En una cooperativa de Florida Norte. En este lugar, la Policía detuvo a una de las personas que supuestamente vendía droga al menudeo.
Al fondo de un callejón de tierra, la casa de madera esquinera está en silencio. Parece no haber nadie en su interior. Es mediodía. Los estudiantes de dos planteles fiscales cercanos entran y salen.
Una mujer se asoma a la puerta de la vivienda, casi cubierta con maleza. Ingresa rápidamente al percatarse de la presencia de extraños. En la pared de tablones apolillados solamente se distingue la publicidad de una cerveza.
Los vecinos de ese callejón dicen que en ese inmueble permanecen personas que venden droga. En este sector, conocido como La Florida, en el norte de Guayaquil, los moradores aseguran que los expendedores de alcaloides “se apoderaron del barrio”.
En una de las calles trasversales, la única asfaltada, una mujer que está en una tienda afirma que los desconocidos aprovechan el paso de estudiantes para ofrecer los pequeños paquetes. “Allí, en la esquina es el foco infeccioso. Lo hemos denunciado a la Policía, pero no han hecho nada”, afirma la mujer, detrás de una reja.
El cuartel de Policía del sector, opera con seis patrulleros y los uniformados dicen que recorren la zona dos veces al día. Hace dos semanas, allí fue arrestada una persona de quien se decía expende narcóticos al menudeo.
Según los agentes, el hombre fue denunciado a través de llamadas anónimas. El sospechoso fue presentado a la prensa con 29 gramos de cocaína. La Policía considera que el microtráfico busca ampliarse a través del expendio y reclutamiento en planteles educativos y sus alrededores.
Según la Dirección Nacional Antinarcóticos, hasta julio se incautaron en el país 21,2 toneladas de droga, solo cinco menos que lo capturado en el 2011.
De esa cantidad, 10,8 toneladas se han incautado en Guayas.
Los operativos llevaron a la detención de 237 personas, únicamente por tráfico. Hasta este mes, en Guayas, el número de detenidos (por tenencia y tráfico ilegal) sumó 550 personas.
El mes pasado, la Policía detuvo a otro sospechoso de expender pequeñas cantidades de narcóticos a estudiantes. Un hombre de 21 años fue presentado por los agentes Antinarcóticos. Ocurrió el pasado 8 de junio, tras una denuncia de los directivos de un plantel del centro de Guayaquil.
Ellos contaron a los agentes que el hombre “se valía de dos adolescentes para ingresar las dosis de droga al plantel”. En el interior, las dosis eran ocultadas en los baños, según las autoridades.
La Dirección de la Policía para Menores (Dinapen) decomisó 20 fundas con heroína y cocaína, que supuestamente estaban en poder de los adolescentes.
“Es muy preocupante que esa gente ande por aquí, porque hay muchos niños que caminan solos”, denunciaba un padre de familia de dos alumnos.
La Policía de Guayaquil dice que La Florida es uno de los sectores en donde se ha extendido el microtráfico. Otros cinco sectores del noroeste, sur y centro de Guayaquil también están identificados como focos para esta actividad montada por grupos ilegales.
Según la Jefatura Antinarcóticos, en los últimos 15 días, en Guayas se han decomisado 8,8 kilos que tendrían como destino la venta al menudeo en zonas urbanas y rurales de la provincia. En los operativos se detuvo a 42 personas. La Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas sanciona con penas de entre 12 y 16 años de reclusión la tenencia y posesión de sustancias estupefacientes y psicotrópicas.
Para reducir la influencia de los microtraficantes, los agentes recurrieron a charlas de prevención en los colegiales. En Guayaquil, hasta junio pasado, el programa de concienciación abarcó a 50 planteles educativos.
Las charlas directas con los estudiantes refuerzan la campaña que el Ministerio del Interior inició en marzo pasado para denunciar anónimamente a quienes expenden alcaloides en centros educativos, discotecas y espacios de esparcimiento juvenil.
“Nosotros llegamos a los planteles con información práctica, con videos y material interactivo”, dice el jefe Antinarcóticos del Guayas, Wladimir León. El oficial indica que por la presencia de menores que presuntamente actúan como ‘enganchadores’ para la venta ilegal, esos casos se manejan con información cruzada de la Dinapen. “Los planteles son el territorio de los microtraficantes, porque allí existe una población vulnerable”, señala.
Las redes internacionales
Antinarcóticos revela más datos sobre la microventa de marihuana. Los agentes detectaron que al menos un grupo ilegal se dedica a traficar grandes cargamentos desde Perú, para luego distribuir en pequeñas dosis en la ciudad.
Los 300 kilos de marihuana hallados dentro de un carro en un sector del Suburbio lo corroborarían, según la Policía.
La última encuesta del Consejo Nacional de Sustancias Psicotrópicas y Estupefacientes (Consep) sobre consumo de droga en adolescentes reveló que la edad promedio del primer consumo era de 12,9 años. La edades promedio del primero consumo de marihuana y cocaína eran de 14,6 y 14,4 años respectivamente. Las cifras son a escala nacional.
En Guayaquil, el 4,8% de jóvenes encuestados dijo haber probado marihuana en el último mes. “Si ves a tu compañero que fuma marihuana, es probable que quieras hacer lo mismo”, sugiere la rectora de uno de los planteles donde la Policía recientemente detuvo a un expendedor.
En la encuesta del Consep del 2008, el 7% de alumnos consultados en Guayaquil dijo que le ofrecieron marihuana en el interior y en los exteriores del colegio. En el país, esa medición fue del 4,9%.
La encuesta en marcha
La Policía tiene programas en favor de los jóvenes. Allí están, por ejemplo, Escuela segura y Campo estudiantil de orden y seguridad ciudadana. Estos buscan prevenir la violencia y el consumo de drogas.
En los programas participan las policías comunitarias con líderes juveniles y estudiantiles. Las charlas se realizan en planteles y casas comunales.
En junio, el Consep comenzó a montar una nueva encuesta sobre el consumo de drogas en instituciones educativas. Los primeros datos se recogen en planteles de la región Costa.
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