COYOTERISMO VIVE "GRACIAS" A TODOS

***SNN
DIARIO HOY

Algunas causas: afectados no denuncian los casos, falta de apoyo por parte de justicia, falta recursos a la Policía .
El tráfico de personas en el Ecuador es un delito recurrente y aumenta por las grandes cantidades de recursos económicos que genera para quienes se dedican a esta actividad.

Ese es el criterio de Claudio Guerra, subdirector de Investigaciones de la Dirección Nacional de la Policía Judicial (DNPJ), aunque no se atreve a dar cifras de cuánto movería el coyoterismo cada año.

Empero, hace algún tiempo atrás, Héctor Flores, coordinador para el combate al tráfico de migrantes de la Fiscalía, calculó que en el país se mueven cada año más de $40 millones por coyoterismo.

Según Guerra, hay varios factores internos que permiten que este ilícito mantenga niveles altos como la falta de apoyo de las autoridades judiciales, la angustia de la gente que busca mejores días fuera del país, las "leguleyadas" de muchos abogados que vulneran las leyes en favor de implicados en este delito, las pocas denuncias de los afectados, etc.

Según estadísticas oficiales, desde hace 10 o 15 años, la mayor cantidad de migración ilegal procede del Austro del país. Dada la complejidad de este fenómeno, la Policía estableció hace algún tiempo varias unidades especializadas en la lucha contra el tráfico de personas.

De hecho, hasta 2008, el trabajo de estas unidades fue financiado con recursos extranjeros, especialmente de la Embajada de los EEUU a través del ex Centro de Operaciones Anti Coyoterismo (COAC). Pero, desde ese año, la cooperación quedó suspendida por divergencias de autoridades de ambos países.

Pocos casos son juzgados. Según Guerra, una de las formas de parar el coyoterismo es persiguiendo y sancionando a quienes defraudan o estafan a los migrantes.

Pero de esto hay pocos ejemplos. En Chimborazo, en 2006, tres coyoteros fueron sentenciados. La Red de Migrantes de esa provincia ayudó para llevarlos a la justicia.

En agosto de 2005, la Fiscalía de Manta abrió un expediente para investigar la muerte de 94 de los 103 emigrantes que se ahogaron entre las costas de Esmeraldas y Colombia. De esto, no hubo culpables.

Pese a la gravedad del fenómeno, la Policía no cree que en el país haya una relación entre tráfico de drogas y personas como en México, donde las mafias se dedican a toda clase de ilícitos: tráfico de drogas, personas, armas, etc.

'Es cobardía de los jueces no sancionar el coyoterismo'

Entrevista
Alfredo Alvear Enríquez. Es doctor en Jurisprudencia. Hace algún tiempo, se desempeñó como director nacional de Asesoría Jurídica de la Fiscalía General del Estado.

Fue director ejecutivo de la Comisión de Control Cívico de la Corrupción (CCCC). Actualmente, es fiscal general subrogante del Estado.

El fiscal subrogante del Estado, Alfredo Alvear, dice que es "cobardía de los jueces" de Cañar y Azuay no sancionar como se debe el delito de tráfico o trata de personas, proxenitismo o también llamado "coyoterismo", que sigue en auge en esas provincias, de donde salieron personas como las que murieron masacradas por el grupo paramilitar de Los Zetas en la frontera entre México y los EEUU.

- ¿Qué está haciendo la Fiscalía para frenar el coyoterismo y evitar que mueran compatriotas en alta mar o a manos de grupos criminales como Los Zetas en la frontera México-EEUU?
No sé cómo puede seguir existiendo coyoterismo en las provincias de Cañar y Azuay. Los jueces debían aplicar la ley para que se dé término a esta explotación inhumana, que pone en peligro la vida de seres humanos.

Voy a pedir a los fiscales de Azuay y Cañar que me hagan un examen exhaustivo para saber quiénes y cómo están cumpliendo sanciones frente al delito de coyoterismo, y por qué otras personas no han sido sancionadas.

- ¿O sea que el delito persiste y no hay quién lo sancione, por ello sigue imparable?
Entiendo que existe todavía este delito nefasto que nosotros llamamos "coyoterismo" (tráfico de personas). Lo he dicho categóricamente: considero que es una cobardía de los jueces al no haber sancionado como debían.

- En cuanto al intercambio de información con las fiscalías de otros países para hacer un frente común ante este fenómeno, ¿qué han hecho?.

Tenemos intercambio frecuentemente. A casi todo el mundo solicitamos y también nos solicitan asistencia jurídica. Tenemos convenios especiales para esto con todos los países latinoamericanos.

- ¿La Fiscalía dispone de estadísticas de cuántos detenidos hay en el Ecuador por el delito de tráfico de personas desde aquí, o sabe qué se debería hacer para contrarrestar ese delito?.

Un procedimiento para contrarrestar estas actividades ilícitas sería que el Gobierno del Ecuador logre, por ejemplo, con el Gobierno de los EEUU, que se den visas temporales en los lugares de trabajo para los ecuatorianos que por su mala situación económica se ven obligados a emigrar. Esa sería una de las soluciones, porque entonces todas estas formas ilícitas desaparecerían, porque las personas ya sabrían que tienen una visa temporal.

- Estados Unidos ya aplican eso con otros países...
Hay visas temporales otorgadas por los EEUU a México para que, en tiempo de cosechas, los campesinos mexicanos vayan a trabajar en el país vecino. Nosotros también podríamos solicitar, a través del Gobierno, ese tipo de visa y allí sí se cortarían todos estos crímenes que se producen a diario.

- Para garantizar la vida de la familia del único sobreviviente ecuatoriano de la masacre en la frontera México-EEUU ante la venganza de la mafia de los coyoteros, ¿qué han hecho?.

Están bajo el sistema de protección de víctimas y testigos. La protección es especialmente policial, para que no se atente contra la vida del sobreviviente, que es un testigo fundamental en este asesinato monstruoso.

Detención por coyoterismo va en aumento
En el país se registra un promedio de 9,1 denuncias cada mes por el delito de tráfico de personas. Sin embargo, la mayoría de casos no se denuncia por temor a represalias de las mafias delictivas

El comandante de Policía de Pastaza, Guillermo Valarezo, informó el viernes último de la captura de Rafael Floresmilo Medina Gallegos, supuesto traficante de personas o coyotero, quien recibía dinero por sacar del país a ciudadanos de Puyo.

El jefe policial indicó que Medina fue capturado después de una exhaustiva investigación realizada en Cuenca y Puyo, con base en varias denuncias de personas que eran engañadas, sacadas del Ecuador ilegalmente a cambio de la entrega de fuertes cantidades de dinero.

El pasado 22 de agosto, el paquistaní Faisal Abbas fue detenido en Quito por la Policía acusado de coyoterismo y falsificación de documentos. Pedía $5 000 a cada paquistaní por traerlos al Ecuador y luego llevarlos a los EEUU. Esta captura se dio gracias a la denuncia de afectados.

Según cifras de la Dirección Nacional de la Policía Judicial, de enero a julio de 2010, se han reportado 55 denuncias por el delito de trata de personas, proxenitismo o coyoterismo (ver recuadro), equivalente a 9,1 denuncias cada mes.

Sin embargo, esa cifra no es la real en cuanto al fenómeno, según lo admite la Policía Judicial, puesto que la mayoría de casos no se denuncia por temor a represalias por parte de estas mafias delictivas, o porque hay personas que cuando los agentes hacen las investigaciones protegen a los coyoteros, porque, tal vez, como algún familiar ya pudo llegar a los EEUU a través de esa línea de contacto, tienen la esperanza de que otro pariente o amigo llegue.

Azuay y Cañar son las provincias del Austro en donde más operan estas mafias de traficantes de personas y, por ende, de donde más salen migrantes, pero en las estadísticas no constan porque, justamente, no se denuncia.

Por ello, muchos de los expedientes que abre la Fiscalía para investigar este delito se inician de oficio, debido a que los afectados no presentan sus denuncias.

En cuanto a la cifra de detenidos por este delito, las mismas estadísticas policiales dan cuenta de que de enero a julio del presente año se ha logrado aprehender a 75 personas implicadas. En cambio, en todo 2009, se detuvo a 53 personas, lo que implica que, al parecer, los afectados por este fenómeno cada vez se atreven a denunciarlos más, pero a su vez, que el delito va en aumento.