En el Olímpico Atahualpa. La hinchada barcelonista celebró con euforia el gol de Michael Arroyo en el triunfo sobre el Quito. Fue una victoria clave en la campaña torera.
El hincha no se hace, nace. A esa conclusión llega Ángel Encalada, de 56 años, al recordar la transmisión del primer título alcanzado por Barcelona a través de la radio guayaquileña Mambo, en 1960.
La emisora ya no existe. Y, su hermana, con quien sintonizaba la emisora falleció. Pero el amor de Encalada al equipo torero continúa. “Desde que estaba en el vientre de mi madre yo era barcelonista”, expresó el propietario del restaurante Pollos a la brasa Barcelona.
Desde el letrero del local, ubicado en Boyacá y Sucre (centro de Guayaquil), hasta las paredes interiores forradas con fotos del equipo canario, evidencian su idolatría al club. Encalada apadrina las divisiones menores del equipo y da alimentación sin costo a los jóvenes futbolistas.
El martes pasado, decenas de hinchas amanecieron fuera del local en busca de una entrada para el partido de hoy, debido a que en el restaurante se había vendido boletos hasta el lunes. Las banderas se convirtieron en cobijas y Encalada les brindó el desayuno.
Otro hincha que ha visto todos los campeonatos del club torero es el historiador y periodista Alberto Sánchez. “Barcelona despierta una verdadera pasión. Es un fenómeno de raíces sociológicas algo difícil de explicar pero que existe”.
Para él, la causa de la idolatría a Barcelona está en su historia. En 1940, la popularidad del equipo creció gracias a los encuentros contra Deportivo Cali y Los Millonarios, dos de los mejores de la era dorada del fútbol colombiano.
También resalta como posible motivo de la idolatría las giras que el club realizó en Quito desde 1931. “Más que resultados en los partidos, lograron el cariño de la gente”. En 1932, ocho jugadores toreros fueron suspendidos porque el club no había pedido permiso a la Federación para la gira (entonces, no se jugaba el Campeonato de la Serie A).
Pese a estos problemas, Barcelona mejoró y, en 1948 se consolidó como el conjunto más popular en Guayaquil.
La prensa también aportó a la pasión por el club canario. Sánchez recuerda que El Telégrafo fue el primero en bautizarlo como ‘El Ídolo’, mientras El Universo y La Prensa coincidieron en el titular ‘Clásico del Astillero’ a los encuentros Barcelona-Emelec.
Otro episodio que mantuvo la idolatría de la hinchada amarilla fue la ‘Hazaña de La Plata’. En 1971, Barcelona venció a Estudiantes de La Plata con un gol del sacerdote Juan Manuel Basurco tras un pase a Alberto Spencer. El mérito de Barcelona es que el club argentino era tricampeón de la Libertadores y nunca antes había sido vencido en su estadio.
Otro puntal de Barcelona es la tradición familiar, coinciden Sánchez y Jimmy Espinoza, hijo del emblemático hincha torero Julio Espinoza (+) más conocido como ‘el hombre de la campana’.
Espinoza heredó el amor a Barcelona y el negocio de su padre. En un quiosco ubicado en la esquina de Chile y Aguirre (centro del Puerto Principal), comercializa banderas, camisetas, gorros, adhesivos... del Ídolo desde las 07:00 hasta las 17:00.
No solo en el negocio de Espinoza está presente el equipo torero. En su casa también tiene afiches de los canarios. “Yo nací para Barcelona y moriré para Barcelona”, enfatizó el miembro de la barra torera Sur Oscura al preguntarle cuál era el motivo de su pasión.
Entre el bloque de prendas amarillas que vende en su quiosco hay un pequeño espacio azul con prendas del club eléctrico. “Ellos están molestos, pero yo los quiero igual”, dijo sonriendo.
Otro hincha que trabaja en un ambiente amarillo y azul es el barcelonista Jorge ‘Yoyo’ Pinargote. Él es propietario, junto a su hermano Galo -que es emelecista- del bar El Cabo Rojeño, ubicado en Rumichaca y Urdaneta (centro de Guayaquil).
La mitad del lugar esta decorado con las glorias de Barcelona y la otra con las de Emelec. A diferencia de Espinoza, ‘Yoyo’ no posee antepasados toreros. Él es la ‘oveja amarilla’ entre sus hermanos, aunque su esposa e hijos son “barcelonistas empedernidos”.
Recuerda que su padre lo llevaba a ver cada Clásico del Astillero para que alentara a los eléctricos. Pero el pequeño ‘Yoyo’ solo gritaba los goles canarios. "No le quedó más que resignarse”, expresó. Por eso coincide con Encalada y Espinoza en que “hincha se nace”. Los tres celebrarán hoy la estrella 14 en el estadio Monumental.
Fuente: EL COMERCIO*
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