Narcisa de Jesús es un caserío fantasma. Está rodeado por cerros agrestes, calles arenosas con vegetación reseca.

Don José nació en este barrio de la comuna San Pablo, en la provincia de Santa Elena. Él, al igual que la gran mayoría de sus pobladores, se dedica a la pesca.

La tarde de ayer no salió de faena y pudo presenciar cómo el tranquilo poblado se convirtió en un sitio de ajetreo. Toda la atención se centró en una pista de unos 1 200 metros, ubicada a un costado de la vía San Vicente.

En un hangar junto a la pista de tierra, que simula un viejo carretero, la Policía Antinarcóticos encontró una avioneta de matrícula mexicana, supuestamente vinculada al narcotráfico. “Este es un pueblo pacífico, pero como siempre viene gente de afuera para dañar. Nunca aquí se había escuchado de tráfico de drogas”, dijo el humilde pescador.

La aeronave de placas HC-CMN aterrizó el sábado 2 de junio en este lado de la costa ecuatoriana, a 2 kilómetros del centro de poblado de San Pablo.

El ingreso al sitio está marcado con un cartel de madera que anuncia la ‘pista Mar Abierto’. Las huellas de las llantas de los autos quedaron marcadas en el camino de tierra que conduce a los dos hangares del lugar. Medios de comunicación, policías, vigilantes y autoridades entraron y salieron del sitio desde la mañana.

Incluso el ministro del Interior, José Serrano, llegó en helicóptero, causando alboroto entre los comuneros. Junto al depósito de paredes de madera y puertas de zinc dio una rueda de prensa para informar que sistemas de alerta lograron detectar el vuelo irregular.


Esto antes de que aterrizara la avioneta tipo Cessna, marcada con adhesivos dorados y negros, grabada con el nombre Centurion II y con una bandera mexicana a un costado. En su interior lucía desordenada. No tenía asientos y cerca de la nave había unas 14 canecas con combustible.

El Ministro dijo que el 2 de junio a las 13:00 comenzó la indagación previa, a cargo del fiscal y del juez de Santa Elena; y a las 17:45 aterrizó. Ese mismo día, dijo, se montó un operativo para atrapar a los sospechosos. Por este caso se seguía a 15 personas, acotó.

Según Serrano, la investigación había sido frustrada y el operativo se cayó debido a la información divulgada por el coronel Mario Pazmiño. En la mañana, el ex jefe de Inteligencia del Ejército publicó en su cuenta de Twitter que la avioneta aterrizó “sin ser detectada por los radares chinos”.

Serrano sostuvo que Pazmiño puso en riesgo la vida e integridad de 19 policías directamente vinculados en la investigación (entre ellos del Grupo de Intervención y Rescate), del fiscal del caso y la seguridad del Estado. “Debe responder penalmente”.

Pazmiño dijo que no supo del operativo policial y que solo planteó “una denuncia sobre la llegada de una avioneta clandestinamente al país. He dicho que esto es un proceso de indefensión”.


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Ayer en la tarde, en un recorrido por el lugar, el general Juan Carlos Barragán, director de la Policía Antinarcóticos, mencionó que acorde a las evidencias, la aeronave habría sido utilizada para el tráfico de drogas. “No tiene asientos, está vacía la parte posterior, eso hace pensar que pudo haber sido utilizada o tenía fines de utilizarle para trasladar entre otras cosas narcóticos, eso lo determinarán las investigaciones”.

Y acotó que la avioneta no contaba con permisos de la Dirección de Aviación Civil. El oficial caminó por la pista en compañía de otros policías. Mientras a un costado del hangar elementos del GIR vigilaban el lugar.

Barragán dijo más temprano que las investigaciones del caso se abortaron cuando Pazmiño reveló sobre la presencia de la avioneta en la costa ecuatoriana. “Cuando hay este tipo de cosas, no cabe irnos por el lado político. Tienen que respetarse los preceptos del Código de Procedimiento Penal, de mantener la reserva de las investigaciones, más en un caso de narcotráfico...”.

En la tarde llegó a este Diario una carta firmada por José B., quien se identifica como gerente general de la compañía propietaria del hangar ubicado en San Pablo. Aseguró que su “representada cuenta con el permiso de operación para sus tres avionetas” y que la nave hallada no es de su propiedad.


Precisó que la avioneta hallada es “de origen supuestamente mexicano, la cual obviamente no es mi propiedad y ha violado la seguridad del hangar... y lo ha utilizado de manera ilegal e indebida”. Según él, presentó la denuncia en la Fiscalía de Santa Elena y ante la Aviación Civil.

José B. no quiso ahondar en detalles –vía telefónica- sobre la actividad de su compañía o si mantenía guardia permanente en el lugar. Solo precisó que la pista Mar Adentro es de su empresa y que se enteró por los medios de que había una avioneta en el hangar.

Para los habitantes de San Pablo, el sonido del motor de las avionetas no es extraño en la zona. Ellos dicen que cada semana aterrizaba una nave en la rústica pista privada, rodeada por viejos indicadores de viento y una cerca de palos resecos de muyuyo, un árbol típico de la zona.

“Nunca pensamos que era malo”. San Pablo es una zona turística. Su extensa playa se ubica a 28 kilómetros de Salinas, en la Ruta del Spondylus. No pasa de 2 000 habitantes dedicados al turismo y la pesca. En la tarde, la desolación volvió al barrio Narcisa de Jesús. “Ahora solo toca ver en la TV la noticia del pueblo”, dijo un vecino.


Colombia negó alertas de nave

La nave mexicana hallada en Santa Elena fue detectada por el Sistema de Control y Vigilancia del Espacio Aéreo. Así lo señaló ayer la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). La institución emitió un comunicado en el que indicó que a las 16:00 del sábado se detectó un tráfico aéreo ilícito y que de ‘inmediato’ se activaron las alertas.

“Se realizó una búsqueda con naves de la FAE, localizando la avioneta en la pista denominada Mar Abierto, San Pablo, provincia de Santa Elena. Con esa información, la Policía ejecutó los procedimientos e investigaciones pertinentes”, se dice en el informe.

En la mañana, el ex director de Inteligencia de la Fuerza Terrestre, coronel Mario Pazmiño, no descartaba que las alarmas sobre la aeronave mexicana habrían llegado desde Colombia.
No obstante, el subdirector general de la Aeronáutica Civil (Aerocivil) de ese país, confirmó a este Diario que ese organismo no proporcionó información alguna a Ecuador sobre este caso.

Por divulgar el hallazgo de la avioneta, el ministro del Interior, José Serrano, estudia una posible acción legal contra Pazmiño. “Puso en riesgo la vida e integridad de varios policías, del Fiscal del caso y la seguridad del Estado y debe responder penalmente”, dijo.

Pero Pazmiño sostuvo que desconocía que el operativo policial se estaba ejecutando. “Lo único que hice fue plantear una denuncia sobre la llegada de una avioneta en forma clandestina al país”.


La aeronave mexicana

El domingo 13 de mayo del 2012, aproximadamente a las 20:40, una avioneta se impactó contra un cerro en el sector Taiche del Coaque (Pedernales, Manabí). La Policía halló fajos de dinero desperdigados en la zona.

Junto a los restos de la aeronave estaban los restos de dos personas, ambas mexicanas. Los dos cuerpos fueron trasladados a la morgue de Pedernales.

La Policía Antinarcóticos dijo que se decomisaron en el lugar del accidente USD 1,3 millones en efectivo de billetes de diferente nominación. Un pista de aterrizaje clandestina fue ubicada a 1 km del sitio del accidente.

En uno de sus conversatorios en Guayaquil, el presidente Correa se refirió a la avioneta mexicana siniestrada: “¿Cómo saben que nunca ha pasado? Porque antes de nuestro Gobierno podía volar esa avioneta por donde sea y no habían radares que la detecten”, manifestó.]





Fuente: EL COMERCIO*