martes, 15 de noviembre de 2011

La MALA educación Universitaria

***SNN




Tres universidades del Ecuador fueron incluidas en el ranking de las 200 mejores de América Latina.   A pesar de estos logros individuales, la calidad de la educación superior del país aún no está a la altura de la región y menos del mundo.


Once de 68 universidades alcanzaron la categoría A en la evaluación nacional. Tres constan entre las 200 mejores de Latinoamérica.


Entre las 700 top del ranking mundial no aparecen ecuatorianas. La calidad educativa debería mantener su puesto sin importar cuán grande sea el referente, pero eso no sucede en Ecuador.


Cada vez más latinoamericanos acceden a la educación superior. En Ecuador, la tasa de titulación en tercer nivel es del 39 por ciento. El objetivo del Plan Nacional para el Buen Vivir es que la “Universidad se transforme en un mecanismo de igualación de oportunidades”.


¿Qué tipo de educación superior reciben los ecuatorianos? La Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) y la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) fueron incluidas entre las 200 mejores de Latinoamérica por la consultora QS, citada por The Economist en su edición de octubre.


A criterio de Eduardo Fabara, consultor del Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, la fortaleza de estas instituciones es que tienen centros de investigación.


Sin embargo, éstos aún son limitados, por lo que el país se ubica debajo de Brasil, México, Argentina, Chile e incluso de Colombia y Perú. Otras causas de la mala calidad serían los cambios constantes de las leyes y falencias en la educación primaria y secundaria. Santiago Gangotena, canciller de la USFQ, agrega el cogobierno, pues señala que este mecanismo genera conflictos de intereses y politización dentro de las instituciones.


QS valoró aspectos como reputación académica y laboral, publicaciones, docentes con doctorado e impacto en Internet.


Enrique Peláez, director del Centro de Tecnologías de la Información de la Espol, explica que “Mientras más autores referencian tus artículos de investigación tienes mayor credibilidad”.


Según el ranking, las universidades mexicanas son apreciadas por académicos y empresarios, pero les superan las brasileñas en investigación. De esta manera, explica Danny Byrne, editor de www.topuniversities.com, Brasil confirma su “Surgimiento como potencia económica” con récords en publicaciones y docentes con doctorado.


A pesar de esto, a nivel regional falta mejorar, pues en el ranking mundial, la universidad latinoamericana aparece a partir de la posición 169, muy por detrás de Estados Unidos, Europa o Asia.


Un problema regional

Hace tres décadas, explica Fabara, las universidades asiáticas estaban en el mismo nivel que las latinoamericanas.


Actualmente figuran entre las 30 mejores.


“Lamentablemente, no le apostamos a la educación como factor de desarrollo”, concluye.


En su libro ¡Basta de historias!, Andrés Oppenheimer, comenta que “Los países latinoamericanos se dedicaron a vender materias primas”, mientras que los asiáticos “Se dedicaron a invertir en la educación para crear productos más sofisticados”.


En Ecuador, el debate sobre la calidad de la universidad cobró fuerza con la categorización que hizo el Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (Conea) en 2009, señala Guillaume Long, presidente del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES).


Sin embargo, al tema le falta posicionarse.

The Economist concluyó que “En las últimas tres décadas, los gobiernos han aceptado una enorme expansión de los servicios privados… Que les ha permitido expandir la educación superior con rapidez sin tener que gastar más, pero antes de decidir lo que hace una buena universidad… El resultado es que los mecanismos para asegurar la calidad son débiles o inexistentes”.


Considerando un informe de Gallup, Oppenheimer señala que entre 72 y 85 por ciento de los latinoamericanos está satisfecho con la educación pública, mientras que en Estados Unidos la aceptación es del 67 por ciento.


En este sentido, concluye, citando a Bill Gates, “A Latinoamérica le falta una dosis de humildad para darse cuenta cuál es la verdadera posición de sus grandes universidades en el contexto mundial”.


Calidad vs. cobertura

Alrededor de 752 mil estudiantes están en el sistema de educación superior, 200 mil más que en 2008. Durante 10 meses el país no contó con organismos de educación superior definitivos, pero las universidades siguieron trabajando para cumplir con los requisitos establecidos en la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES).


En octubre de 2010, el 25 por ciento ya estaba acreditado –avalado– por el Conea y un 54 por ciento estaba en trámite.


Ahora, asegura Long, vienen nuevos procesos de acreditación y categorización para todos.


Durante este año, Vistazo contactó a una decena de universidades. Ya se ven los frutos de los planes de mejoras.


Por ejemplo, se reporta que, de los 32 mil docentes, 35 por ciento tiene maestría y dos por ciento doctorado. Esto contrasta con el 25 por ciento y el uno por ciento de 2008. También hay mejoras en gestión administrativa, infraestructura, bienestar universitario, docencia, vinculación con la colectividad e investigación.


¿Serán suficientes estos cambios? Difícilmente.

Patricia Carrera, directora académica de la PUCE, considera que las causas de la mala educación dependen de la matriz productiva basada en la exportación de petróleo. Menciona círculos viciosos como la falta de técnicos para generar industria y la falta de industria para dar trabajo a los técnicos.


Al respecto, René Ramírez,(hasta la semana anterior, áhora es Fander Falconí) principal de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), destaca la distancia entre algunas carreras y los ejes de desarrollo del país.


En 2010, por ejemplo 43 por ciento de los estudiantes seguía Ciencias Sociales, Educación Comercial o Derecho. Un 11 por ciento estudiaba Ingeniería, Industria y Construcción; y un cinco por ciento, Ciencias.
Para redireccionar esta tendencia, el Gobierno ofrece becas y financiamiento a proyectos ligados con áreas prioritarias.
Justamente a éstos le apostaban varias instituciones.


Sin embargo, cuando ya se habían asignado los proyectos, se cambiaron los parámetros y el proceso se detuvo.


Ramírez explica que la investigación ha tenido poco impacto pues se ha hecho de manera individual y aislada. Por eso ahora busca formar redes de conocimiento para, por ejemplo, medir la biodiversidad y evitar la biopiratería.


Sin embargo, existen divergencias sobre a qué plazo deben coincidir los proyectos con los objetivos de desarrollo. Gangotena, por ejemplo, señala la física de partículas cuya aplicación benefició a la comunidad años después con la comunicación móvil.


¿Se pueden convertir estos problemas en círculos virtuosos? Son procesos largos, coinciden. Toman alrededor de una década.


Sin embargo, como cita Peláez, “El impulso es muy bueno... nunca antes lo habíamos tenido”.
En su libro, Oppenheimer cita el ejemplo de Finlandia, que pasó en cuestión de décadas de exportar madera a vender tecnología.


Todo basado en la educación. Con la Constitución se dio un paso hacia la gratuidad que se debatió durante años. El acceso va en incremento. Es hora de preocuparse de la calidad.


Por qué destacan

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR (PUESTO 79) Cofinanciada, fundada en 1946 14.600 estudiantes • Reportan 248 proyectos de investigación y 50 publicaciones especializadas en 2010 • Invierten 2,5 millones anuales en investigación • Cuenta con 47 por ciento de profesores a tiempo completo con maestría y 10 por ciento con doctorado.


ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DEL LITORAL (PUESTO 101) Pública, fundada en 1958 Reporta entre 60 y 70 publicaciones y más de 50 proyectos de investigación • Siete líneas de investigación en el Parque del Conocimiento Parcon • Ofrecen fondos semilla para proyectos • Reportan 600 profesores con títulos de máster, 200 a tiempo completo y 90 con Ph.D.


UNIVERSIDAD SAN FRANCISCO DE QUITO (PUESTO 144) Privada, fundada en 1995 5.000 estudiantes • Reporta 50 proyectos de investigación al año, 900 publicaciones en los últimos cuatro años, 300 profesores a tiempo completo, 130 docentes con doctorado • Entrega fondos de investigación de entre 3.000 y 5.000 dólares.


La categoría E

Mientras unos trabajan por ascender en los rankings, otros lo hacen para sobrevivir.
El 12 de abril termina el plazo para que las 26 universidades categoría E, que en 2008 contaban con más de 42 mil estudiantes, muestren mejoras suficientes como para permanecer en el sistema de educación superior.


“Sabemos que exigir altos estándares de calidad puede ser conflictivo. Queremos que la sociedad entienda que somos un ente técnico e imparcial y que nuestro actuar estará apegado a la Ley”, invita Guillaume Long, presidente de Ceaaces.


Varias universidades transformaron esta amenaza en oportunidad. A inicios de año, el subsecretario de Educación Superior de la Senescyt, Augusto Espinoza, indicó: “Van a haber dos tipos de universidades.
Las que abandonaron su concepción mercantilista y cuyos patrocinadores van a sacrificar los retornos en virtud de que la universidad se posicione mejor. Y otras en las que los patrocinadores podrían no estar dispuestos a eso”.


Ahí está el mensaje de compromiso de cada institución a sus estudiantes. Por ejemplo, la Universidad Tecnológica Indoamérica invirtió 3,5 millones de dólares en la construcción de un campus de 9.200 metros en el norte de Quito.


Aspiran estar en la categoría A o B, pues estiman mejoras del 70 por ciento en Academia, 58 en Estudiantes, 78 en Investigación y 72 en Gestión. Por el momento tienen cinco laboratorios: biología molecular, hidráulica, neumática, envasado y automatización. También incrementaron la biblioteca.
El Ceaaces visitará cada institución y luego dará un informe.


Para los estudiantes de las universidades cerradas se piensa un plan de contingencia. A futuro se espera que la evaluación se vuelva un proceso constante.


Estrategias del Gobierno

Proyectos Senescyt
» Financia investigación ligada con ejes de desarrollo
» 12 proyectos en ejecución con recursos entregados
» 23 proyectos por articularse
» 57 por ciento corresponde a biodiversidad.
» 15 por ciento corresponde a desarrollo agropecuario y seguridad alimentaria.
» Proceso suspendido hasta que se formen redes nacionales de investigación


Programa Prometeo
» Trae investigadores a institutos de investigación, universidades y entidades públicas.
» Requisitos: doctorado y publicaciones
» 958 postulaciones recibidas, 21 investigadores vinculados
» Áreas de la vida, recursos naturales, producción e innovación, y fomento agropecuario
» Inversión: 41,8 millones hasta 2014


Becas
» Financia maestrías, doctorados y posdoctorados
» 7.621 postulaciones, 1.070 becas adjudicadas: maestrías (66 por ciento) y doctorados (32 por ciento) » Áreas de producción e innovación (46 por ciento) y recursos naturales (26 por ciento)
» Principal destino: España (379 becarios)
» Inversión Convocatoria 2011: más de 80 millones de dólares


Fuente: VISTAZO*

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