martes, 7 de agosto de 2012

Nadie está a Salvo


***SNN





Nadie está a Salvo En lo que va del año 1.200 personas han fallecido en actos delincuenciales violentos en el país.


Y aunque las cifras oficiales hablen de una reducción, el promedio de seis crímenes al día es escalofriante, más cuando un buen porcentaje son crímenes por encargo. Guayas, Manabí, Pichincha, Azuay y Esmeraldas son las provincias más golpeadas.



El 11 de julio los ojos del país se volcaron a Manta. Había muerto en manos de sicarios el presidente de la Junta Cívica de esa ciudad, el también secretario general del Sindicato de Choferes, Lenin Chiriboga. Las balas asesinas, disparadas indiscriminadamente desde una moto, también hirieron de gravedad a su esposa y tienen al borde de la paraplejia a su nieto de cuatro años. Ese puerto manabita y la capital provincial, Portoviejo, se movilizaron en sendas marchas exigiendo protección.

El 14 de julio en la avenida Seis de Diciembre, dentro de un restaurante, no muy lejos de la Fiscalía General del Estado y de un cuartel policial, fue asesinado el exboxeador Jaime “La Bestia” Quiñónez. De 38 años y últimamente dedicado a la organización de espectáculos artísticos, en sus mejores épocas compitió por un título mundial de boxeo.

El 16 de julio en el centro de la parroquia Borbón, provincia de Esmeraldas, fue asesinado el concejal del cantón Eloy Alfaro, Wagner Castillo Ordóñez de 34 años. El político vinculado a la Izquierda Democrática recibió 11 disparos desde una moto. Uno de los criminales fue detenido por la población y también asesinado a golpes.

El mismo día en la otrora apacible Cuenca un incendio alarmó a la ciudadela Tomebamba. Luego de controladas las llamas descubrieron los cuerpos de las hermanas Marcela y Moraima Páramo, de 23 y 21 años de edad. Según el Fiscal que acudió al lugar, había evidencias de haber sido asesinadas antes de la pretendida incineración.

El 24 de julio otra jovencita era asesinada y abandonada en el interior de su vehículo. Era Cinthya Rebutty, una estudiante de Diseño Gráfico de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, de apenas 21 años. A unos cien kilómetros de distancia, en Naranjal, provincia del Guayas, le tocó el turno al presidente de la Junta Cívica de Naranjal, Wilson Valerio Alvarado. Según las investigaciones preliminares el móvil para el crimen sería un conflicto de tierras.

Parece ser una historia de nunca acabar. A la impotencia ciudadana se suma el hecho de que son muy pocos los casos en que se logra identificar a los autores materiales de los crímenes, pero hasta ahora nunca a los autores intelectuales.
No han faltado los casos en que luego de haber sido capturados y presentados por la Policía los supuestos autores, se descubre que ninguno de ellos tuvo participación en el delito, o al menos, no hay pruebas científicas concluyentes que los vinculen con el hecho de sangre.

Alta preocupación pocas evidencias
De la inseguridad se viene hablando desde hace muchísimo tiempo, pero en los últimos tres años se ha mantenido como la primera preocupación de los ecuatorianos, por encima de la falta de empleo y la crisis económica que tradicionalmente han ocupado los primeros lugares.

Uno de los delitos que más preocupa y que para los analistas es el germen del incremento de homicidios es sin duda el narcotráfico. En los últimos meses por casos fortuitos como el accidente de una avioneta o tras investigaciones policiales como el hallazgo de laboratorios clandes tinos de droga, la provincia de Manabí se ha visto involucrada directamente en esta pandemia universal. Uno de los atractivos podrían ser los diversos puertos pesqueros que existen a lo largo del perfil costanero, el más importante, el de Manta.

Para el exalcalde de Manta (1996-2009), Jorge Zambrano, “La droga como genera mucha riqueza debe involucrar a mucha gente. Porque se requiere de mucha gente para las diferentes etapas del negocio –para que se transporte un paquete o para que se lleve el combustible a la lancha rápida– y esto genera una serie de negocios ilícitos colateralmente hablando.
En muchos casos meten ese dinero en otro negocio chueco como es el chulco. El Gobierno combate a los banqueros corruptos, pero también tiene que combatir al chulco que campea sin problemas”.

Y junto al dinero se desata las más bajas pasiones. Los llamados “ajustes de cuentas” no son otra cosa que malos negocios o malos repartos de las utilidades que deja el narcotráfico. También están los casos de ajusticiamiento a personas que deciden abandonar abruptamente la actividad o, peor aún, a individuos que tras haber sido capturados entregaron información que hizo posible el decomiso de algún cargamento de droga.
La otra arista es que el exceso de dinero y la necesidad de legalizarlo en el mercado nacional hacen que varias personas se dediquen a prestarlo a pequeños y medianos comerciantes, son los llamados chulqueros. Éstos luego exigen el pago en efectivo y con altos intereses. Quienes incumplen con los pagos o intentan declararse en rebeldía, son ajusticiados a manera de ejemplo intimidatorio para con los demás deudores.

Todas estas consideraciones son difíciles de probar judicialmente, pero aún sin una investigación forense científica de las evidencias, sobre todo las que se recogen en las primeras 24 horas de ocurrido el hecho. Es muy raro, por ejemplo en el país, que a partir de las huellas dejadas por un casquillo de bala se logre determinar al propietario del arma.
Y más raro aún que se descubra la identidad de los autores materiales con el análisis de las huellas digitales encontradas en el lugar de los hechos. Muchas veces estas evidencias desaparecen también por la acción de los curiosos o de personas de buena voluntad que acuden a prestar ayuda a los heridos.

Impunidad
Las tres cuartas partes de los homicidios contabilizados por la Policía ocurren en cinco provincias: Guayas, Manabí, Pichincha, Esmeraldas y Los Ríos. Y solo en el 10 o 12 por ciento de los casos, alguien recibe sentencia condenatoria.

Para el rector de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manta, Medardo Mora, “Otro factor a considerar en este crecimiento delincuencial es la falta de una administración de justicia confiable, correcta.
Desgraciadamente la administración de justicia ha venido siendo manoseada de manera inaceptable por todo lo que ha significado poder político en los últimos años. Entonces cuando usted tiene una administración de justicia dependiente del poder político, una administración de justicia no confiable, entonces estamos también otorgando una enorme protección al delincuente”.

En eso coincidió el Alcalde de Guayaquil durante su intervención en la sesión solemne por el aniversario de fundación de su ciudad, el 25 de julio. Jaime Nebot reveló que en el proyecto del nuevo Código Penal Integral que se discute en la Asamblea Nacional se establece la posibilidad de fianza para los detenidos por asesinato o por secuestro y seis meses en vez de un año para que caduque la prisión preventiva en los casos de robo y abuso sexual a menores de más de seis años. “Esta apología a la inseguridad está en el proyecto de Ley que debería erradicarla”.

“Hay cuatro delitos que no dejan vivir a los ecuatorianos de toda condición y región: el asesinato, el secuestro, la violación y el robo”, dijo el alcalde Nebot.

A renglón seguido el presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, reconoció que pueden haber errores en el proyecto y aseguró que serán corregidos por los legisladores. Mientras tanto nuestras calles se siguen llenado de sangre, quizá muchos inocentes, en un ambiente donde la percepción es que nadie está a salvo.
La muerte que movilizó a Manta
Lenin Chiriboga (67 años). Manta salió a las calles otra vez para exigir seguridad. El asesinato por presuntos sicarios de Lenin Chiriboga, presidente de la Junta Cívica y del Sindicato de Choferes de Manta, alarmó a la población.
Los disparos fueron en el momento que salía de su casa en su auto, acompañado de su esposa y su nieto de cuatro años, quien podría quedarse parapléjico por la bala que recibió en una de sus vértebras cervicales. Tras este suceso, en Manta se conformó la Asamblea Cantonal para exigir más seguridad.

Chiriboga, quien fue miembro de la Izquierda Democrática, denunció la falsificación de su firma en varios cheques, que reportaban un perjuicio de 70 mil dólares al Sindicato de Choferes de Manta. Este caso se encuentra en investigaciones.
Su abogado, Trajano Andrade, indica que las causas que originaron su muerte son la denuncia por la falsificación de su firma y su trabajo junto a la Policía para reducir la inseguridad. Además indica Andrade, quien fue asambleísta constituyente, que existía un plan de venganza impulsado por las bandas delictivas de Manta en contra de Chiriboga.

La primera marcha que se realizó en Manta fue en 2006. En esa ocasión el Círculo de Periodistas organizó con el fin de que se detengan los secuestros.


 
Otras víctimas de la violencia en el país durante el mes de julio
Por un pedazo de tierra
Wilson Alvarado (49 años).
El presidente de la Junta Cívica Popular de Naranjal, provincia del Guayas, fue asesinado el 24 de julio. Una de las causas de su muerte es los problemas que tenía con uno de sus vecinos en el paso a su finca.


Aunque sus familiares señalan que al ser dirigente de la organización civil se pudo haber ganado algunos enemigos por defender al campesinado. Él asumió la presidencia hace seis meses, tras haber sido veedor de la Junta Parroquial de Jesús María. Se dedicaba a la siembra de cacao y banano. Wilson Alvarado, quien tuvo ocho hijos, concluyó sus estudios en el ciclo básico. Durante 21 años vivió en Venezuela y Estados Unidos. Hace cuatro años regresó a su natal Naranjal.
Golpe bajo al campeón
Jaime ”La Bestia“ Quiñónez (38 años).
Varios disparos acabaron con la vida del boxeador y empresario de espectáculos esmeraldeño en el restaurante Los Arrieros, al norte de Quito. Luego su cuerpo fue movido de la escena del crimen. Eso ocurrió el 14 de julio. Su mayor logro en el cuadrilátero fue su título interamericano de peso completo de la Federación Internacional de Boxeo en 1997. Su última pela fue en octubre de 2009. Su vida no estuvo exenta de problemas. En 2009 fue detenido en Cuenca por supuestamente pertenecer a una banda de extorsionadores. Pero luego de dos semanas salió libre por falta de pruebas. Tenía cuatro hijos.

Periodista investigador
Byron Baldeón (32 años).
El fotoperiodista de sucesos, del diario Impacto y colaborador de Extra, descubrió un contenedor con 432 televisores LED en El Triunfo, provincia del Guayas, que había sido robado en mayo. Tras ese descubrimiento, la Fiscalía inició investigaciones en las que se involucró a seis policías.


Byron Baldeón también fue llamado a declarar en este proceso, pero fue expuesto al no considerarlo testigo protegido. Pero el uno de julio fue asesinado con 17 disparos por dos personas que iban en una motocicleta en el momento que entraba a su casa. Las causas de su muerte siguen en investigaciones, pero su fallecimiento se lo vincula a este caso. Byron Baldeón tenía cuatro hijos.
 
 
 
 
Fuente: REVISTA VISTAZO*

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