Por Oswaldo Ávila FigueroaMientras Alianza PAIS define su plan de gobierno y promueve primarias, para su participación en las elecciones seccionales de febrero de 2014, la oposición extraviada, otra vez, intenta forjar nuevos frentes difusos para frenar, inútilmente, el poder de la Revolución Ciudadana que avanza irreversiblemente en la construcción de una nueva patria.
La derecha reaccionaria y grupos políticos equivocados e incluidos, desertores y ambiciosos, sin líderes e ideologías, insisten en intervenir en la próxima justa cívica con la pretensión de no perder el ínfimo espacio que aún les queda en el escenario de la política nacional.
Algunos articulistas de medios privados, voceros de la oligarquía, ya comienzan su intromisión, disimuladamente, en la campaña preelectoral. Insinúan nuevas alianzas para vencer al gran adversario en las justas electorales.
Uno de ellos, confundido, expresa su temor por el fortalecimiento de un solo partido y, según él, se avizora el riesgo de un régimen de terror donde nadie pueda opinar diferente.
El articulista no puede ocultar su comprometido apoyo a la derecha conservadora y como se resiste a perder privilegios y el elogio mediático se abre a la campaña preelectoral con una disimulada agresión al líder del Socialismo Siglo XXI, Rafael Correa, y al proyecto político de la Revolución Ciudadana: más obras y justicia social.
Por allá otro columnista privado, que de “Reflexiones y propuestas” nada tiene, se inmiscuye, imaginariamente, en decisiones internas de Alianza PAIS, sobre un tema de disciplina y aprovecha la ocasión para hablar de “purga ridícula”, cuando se trata de una línea de gobierno y no del gobernante.
Un tercero se agrega al coro preelectoral y recientemente afirma que “Alianza PAIS se mueve al ritmo que marca el líder y lamenta que no existan caudillos en la oposición”.
La oposición mediática, la derecha, la seudoizquierda y otros derrotados en la lid presidencial, reconocen sus errores; algunos anunciaron, en su momento, su retiro, y los tercos insisten en mantenerse en la contienda política, pese a carecer de apoyo popular.
Ahora se promueven diálogos y acuerdos entre rivales de ayer sin acercamiento ideológico. A manera de un solo ejemplo, el MPD, el Prian, Sociedad Patriótica y el PSC propugnan vergonzosa alianza para aspirar a posiciones en los gobiernos seccionales.
Como justificativo de esa repulsiva actitud, la llaman inteligente estrategia política.
El panorama preelectoral es claro: la oposición, con sus diferentes disfraces, sin norte y visión de patria, se moviliza, apuradamente, desde ya, en busca de un pedazo de espacio en los cabildos y prefecturas.
Ya veremos a la oposición abrir nuevos frentes para reanudar la agresión contra el régimen del Buen Vivir. Son los mismos rostros de políticos fracasados y articulistas marcados que se alistan a fustigar el proceso de reivindicación social del régimen, como parte de la campaña preelectoral.
Es oportuno recordar que el liderazgo de Rafael Correa cada día ilumina al Ecuador con mayor intensidad. El cambio socioeconómico es evidente con la guía de su conductor. Allí apreciamos su vasta obra, social, educativa y de respeto a los derechos humanos.
La campaña de la oposición se afirma en la agresión, demagogia y ofertas baratas. Alianza PAIS no necesita propaganda. Su gran obra está a la vista de los ecuatorianos, eso sí, con el ocultamiento de la prensa comercial.
Fuente: EL TELÉGRAFO
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