viernes, 18 de noviembre de 2011

‘Siento impotencia, la Policía no asume el daño que me hizo’

***SNN







Sonia Alarcón Rodríguez es ayudada por su único hijo de 10 años, con quien nunca ha podido jugar fútbol como ella soñaba durante su embarazo. Después de un accidente en un patrullero de la Policía al que, dice, pidió auxilio quedó parapléjica.


Su hijo recién comenzaba a dar sus primeros pasos. Apenas podía correr. Tenía menos de 2 años. Desde que su pequeño había nacido, Sonia Alarcón Rodríguez tenía un solo sueño: jugar fútbol junto a él, el deporte que más le encanta y que ella había practicado por 7 años.


Pero ese anhelo se esfumó la madrugada del 8 de noviembre del 2003. Eran las 05:30 y el patrullero 145, de placa GWA-155, que le prestaba auxilio después de que sufriera un asalto, se volcó y terminó chocándose con un poste en el km 3 de la vía Perimetral, a la altura de Tres Bocas. Diagnóstico final: Daño irreversible de la médula espinal, a nivel de las vértebras lumbares 1 y 2, lo que le originó una paraplejia que por 8 años la mantiene en silla de ruedas.


“En ese momento me llevaron al hospital de la Policía, pero no me atendieron porque yo no era de la institución, nunca se preocuparon por mi recuperación, pese al daño que me hicieron; así que terminé en la clínica del doctor Eduardo Alcívar, quien me dio atención, pero me comentó que ‘se habían perdido minutos valiosos’, por lo que empeoró mi situación clínica”, comenta hoy la joven.


Dos meses después, tras haber superado otras lesiones físicas, Sonia egresó de la clínica sin poder caminar y con una deuda a cuestas de más de 20 mil dólares. Pero en ese momento para ella y su familia también comenzó una lucha diaria en la Fiscalía de Tránsito del Guayas y la Corte de Guayaquil que hasta el momento no logra resolver definitivamente.


Si bien es cierto, en el 2004, se sentenció a tres años de cárcel al policía Byron Garófalo González, quien conducía el patrullero en estado etílico, según la prueba de alcoholemia realizada por un médico de la Comisión de Tránsito en cuanto ocurrió el accidente de tránsito; hasta el momento ella no recibe ninguna indemnización por el daño causado a su organismo.


Ni el policía Garófalo, quien fue dado de baja de la Policía Nacional, ni la institución han cumplido con el pago de 80 mil dólares que el 25 de abril del 2009 fijó como indemnización el juez tercero de tránsito, César Hermida Alvarado, porque la víctima “padecía de una paraplejia definitiva, con secuelas que han mermado notoriamente su funcionalidad y desenvolvimiento...”; “... la actora difícilmente podrá incorporarse o dedicarse a una actividad productiva”, dice la sentencia.


Sonia Alarcón lee ese extracto de la sentencia, que el 15 de octubre del 2009 fue ratificada por la Tercera Sala de lo Penal y de Tránsito, y reniega impotente por el incumplimiento de la Policía que, con los intereses acumulados hasta el momento (basados en la tasa del Banco Central del Ecuador) debería pagarle 179.122,59 dólares, por “responsabilidad civil solidaria”, indica el dictamen.


“Ha sido una lucha contra el poder, he recibido amenazas, pero no descansaré hasta que la Policía cumpla con el pago, porque la irresponsabilidad de uno de sus miembros, que manejó a exceso de velocidad y en estado etílico, destruyó mi vida”, dice la mujer mientras es apoyada por su hijo que hoy, con 10 años, es el principal apoyo cuando quiere movilizarse en su silla de ruedas dentro del domicilio.


La lucha que lleva, cuenta, no solo ha sido contra un policía y la institución, sino incluso contra abogados que le han fallado en su intento de encontrar justicia. “Creo que son diez los profesionales que me prometieron ayuda. Varios terminaron quitándome el poco dinero que me daban amigos y familiares para llevar adelante este juicio. Algunos, creo, hasta vendieron su conciencia”, sostiene con su rostro bastante triste, en el que difícilmente se puede ver una sonrisa. El rostro de una mujer joven que ha quedado marcada por una “irresponsabilidad”.


“La Policía ha dilatado mucho el caso y se ha negado a cancelar la indemnización, por eso ya los 80 mil dólares de la sentencia del 2009 alcanzaron casi 180 mil dólares (179.122,59), según la última liquidación realizada en julio pasado. Estamos a la espera de una respuesta de ellos (la Policía) respecto a esta cifra”, explica Antonio Pazmiño, abogado de Sonia Alarcón.


Ella sigue a la espera de que “la Policía reconozca que solo pedí auxilio, no que me dejen parapléjica”, expresa, mientras sueña tener el dinero, “pagar un buen tratamiento con células madre” para rehabilitarse, caminar y, sobre todo, poder jugar fútbol con su pequeño hijo.



Cronología: De la tragedia

2003, noviembre 7
Sonia Alarcón Rodríguez, de 24 años, sufre el robo de sus pertenencias y pide ayuda a la Policía en cuartel de La Florida, donde la asignan asistencia con el patrullero que conducía el uniformado Byron Garófalo, acompañado del cabo Roberto Tenorio.


2003, noviembre 8
Según el testimonio de Alarcón, después de la medianoche, y antes de prestarle auxilio, los policías acudieron al sur de Guayaquil para dejar a una mujer, cuya identidad nunca se reveló.


2003, noviembre 8
A eso de las 05:30, la Comisión de Tránsito conoce la novedad que el patrullero, de placa GWA-155, se había accidentado en el km 3 de la vía Perimetral; y que habían resultado heridos los dos uniformados y la ciudadana Sonia Alarcón Rodríguez, quien quedó inmóvil después de los golpes sufridos.


Textual: Lo que se comentó

Sonia Alarcón Rodríguez
MUJER PARAPLÉJICA
“La Policía debe reconocer que solo pedí auxilio, no que me dejen parapléjica. Necesito que me indemnicen, quiero tratarme con células madre para poder volver a caminar”.



Fuente: EL UNIVERSO*

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