El joven fue llevado al Hospital de Quevedo aún con vida pero después de unos minutos falleció.
QUEVEDO. A las 20:00 del lunes, dos sujetos a bordo de una motocicleta color rojo con blanco descargaron una ráfaga de balas en contra de la humanidad de José Ignacio Anzules Navarrete, de 22 años, cuando se encontraba en la parroquia Viva Alfaro cerca del parque Las Garzas.
¡Hijo levántate no puedes estar muerto! ¡Malditos mataron a mi hijo!, estas y otras frases eran las que repetía la madre de la víctima y que se escuchaba hasta las afueras de la morgue del hospital Sagrado Corazón de Jesús, a donde acudieron muchos amigos y familiares.
Carlos Anzules, padre del occiso, mencionó que el joven estaba caminando con su conviviente con quien tenía unos meses viviendo cerca del mencionado parque y los hirieron gravemente.
Ella recibió un tiro
El joven fue llevado al Hospital de Quevedo aún con vida pero después de unos minutos falleció.
La joven con quien caminaba recibió un balazo en el muslo y fue atendida en el Nosocomio quevedeño.
Según su padre, quien se desempeña como administrador del salón Simón Bolívar de la Ciudadela Municipal, había laborado en el Gobierno Municipal de Quevedo en la entrega de kits escolares en el inicio del año lectivo y actualmente trabajaba en una compañía de electricidad en el cantón San Lorenzo de la provincia de Esmeraldas.
La velación se realizará en la calle Primera y la C de la parroquia Siete de Octubre en casa de la abuelita.
Un aprehendido
Agentes de Criminalística y Policía Judicial levantaron las evidencias y efectuaron la respectiva diligencia del caso. En total encontraron 15 vainas percutidas.
La Policía realizó un rastreo en la zona para localizar al responsable del hecho y en el sector conocido como ‘La Costa’, debajo de la cama de una vivienda encontraron a unos de los sujetos. La familia se negó a colaborar con la Policía.
El adolescente que es menor de edad fue detenido para las investigaciones.
Asimismo se conoció que el occiso registra antecedentes por el delito de robo.
El médico legista de la Fiscalía, Julio Torres, dijo que tenía siete orificios de entrada y salida, de los cuales tres le perforaron el pulmón, dos impactos laceraron el corazón lo que originó la muerte.
El joven presentaba un disparo de cerca por un tatuaje, según el médico legista.
El dato
El hecho ocurrió mientras participaban de una procesión en el sector La Loreto de la parroquia 24 de mayo donde antes vivía.
Fuente: LA HORA*
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