La policía los señala como presuntos cabecillas de desmanes - Acusado de muerte pasó a otro cuartel - Infante fue sepultado
Los violentos desmanes que se produjeron el lunes, en el cantón Pedernales (provincia de Manabí) tras la violación y muerte de un niño de dos años y 8 meses de edad, ya tendrían responsables.
A las 19:30 de ese día, miembros de un grupo élite de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas detuvieron a cinco personas, identificadas como cabecillas del desorden que se generó afuera del cuartel de la Policía, cuyo edificio fue incinerado.
La violenta reacción se produjo luego de que efectivos lanzaran gases lacrimógenos para dispersar a un grupo de personas que exigían la entrega del detenido por la muerte del niño.
Los revoltosos utilizaron botellas con mechas llenas de combustible y piedras que eran lanzadas hacia los ventanales del retén policial. La intención era quemar vivo al detenido, quien fue auxiliado y enviado a la cárcel El Rodeo de Portoviejo.
Para sacarlo se lo vistió con ropa tipo camuflaje. Pero los revoltosos no pararon hasta quemar la edificación y con ello nueve motocicletas, un cuadrón y un automóvil.
Según la gobernadora de Manabí, Susana Dueñas, quienes protagonizaron los desmanes "fueron unos cuantos desadaptados que se aprovecharon de la situación para actuar en vandalismo".
Identificaciones.
Las aprehensiones se produjeron durante operativos y allanamientos a viviendas del centro y de diferentes barrios del cantón. La mayoría de los sospechosos son propietarios y conductores de moto taxis.
"Al momento estamos haciendo las evaluaciones de los daños que son cuantiosos. A los detenidos se les ha identificado por testigos, fotografías, vídeos y otros argumentos. La Fiscalía ya está trabajando en las investigaciones sobre los responsables de este acto vandálico. La policía hizo lo que tenía que hacer en precautelar y cuidar la vida del reo", dijo el general Fausto Tamayo.
El caso está en manos del fiscal Víctor Hugo Menéndez.
Una vez que se legalizaron las detenciones, los sospechosos fueron llevados hasta el UPC del sitio Coaque, a varios kilómetros de Pedernales.
Este martes, la ciudadanía amaneció más tranquila. Lo que quedaba del cuartel fue custodiado por efectivos y militares. Altos mandos de la Policía continuaban con la búsqueda de más revoltosos.
Víctima de violación.
En uno de los barrios periféricos de Pedernales (Buenas Peras) era velado el cuerpo del infante que, según el resultado de la autopsia, fue violado.
Su abuela materna, una mujer de 35 años, recordó que su conviviente (de 27 años) se quedó al cuidado del pequeño, la tarde del domingo, mientras ella salió a realizar una diligencia al centro de Pedernales.
"Regresé casi a las seis de la tarde y me enteré de que el niño estaba muy grave en un centro médico. A las ocho de la noche falleció", recordó la mujer entre lágrimas.
En la vivienda de caña guadua asentada en un terreno de 3x3 y donde resaltan tres camas, la cocina y una pequeña sala, aún están las huellas de la desgracia. La velación se realizó en la casa de una vecina.
El pequeño, a decir de la abuela, fue fruto de una violación a una de sus hijas que tenía 13 años. Por eso, ella decidió criarlo. Prefirió no revelar el nombre del padre de su nieto, lo que criticó una pariente.
La mujer mencionó que conoció hace ocho meses, en un centro de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos, al hombre que intentaron quemar vivo.
Fuente: EXPRESO
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