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Historias personales con asombrosos paralelismos. Correa y Glas vencieron la adversidad al crecer en un hogar a cargo de su madre. Pero las coincidencias van más allá: scouts, religiosos, altamente pragmáticos.
La noticia sorprendió a todos. Hasta al propio involucrado. Solo 15 horas antes del anuncio oficial en el estadio del Aucas, los más cercanos al presidente Correa conocieron que Jorge Glas Espinel era su compañero de fórmula para las elecciones del próximo año, en las que el Mandatario busca asegurar la reelección en primera vuelta.
El anuncio del vicepresidenciable cayó como un baldazo de agua fría para los simpatizantes quiteños de Alianza PAIS, quienes vieron roto un paradigma: para un Presidente costeño, un compañero de papeleta serrano.
Pero Rafael Correa es, a estas alturas, un experto en demoler esquemas. Y anunció ese sábado 10 de noviembre que Glas, ingeniero guayaquileño, fue escogido por dos razones: la importancia que los sectores estratégicos (minas, petróleo, recursos naturales) representan para el proyecto revolucionario el próximo cuatrienio; y, como una suerte de reparación al nombre de su compañero de papeleta, enlodado por “tanta miseria humana”.
Se refería, sin mencionarlas, a las denuncias por posible violación y embarazo de una niña, que recaen sobre su padre, Jorge Glas Viejó. Este hombre, hoy septuagenario, se alejó definitivamente del hogar Glas Espinel cuando el hoy candidato vicepresidencial tenía siete años, era el mayor de tres hijos y soñaba con ser ingeniero.
Las historias personales de Rafael Correa Delgado y Jorge Glas Espinel tienen paralelismos asombrosos. Ambos crecieron en hogares fracturados por la figura de un padre ausente. Una realidad que no es extraña en Ecuador, donde una de cada cuatro familias tiene como cabeza a una mujer, según el informe “Estudio de Situación de la Mujer en Ecuador”, de María de Lourdes Larrea (2011). Según este documento, el 44 por ciento de estas jefas de hogar tiene educación básica; el 32 por ciento, educación media; y, el 12 por ciento educación universitaria. Solo un grupo minoritario de estas mujeres posee herramientas académicas para acceder a un trabajo bien remunerado.
Vencer una realidad familiar adversa y esforzarse para alcanzar una meta estudiantil: punto en común.
Aquí surge una diferencia. Correa opta por continuar su carrera de economista con varias especializaciones en el exterior, gracias a becas. Glas logra su título de ingeniero en Electricidad (especialización Electrónica) en la Escuela Superior Politécnica del Litoral, aunque lo registra ante el ente académico oficial Senescyt recién el 21 de octubre de 2008, cuando ya ejercía funciones como Presidente del Directorio del Fondo de Solidaridad, durante el actual régimen.
El binomio de oro
La colaboración de Glas con este gobierno se da, últimamente, en ámbitos estratégicos. Desde abril de 2010 actuó como Ministro Coordinador de Sectores Estratégicos y a inicios de septiembre de 2011 asumió en paralelo la Presidencia del Directorio de la empresa pública Ecuador Estratégico.
Al hablar de sectores estratégicos, es inevitable hablar de petróleo y minas. Éstas últimas representarán ingresos significativos para el Fisco en los próximos años. Un botón de muestra: el proyecto minero Mirador, controlado por las empresas chinas Railway Construction Corporation y Tonglin Nonferrous Metals Group, tiene reservas de cobre cercanas a los cinco millones de libras. Esto, a precio actual, representa más de 15 mil millones de dólares. A través de una reforma legislativa aún pendiente de envío al Legislativo, el Ejecutivo busca asegurar un mayor margen de participación en la renta minera y en los excedentes.
El petróleo es parte de los recursos estratégicos, y es necesario para ahondar la Revolución Ciudadana de 10 ejes que anunció el Presidente para el 2013. Desde abril de 2010 Glas actuó como delegado de Correa a los directorios de Petroecuador y Petroamazonas. Con bufanda y vestimenta informal, llegaba con frecuencia tarde a las reuniones de Directorio, para desesperación de los demás ministros que veían sus relojes con impaciencia.
Más de uno pensó que su principal atributo es precisamente éste: lealtad absoluta al Mandatario. Francisco Sánchez, académico ecuatoriano y profesor titular de la Universidad de Valencia, explica desde España que Glas “Aporta fidelidad e incondicionalidad. Comparte con el Presidente trayectorias vitales parecidas y eso ayuda a ver al vida de forma similar: relación con el padre, educación católica, movimiento scout, procedencia regional y de clase”.
¿Diferencia? Glas actuó hasta 2006 en la empresa privada, gerenció firmas atadas a telecomunicaciones. En Televisión Satelital mantuvo un programa de entrevistas. Conoce a fondo el papel de entrevistador, vilipendiado por el régimen.
A Dios rogando
Jorge David es el mayor de los hermanos Glas Espinel. Le siguen Heriberto Antonio (abogado especializado en lo laboral) y Silvia María (gerenta de Marketing en una compañía telefónica transnacional).
“Mi hijo Jorge es ingeniero politécnico y desde muy joven trabajó honestamente para ayudarme a mantener el hogar, se desempeñó entre otras cosas como gerente de canal 36, de TV Satelital y desde el inicio del gobierno del economista Rafael Correa Delgado laboró como gerente del Fondo de Solidaridad”, escribió Norma Espinel Aráuz, madre del vicepresidenciable, en una carta para protestar por la forma como se había mediatizado la denuncia que involucra al padre y que, según ella, salpica injustamente al hijo.
Glas, quien en septiembre cumplió 43, es seis años menor que Correa. Integró el grupo 17 de scouts que el actual Presidente formó en el colegio Cristóbal Colón, cuando se graduó de bachiller en el San José La Salle.
“Salesiano, mariano, cristobalino y scout”. Así se autodefinió Glas en su breve discurso durante el homenaje que, en septiembre, le hicieran círculos de funcionarios cercanos al régimen, gremios de ingenieros y profesores de universidades públicas, como un acto de desagravio frente a lo que consideraban una andanada mediática.
Uno de los asistentes a este evento invocó a “la virgen María Auxiliadora y San Juan Bosco” para que “sigan iluminando sus pasos”.
Nueva coincidencia. Correa se autodefine como “un cristiano de izquierda en un mundo secular”. Su discurso ante la Sociedad Oxford, en octubre de 2009 tuvo justamente ese título. Según el analista social Carlos de la Torre, un líder populista es “Socialmente construido en el símbolo de la redención, mientras que sus enemigos encarnan todos los problemas de la nación. El líder argumenta ser una persona común que ha surgido desde abajo hasta convertirse en una figura extraordinaria”. Así se lee en el ensayo “Rafael Correa, un populista del siglo XXI”, de Carlos de la Torre, en el libro “Rafael Correa, balance de la Revolución Ciudadana”, lanzado a mediados de noviembre en Quito. Según esta visión, Correa no solo propone, sino encarna el cambio. No es casual que en su discurso de posesión en 2009, tras citar el Evangelio, dijera: “Tengan la seguridad de que mi tesoro no es el poder, sino el servicio, servir al pueblo”. Profesión de fe: el vínculo espiritual que cohesiona la fórmula Correa-Glas.
¿Qué le espera a esta candidatura?
Un primer sondeo de Cedatos, consistente en una encuesta a 1.545 personas, arroja este resultado: al 79 por ciento le parece acertada la elección de Glas como compañero de papeleta. Solo el 19 por ciento lo cuestiona. El resto se declara indiferente.
“La fortaleza del binomio es la fortaleza de Correa. El electorado es suyo, totalmente incondicional. El descontento en el movimiento se produjo porque la selección del Vicepresidente fue un dedazo al más puro estilo de la época autoritaria del PRI mexicano; la organización tuvo poco que ver”, analiza Francisco Sánchez, desde la Universidad de Valencia.
¿Aportará o restará votos? Está por verse. Pero por ahora tiene una misión crítica: encontrar una estrategia que asegure su acercamiento con los sectores de la Sierra, y específicamente de Quito, que son más sensibles y receptivos al discurso antiextractivista del candidato Acosta.
¿Será Vicepresidente a la sombra de Lenin Moreno? Él fue tolerante y dirigió un programa social complicado de replicar. El gobierno de la Revolución Ciudadana incrementó en cinco mil por ciento la inversión para atender y prevenir la discapacidad, dando vida a dos grandes misiones solidarias “Manuela Espejo” y “Joaquín Gallegos Lara”, resaltan Sebastián Mantilla y Santiago Mejía en el prólogo del libro que resume los cinco años de este proceso revolucionario.
El propio Lenin Moreno escribe un ensayo para esta publicación. “Las misiones solidarias ilustran el compromiso de la Vicepresidencia y el Gobierno a favor de los grupos de atención prioritaria… Una revolución no deja nada pendiente y el objetivo de ésta es que no quede una sola persona con discapacidad sin ser atendida”.
Moreno fue vitoreado en el estadio del Aucas, donde se esperaban unos 15 mil simpatizantes del oficialismo; la cifra fue menor.
Glas no recibió iguales muestras de aprecio del público. ¿Su reto? Definir una estrategia que le asegure un mínimo de simpatías para no ser un convidado de piedra en Carondelet. Pero si de algo aprendió estos últimos tiempos fue de estrategias. Bueno, le llegó la hora de aplicarlas.
Fuente: REVISTA VISTAZO*
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