domingo, 9 de diciembre de 2012

No hay rivales para debatir con el liderazgo y obra de Correa

***SNN








Correa no necesita dialogar con los candidatos de la oposición. A la vista de los ecuatorianos se observan los extensos puentes, red de carreteras, incremento en el presupuesto en salud y educación, la ejecución de proyectos hidroeléctricos, etc




Por: Oswaldo Ávila Figueroa
   Con ínfula notoria, a un agente aleccionado por la oposición se le ocurrió organizar un diálogo o debate entre los presidenciables, supuestamente, para apreciar las propuestas y las ideologías de los candidatos, pero en el fondo se trata de ofrecer propaganda gratuita a los insignificantes rivales del líder de Alianza PAIS, con el apoyo de la “prensa independiente”.



El encuentro no es factible, si el presidente Rafael Correa ha definido en sus cinco años y más de gobierno su posición frente al proceso de cambio que impulsa la Revolución Ciudadana por una sociedad justa, solidaria y libre de pobreza; a diferencia de los contrincantes, unos identificados con la bancocracia y oligarquía, y otros, teorizantes, seriamente comprometidos con sus intereses y los de sus financistas.



El diálogo es intercambio de criterios en busca de consenso para obtener soluciones. Debatir con el ex militar es perder el tiempo. Preferible enfrentarse al enemigo que a un falsario. Es un ejemplo a la deslealtad la actitud del ex coronel que, al poco tiempo de asumir la Presidencia, pactó con los socialcristianos a quienes combatió durante la campaña electoral.



Ahora promete exoneración de impuestos y empleos para todos los jóvenes y ancianos. Como un anuncio a su derrota electoral, se ha dedicado a pregonar, sin sustento, “que se nos viene un posible fraude”. Y recomienda “A cuidar su voto”.



No procede conversar con un cura sin sotana, evangelista que de sus propias filas lo observan y amonestan: “Primero hay que preocuparse por predicar el evangelio que pensar en la política”. Con la Biblia en la mano ya está en campaña con las mismas ofertas de la oposición, rebajar impuestos y regalar viviendas.



El presidenciable de Ruptura, ilustre desconocido, teme quedarse a la cola y por instrucciones de sus asesores plantea un absurdo, lucha frontal “por la independencia de poderes y el fin de la dictadura”. El gran perdedor del Prian mantiene su chifladura, regalar viviendas, bonos, subsidios y entradas cuando juega Barcelona.



Correa no tiene competidores. Se ubica ya en la historia. Su Gobierno, como lo declara él, ha sido mucho más participativo en equidad de género, gabinetes itinerantes y socialización de leyes.



Con énfasis, sostiene: “Mientras yo sea Presidente, aquí va a prevalecer la voluntad del pueblo ecuatoriano, el programa de gobierno votado en las urnas y no los caprichos de los que nunca han ganado una consulta” en alusión a Larrea y Acosta.



Correa no necesita dialogar con los candidatos de la oposición. A la vista de los ecuatorianos se observan los extensos puentes, red de carreteras, incremento en el presupuesto en salud y educación, la ejecución de proyectos hidroeléctricos, todo incluido en la política del Buen Vivir.



El líder del Socialismo Siglo XXI conversa constantemente con el pueblo y anuncia radicalizar la Revolución Ciudadana.



Todavía falta mucho por hacer, pero siempre con el aporte de hombres y mujeres de buena voluntad y adheridos, firmemente, a la decisión inquebrantable de terminar con las injusticias sociales.




Fuente: EL TELÈGRAFO*


 

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