. Hasta el momento, más de 2.200 niños nacieron sin ser contagiados.
Otra de las estrategias que apunta este programa es la atención a los pacientes; y en este sentido, más del 60% en Guayas recibe un nuevo esquema que consiste en tomar un pastilla (Viradyne) diaria, y no las cuatro o cinco diarias que recetaban los médicos y que el paciente olvidaba tomar y hacía fracasar el tratamiento.
Sacar a la luz las cifras de infecciones y demostrar que un enfermo de sida puede llevar una vida casi normal derriba el tabú que perciben muchos jóvenes al hablar de sexo, preservativos y contagios.
La información es la mejor prevención. Ya sea la que dan los padres a los hijos, la que se enseña en el colegio o la que halla uno mismo.
Fuente: EXPRESO
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