lunes, 3 de diciembre de 2012

Barcelona también es envidia

***SNN






Millones de ecuatorianos realmente están felices porque Barcelona logró el campeonato nacional de fútbol.



Por: Walter O. Andrade Castro


Y lo están por lo que el equipo demostró a lo largo de la competencia y por lo que dicen los expertos y los que siguen el fútbol como profesión: "Fue el mejor equipo jugando de visitante".



Pero los fanáticos también saltan llenos de euforia, que a veces parece orgullo, porque se ratificó una vez más que Barcelona es el único equipo que tiene fanáticos en todo el Ecuador y yo diría, como alguien lo afirmó, que es, además, un equipo que une.



En efecto, los aficionados no pertenecen a un exclusivo segmento social ni a una región y desde hace algún tiempo ya no es más el equipo de una ciudad: es un equipo del Ecuador. Y lo sigue tanta gente en todo el país que muchos equipos esperan jugar con Barcelona para con la taquilla pagar deudas.



 ¡Increíble! Esto ya nadie lo puede negar. Realmente llegar a este nivel de aceptación, que en ciertos momentos luce como idolatría, y de lograr estos efectos, sin duda debe generar envidia, aunque a lo mejor alguien se atreva a decir lo contrario.



Sí, la envidia debe ser de magnitud. Es que no creo que equipo alguno tenga fanáticos que declaren, algo que leí ayer en un diario de Quito: "El hincha no se hace, nace. A esta conclusión llega Ángel Encalada de 56 años al recordar la trasmisión del primer título alcanzado por Barcelona a través de la radio Mambo en 1960.
 
 
 
La emisora ya no existe. Y su hermana, con quien sintonizaba la emisora falleció. Pero el amor de Encalada al equipo torero continúa. Desde que esa estaba en el vientre de mi madre yo era barcelonista, expresó el propietario del restaurante Pollos a la Brasa".
 
 
 
Como no va a causar envidia en los demás equipos de fútbol tener esta clase de apasionados. El técnico Costas, declaró hace poco, que jamás se imaginó dirigir un equipo con seguidores en todas partes.
 
 
 
Y como no se van a morir de envidia los políticos al ver que la gente sigue a un equipo aún perdiendo una y otra vez. Después de todo Barcelona ha llegado a la cima luego de 14 años.



Lo ideal sería que los que dirigen ciudades, regiones o países aprendan de Barcelona, digo de su fanaticada. Es leal, consecuente y aunque a veces, y esto es una paradoja, no lo acompaña cuando juega de local, sin embargo, no lo abandona jamás en su sentimiento. Y a ellos hay que retribuirle, como en muchas ocasiones, lo ha hecho la dirigencia de Barcelona.
 
 
 
Fuente: EL DIARIO*
 
 
 

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