PEDERNALES, Manabí. Miguel Napa, de 96 años, y Carmen Zambrano, de 94, en las sillas que se les ubicaron para su boda. La novia, vistiendo un largo traje blanco con un velo cubriéndole parte de su cano cabello y sin soltar un clavel, también blanco, que llevaba en la mano derecha, caminaba hacia el altar a paso lento, sostenida a cada lado por dos familiares, donde la esperaba el amor de su vida y ahora novio.
Miguel Antonio Napa Piloso, de 96 años, y Carmen Elizabeth Zambrano Mera, de 94, llegaron la tarde del pasado viernes a la iglesia María Auxiliadora, de Pedernales, para concretar su boda eclesiástica, luego de que hace 69 años, en 1944, se unieron en matrimonio civil.
La pareja reside en Pedernales, ha procreado ocho hijos, de los cuales hay 56 nietos, 96 bisnietos y 15 tataranietos.
“Hemos vivido 69 años casados por el civil, pero él me prometió matrimonio por la Iglesia y tenía que cumplir. Hoy doy gracias a Dios por haber recibido esta bendición y a todos los santos.
Este ejemplo le dejamos a nuestros hijos, nietos y a toda la generación”, expresa emotiva la novia.
“Nos dedicamos a criar a nuestros hijos con la línea de la honradez y el amor que nos tenemos; asimismo, diariamente nos hemos dedicado al trabajo sacrificado, con la finalidad de que ellos sean en la actualidad nuestra carta de presentación”, expresa emotivo el novio.
Ramón, uno de los hijos de esta pareja, detalla que sus padres se dedicaban a la agricultura, y sus hermanos y familiares se sienten orgullosos de que hayan decidido casarse mediante la religión católica, luego de décadas de unión.
Fuente: EL UNIVERSO
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