jueves, 16 de diciembre de 2010

El puente reactivó el turismo en San Vicente y Bahía

***SNN

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El paso por el viaducto de 1 980 metros de longitud. Entre 1 200 y 1 500 carros semanales cruzan actualmente por el puente del norte de Manabí y el más largo del país.
Manabí | La circulación de vehículos y personas por el puente que une a Bahía de Caráquez con San Vicente no es tan intenso de lunes a jueves.


“El paso de automotores por las mañanas y al mediodía es más fluido”, dijo Manuel Padilla, un conductor de taxi de Bahía. A esa hora se trasladan los estudiantes y comerciantes de una ciudad a la otra. Los fines de semana-explicó el chofer- se incrementa el número de automotores.


Después de un mes de inauguración del puente, de 1 980 metros de longitud, la actividad turística es la gran beneficiada.


Karolin Cedeño, una joven turista de Manta, lo conoció el pasado fin de semana. Prefirió cruzarlo caminando y no en el vehículo familiar. “Se respira aire puro, la vista es espectacular”.


“La obra, de USD 102 millones de inversión -dijo Carlos Mendoza- nos alegra a quienes la habíamos esperado toda una vida”. Mendoza es alcalde del cantón Sucre (Bahía), a 90 minutos de Manta. Después de la multitud que llegó a la inauguración (100 000 personas), el flujo de visitantes oscila entre 3 000 y 5 000 semanales”, dijo Mendoza.


Pedro Mosquera, coronel del Cuerpo de Ingenieros del Ejército (CIE), al frente de la construcción, informó que ahora pasan entre 1200 y 1 500 vehículos semanales; los trabajadores del CIE hacen el conteo diario. En cada automotor viajan mínimo cinco personas. En la gabarra cruzaban entre 600 y 700 semanales.


Pero el transporte de personas aún se realiza en 15 lanchas, porque no hay buses y los taxis cobran por la carrera entre USD 2 y 2,50 . Una embarcación con 25 personas sale cada cinco minutos. Ellas pagan 30 centavos por el viaje.


“Mientras eso sucede nosotros seguiremos navegando por el estuario”, dijo Juan Andrade, un trabajador de una embarcación.


La reactivación del turismo y de sectores como el inmobiliario y camaronero se siente.


En los hoteles, hay un aumento de 20 a 60% en la ocupación. Agustín Zambrano, del hotel Italia, contó que entre fines de noviembre y principios de diciembre, en los últimos cinco años, tenían máximo tres de las 20 habitaciones ocupadas. “Este año todos los cuartos se llenaron y las reservaciones hasta fin de año están al tope”. Miguel Ángel Viteri, propietario del hotel La Herradura, dijo que después de 42 años en este negocio , el puente ayuda mucho para que los turistas accedan con facilidad. Albertina Arteaga, de las cabañas Alcatraz en San Vicente, expresó: “Para Navidad y fin de año estamos llenos, antes no sucedía esto”.


Para garantizar la seguridad en la vía en el tramo Pedernales-Jama-San Vicente, el alcalde de Jama, Alex Cevallos, trabaja en un proyecto de señalización en la vía y promoción turística.


En San Vicente los turistas van de paso. Les gusta servirse platos de mariscos y luego se hospedan en Bahía. Manuel Cedeño, un comerciante de ropa, contó que “los turistas llegan, consumen y siguen su camino, eso es bueno para nosotros. Ahora vendo hasta USD 80 en mercadería los fines de semana, antes apenas USD 20”.


Los sábados y domingos los habitantes de Chone, Tosagua, Rocafuerte, Portoviejo, Manta, Pedernales y Montecristi visitan la zona norte de Manabí. “Antes era complicado ir a San Andrés de Canoa, la playa para el surf y el parapente, alas delta y la rumba”, explicó Gerardo Muñoz, un universitario de Manta. Él, junto con cuatro amigos, camina por la ciclovía. Desde allí se ve a los pescadores de larvas de camarón y peces de agua dulce como la tilapia.


La inversión en el sector inmobiliario también se reactivó. Julio Rivadeneira, quien administra cuatro de los 37 edificios de apartamentos para vacacionistas en Bahía, dijo que se construye un edificio de siete pisos. Dos más se edificarán en febrero.


Antes de la construcción del puente no se vendía un solo apartamento. Ahora hay interesados en comprar y la plusvalía subió. Antes costaban USD 80 000 y hoy pasan los USD 100 000.


Punto de vista Eduardo Rodríguez


‘El camaronero se beneficia’
Desde que empezó la circulación por el puente, los camiones frigoríficos cargados de camarón salen directo a las empacadoras en Pedernales, Bahía y Manta. La pesca de camarón puede realizarse por las noches o madrugadas. Antes con el producto, ya en los camiones, había que esperar que amaneciera para el turno en la gabarra. Allí se consumían entre 8 y 10 horas. Eso provocaba que la calidad del crustáceo disminuyera. Ahora hemos ganado en calidad por lo menos 15%. El camarón ya no se deshidrata y eso es mucho al vender el producto. El viaducto también trae beneficios por la seguridad que ofrece a los conductores y al producto.

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