Por: Orlando Pérez, Director
No, imposible. Ese sería un abusivo titular y, por supuesto, una falta a la verdad si no se cuenta con pruebas. El cartel de Sinaloa no puede ni debe mandar en la prensa, como tampoco en ella deben mandar los organismos de seguridad de EE.UU. para imponer titulares en perjuicio de un país, una nación y un pueblo que hace miles de esfuerzos por vivir en paz y combatir el narcotráfico.
Por lo mismo, la revista Semana debió medir el titular que señala una barbaridad. Igualmente, el asesor y/o supuesto experto ecuatoriano en seguridad, que da declaraciones al medio colombiano, como si hablara de la seguridad de su casa o de su negocio particular, debió poner los datos en su contexto concreto. De ahí la conclusión “apresurada” de la revista y su “impacto” en la discusión de un tema que demanda, como en cualquier otro país, la mayor de las prudencias y la mejor de las eficacias (informativas y policiales).
Cómo será de insostenible lo que destaca la revista Semana, que un entrevistador de Ecuavisa, ante un ex jefe de Inteligencia y ahora candidato del PSC, mostraba su inconformidad con las tesis que manejan estos “serviciales” agentes. Con el rostro de absoluta incredulidad, el entrevistador no atinaba cómo parar la perorata insostenible del ex agente de inteligencia porque no se argumenta ni con datos y menos con razones de Estado.
¿Es factible que un ex jefe de Inteligencia de un Estado (cualquiera que sea éste) ande por los medios ofreciendo información que la obtuvo y la procesó en calidad de funcionario en un puesto de alto riesgo y de enorme responsabilidad pública? ¿Es el mismo que sale en mitines a decir que no hay libertad de expresión cuando la usa a su modo con información que no le pertenece?
Así como no es aceptable titular que el cartel de Sinaloa manda en la prensa (ni ecuatoriana ni colombiana) como responsabilidad pública, por sentido común, tampoco hay que valorar como la verdad sagrada un titular construido con claros objetivos políticos en una coyuntura especial.
Fuente: EL TELÈGRAFO*
Por lo mismo, la revista Semana debió medir el titular que señala una barbaridad. Igualmente, el asesor y/o supuesto experto ecuatoriano en seguridad, que da declaraciones al medio colombiano, como si hablara de la seguridad de su casa o de su negocio particular, debió poner los datos en su contexto concreto. De ahí la conclusión “apresurada” de la revista y su “impacto” en la discusión de un tema que demanda, como en cualquier otro país, la mayor de las prudencias y la mejor de las eficacias (informativas y policiales).
Cómo será de insostenible lo que destaca la revista Semana, que un entrevistador de Ecuavisa, ante un ex jefe de Inteligencia y ahora candidato del PSC, mostraba su inconformidad con las tesis que manejan estos “serviciales” agentes. Con el rostro de absoluta incredulidad, el entrevistador no atinaba cómo parar la perorata insostenible del ex agente de inteligencia porque no se argumenta ni con datos y menos con razones de Estado.
¿Es factible que un ex jefe de Inteligencia de un Estado (cualquiera que sea éste) ande por los medios ofreciendo información que la obtuvo y la procesó en calidad de funcionario en un puesto de alto riesgo y de enorme responsabilidad pública? ¿Es el mismo que sale en mitines a decir que no hay libertad de expresión cuando la usa a su modo con información que no le pertenece?
Así como no es aceptable titular que el cartel de Sinaloa manda en la prensa (ni ecuatoriana ni colombiana) como responsabilidad pública, por sentido común, tampoco hay que valorar como la verdad sagrada un titular construido con claros objetivos políticos en una coyuntura especial.
Fuente: EL TELÈGRAFO*
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