sábado, 28 de abril de 2012

El bus que se accidentó en Manabí llevaba exceso de pasajeros

***SNN




El accidente ocurrió a 12 kilómetros de Canuto, cuando los frenos del bus empezaron a fallar. El propietario del bus es José Luis Alcívar Pincay


Desde la ventana de su casa, Rosa Mendoza despidió a su hija Mariana Vélez, de 26 años.

La joven subió a un bus de recorrido de la Unidad Educativa del Milenio Temístocles Chica Saldarriaga, ubicada en la comuna San Pablo de Tarugo, de la parroquia Canuto, en Chone, (Manabí).

Ese es el último recuerdo que Mendoza tiene de su hija. La mujer y otras 50 personas se accidentaron a 12 kilómetros de Canuto.

Vélez y las menores Geomara M., de 17 años; Mariana S., de 13; y Yajaira Z., de 13, fallecieron. Las tres menores estudiaban en la Unidad Educativa del Milenio.

Los otros 47 pasajeros resultaron heridos. 20 de ellos fueron llevados al Hospital de Calceta y el resto a la casa de Salud Napoleón Dávila de Chone.

El accidente ocurrió a 12 kilómetros de Canuto, cuando los frenos del bus empezaron a fallar. El exceso de pasajeros fue determinante para la tragedia: el automotor tenía una capacidad para 31 personas, pero viajaban 51.

En el sitio del percance había personas a los dos lados de la vía y en un intento por no atropellarlas, el conductor se estrelló contra la parte lateral de un puente y el bus terminó en un precipicio, según Joselito Cedeño, uno de los testigos del percance.

Rosa Mendoza dice que desde su casa, ubicada a 4 kilómetros del lugar, se escuchó el estruendo del choque.

Al poco tiempo, camionetas de la Policía empezaron a pasar a toda velocidad. “Presentí que algo malo le pasó a Mariana. Enseguida llamé a mi esposo y le dije que algo le había ocurrido”. Rápidamente, fueron al sitio de la tragedia y al llegar supieron que su hija Mariana había fallecido.

Marco Pozo, jefe de la Policía Judicial de Chone, ratificó que la causa del accidente fue el exceso de pasajeros.

En San Pablo de Tarugo no hay una cooperativa de transportes para los moradores.

Por ello, buses particulares hacen el recorrido. “La Agencia de Tránsito dio la autorización para que camionetas transportaran los productos de los ganaderos, con la condición de que se sometieran a una revisión mecánica”, sostuvo Pozo.


El fiscal Walter Macías y la Policía Judicial realizaron el levantamiento de los cadáveres.

Momentos de drama y dolor se vivieron cuando familiares y amigos de los accidentados llegaron al lugar y posteriormente a los hospitales.


Juan, hermano de Geomara M., estaba recogiendo yucas cuando se enteró de la noticia. “Salimos corriendo hacia el lugar del accidente, pero ya la Policía Judicial se la llevaba a la morgue”. Geomara M. cursaba el noveno año de Educación Básica.


Según su hermano, planeaba estudiar Gastronomía cuando terminara el colegio.

En la tarde, el estado de salud de tres menores empeoró. Elvis V., de 15 años, fue trasladado del Hospital Napoleón Dávila de Chone al Teodoro Maldonado de Guayaquil, en un helicóptero. “El menor presentó traumatismo agudo en las piernas que le impedía el paso de sangre”, asegura Kerly Alcívar, directora del Hospital Napoleón Dávila.

El otro menor es Bryan M., de 13 años, quien fue remitido al Hospital Baca Ortiz, en Quito. El menor tiene una afección en las piernas. “Se requiere de una operación urgente”, dice Alcívar.

Los demás heridos se encuentran estables. Ellos tienen contusiones leves.

Según registros de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), el propietario del bus es José Luis Alcívar Pincay, quien al parecer era quien manejaba el automotor y luego del accidente huyó del sitio.

Voceros de la ANT indicaron que el bus accidentado había pasado su última revisión el 11 de mayo del 2011.

José Antonio García, jefe de la ANT de Manabí, estaba ayer a la espera del parte policial sobre el accidente.

El funcionario destacó la disposición de la ANT y el Gobierno nacional de que los choferes responsables de accidentes graves fueran incluidos en la lista de los más buscados.

Según García, la normativa se la hace con el ánimo de fortalecer la seguridad vial en todo el país, ya que esto no solo es responsabilidad de la ANT, de la policía de tránsito, sino también de cada uno de los conductores que existen en el país.

“Lo primero que analizaremos es el parte policial y luego la documentación respectiva, y ahí se podrá determinar; no podemos adelantar criterios”, manifestó García.


El conductor se fugó tras el accidente.




Fuente: EL COMERCIO* | EL UNIVERSO*






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