Más allá de la tragedia del bus en Yambo

***SNN
por rubendariobuitron
Este domingo 29 de agosto hubo una tragedia en Yambo. A las 3:40, un bus de la cooperativa Turismo Oriental, que viajaba entre Cuenca y Quito, cayó a un abismo. Murieron 38 pasajeros, incluido el chofer, y quedaron 12 personas heridas.

Una tragedia que la prensa ecuatoriana cubrió con especial énfasis. Como muchos otros accidentes. Sin embargo, la mayoría de la prensa, con pocas excepciones, se quedó en lo superficial: los muertos, los heridos, el chofer, la Policía, la hora del accidente…

El problema de los medios y los periodistas, en este caso, es que si no contextualizamos el tema, lo más probable es que mañana, en una semana o en un mes, volvamos a reportear lo mismo pero con otros muertos, en otra carretera, con un bus de otra cooperativa…

Hay que hacer periodismo de verdad, por favor. Periodismo de contextos, de relacionamientos con el pasado y con el futuro, de enganches y enlaces con realidades paralelas, de entender por qué suceden las cosas más allá de lo aparente.

Hay que indagar por qué el promedio de accidentes de tránsito en el Ecuador es uno de los más altos en el mundo (solo en el 2009 hubo 14.992 percances, con decenas de muertos).

Hay que saber cómo trabajan las cooperativas de buses (cuántas unidades tienen, cuántos choferes, tienen seguro de vida o no, cuántas frecuencias ofrecen en relación con la cantidad de buses, en qué estado están estos transportes, cómo protejen a los pasajeros….).

No nos quedemos en narrar la tragedia. Porque si lo hacemos de manera coyuntural, la coyuntura se seguirá repitiendo. Y repitiendo. Y repitiendo.

Y nuestro rol periodístico es tocar los hilos de fondo del problema: ¿hay una mafia que permite circular buses viejos? ¿Por qué las licencias de conducir caducan y, sin embargo, muchos choferes siguen trabajando con ellas? ¿quién da los permisos policiales y municipales para que las unidades deficientes sigan circulando?

He ahí un gran tema para los periodistas investigadores. Para los medios responsables. Para la prensa que no se queda en la epidermis de los hechos.