Casi un kilo de clorhidrato de cocaína, un arma y un chaleco antibalas fueron hallados en el interior de un departamento de la ciudadela Urdenor 1, norte de Guayaquil.

Las evidencias hacen presumir a la Fiscalía que la explosión en el interior de aquel inmueble, la tarde del pasado jueves, tendría tintes de ajuste de cuentas.

La Fiscalía retornará mañana al departamento, ubicado en la planta baja de un estrecho edificio de condominios. Los vidrios rotos de los ventanales ya fueron retirados. Ayer, dos policías resguardaban el inmueble.

Tras ser alertados por la explosión, registrada aproximadamente a las 15:20, agentes de Medicina Legal de la Policía retiraron del interior del inmueble el cuerpo calcinado de un hombre.

El viernes pasado el análisis forense determinó que la víctima habría sido asesinada y luego incinerada. Según el reporte, el hombre tenía un corte profundo en el pecho, lo que habría comprometido el corazón. También mostraba lesiones en el cuello.

Hasta el mediodía de ayer no se confirmaba la identidad de la víctima. La Fiscalía presume que podría tratarse de Richard P., un ciudadano canadiense de 35 años que alquilaba el departamento desde noviembre pasado.

El extranjero vivía solo, según confirmó el propietario del condominio. Este y vecinos del barrio dijeron que el canadiense solía ser visitado por un ciudadano español, cuya identidad y paradero la Policía desconocía hasta ayer.

El cuerpo calcinado permanecía ayer en la morgue de la Policía Judicial del Guayas. Ningún familiar, excepto una mujer identificada como novia de la víctima, se ha acercado hasta el anfiteatro.

El hecho causó preocupación entre los vecinos. Testigos relataron a la Fiscalía que después de la detonación, tres hombres se embarcaron en un vehículo rojo. El carro estuvo estacionado cerca del condominio, dijeron.

Criminalística no halló evidencias de artefactos explosivos, por lo que se descartó provisionalmente una explosión de bomba.

El Cuerpo de Bomberos, que acudió a sofocar el fuego, cree pudo haberse tratado de una explosión por acumulación de gases.

La Policía explicó ayer que la segunda explosión que se escuchó en el vecindario, cuando ya arribaron los bomberos, fue planificada por el Grupo de Intervención y Rescate (GIR). Se hizo explotar un pequeño cartón para descartar que allí estuviese oculto algún artefacto explosivo.

William Aguilar, coordinador de la unidad fiscal de Delitos Flagrantes, consideró que el hecho pudiera tratarse de represalias. “El hallazgo de la cocaína y la forma en que se encontró a la víctima son propios de ese tipo de delitos”, manifestó Aguilar.

El arma que se encontró en el inmueble es una pistola italiana, que estaba cargada con 12 cartuchos. Junto a esta había una alimentadora. En el cartón que el GIR hizo detonar encontró tarjetas de presentación, con el nombre de un sitio de diversión nocturna, de Guayaquil.

El fiscal Aguilar espera que las cámaras de vigilancia que están instaladas en el inmueble permitan esclarecer el hecho.

Patricio Pazmiño, jefe de la Policía del Distrito de Guayaquil, considera que hay relación entre los recientes decomisos de grandes cargamentos de droga y los últimos crímenes violentos.

Según La Policía Antinarcóticos, en Guayas se han decomisado 7,3 toneladas de droga (60% cocaína) en lo que va del 2012, con un saldo de 234 detenidos.

El Observatorio de Seguridad Ciudadana de Guayaquil reportó entre enero febrero y la primera semana de marzo pasado un incremento de los crímenes, según su director, Bernardo Ovalle. Es el mismo período en el que Antinarcóticos registró dos fuertes incautaciones de alcaloides.



Fuente: EL COMERCIO*