Los tsáchilas perdieron a uno de los chamanes más importantes de su comunidad. Don Liborio Calazacón Oranzona, quien murió a los 84 años.
El fallecido practicaba la curación ancestral y en su comunidad fue secretario y creó un grupo cultural y museo.
En su comuna lo lloraron amargamente. Su presencia representaba pureza y sabiduría, también fuerza y coraje.
Este guerrero jamás dejó su lanza para defender el territorio de sus hermanos que en los años 60 pretendieron arrebatarles durante la colonización mestiza.
Liborio era el último de los hermanos Calazacón Oranzona. Sus consanguíneos fueron Abraham, Samuel y Gabriel Calazacón. Abraham fue gobernador de la tribu y Liborio el secretario del pueblo.
Su vida estuvo marcada por una serie de historias y leyendas. Una de ellas está relacionada con el grado de conocimiento que alcanzó y le sirvió para evocar a los espíritus y traerlos a plano astral.
Albertina, su hija, fue testigo de eso. Asegura que lo vio comunicarse con Abraham a quien comparaba con el viento. “Cuando estaba con mi padre, él lo invocaba a través de un ritual y luego sentíamos un viento fuerte que golpeaba los árboles y nos estremecía. Él (Liborio) nos decía aquí está Abraham”.
Otra veces, narra Albertina, escuchaban con el resto de sus hermanos truenos y relámpagos. Liborio les decía que se no se alarmaran que era el tío Samuel.
Liborio aprendió eso de sus padres Alejandro y Pascuala. A los 12 años mostró un especial interés por la medicina ancestral y se preocupó por llegar a un nivel más alto.
Para despejar su mente y su alma tocaba la marimba por dos o tres horas diarias. Lo veían contento. La música lo elevaba. No le gustaba que lo interrumpieran, afirmaron sus parientes.
A nivel cultural fue fundador del primer museo etnográfico. Con sus hijos y nietos creó el grupo Tolón Pelé, que en idioma tsáfiqui significa árbol de la profundidad de la tierra.
En el pregón de fiestas por la cantonización de Santo Domingo Tolón Pelé ganó el primer puesto en la categoría carro alegórico. Aquello produjo una enorme alegría al chamán.
En la comunidad hubo una celebración. Lamentablemente Liborio no alcanzó a recibir el premio. La entrega está prevista para fin de mes.
ESTABA PREPARADO
El sábado, Liborio atendió con normalidad. A las 05:00, varios interesados en sus curaciones lo esperaban. Al mediodía se descompensó y el domingo murió.
Los familiares lo llevaron al hospital y luego a una clínica, a pesar de la negativa de Liborio. Él estaba convencido que había llegado su hora.
Minutos antes de morir realizó un ritual de despedida e invocó a sus dioses, entre ellos Pipoa (dios del Sol) luego les dijo que no teman, él estaba preparado para entregar su alma.
Liborio nació el 24 de diciembre de 1927. Tuvo 9 hijos, 27 nietos y 8 bisnietos.
Sus restos mortales fueron enterrados en la comuna Chigüilpe junto a los de su madre. En el sepelio estuvo presente la alcaldesa Verónica Zurita y Rodrigo García del Gobierno Provincial.
Gumercindo Aguavil, gobernador Tsáchila declaró una semana de luto en la nacionalidad.
El sábado, Liborio atendió con normalidad. A las 05:00, varios interesados en sus curaciones lo esperaban. Al mediodía se descompensó y el domingo murió. Los familiares lo llevaron al hospital y luego a una clínica, a pesar de la negativa de Liborio. Él estaba convencido que había llegado su hora.
Minutos antes de morir realizó un ritual de despedida e invocó a sus dioses, entre ellos Pipoa (dios del Sol) luego les dijo que no teman, él estaba preparado para entregar su alma.
Liborio nació el 24 de diciembre de 1927. Tuvo 9 hijos, 27 nietos y 8 bisnietos.
Sus restos mortales fueron enterrados en la comuna Chigüilpe junto a los de su madre. En el sepelio estuvo presente la alcaldesa Verónica Zurita y Rodrigo García del Gobierno Provincial.
Gumercindo Aguavil, gobernador Tsáchila declaró una semana de luto en la nacionalidad.
Fuente: EXTRA*
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