jueves, 12 de diciembre de 2013

¡Ajáaaa...!, los payasos exigen que se respete su profesión

***SNN




¡Ajáaaa...!, los payasos exigen que se respete su profesiónQuienes ejercen la actividad dicen no más tachos de basura con cabeza de su personaje



Entre risas y pintándose el rostro con colores vivos, los payasos se preparaban el pasado martes para celebrar su día internacional. Carlos Pozo, más conocido como Troncosito, uno de los más antiguos del gremio, era el más alegre.



Con 47 años de trayectoria artística, Troncosito se esmeraba por realzar su profesión. En serio y en broma también expresaban ese deseo sus colegas Pimpolín, Pekitas, Tonelada, Coquetita y Pinky.



“Ser payaso es llevar alegría a niños y grandes. Hay que sacarles el estrés que tienen por las situaciones tanto familiares como domésticas. 



Uno trata de darle una recreación a la otra persona”, dijo Pozo, quien es fundador de la Asociación de Artistas Profesionales del Guayas, Asociación de Payasos del Guayas y la Confraternidad de Payasos y afines de Guayas.



Por las calles del Guasmo sur y en un singular vehículo conocido com gusanito, cerca de treinta payasos arrancaban risas de niños y adultos que estaban cerca del parque Stella Maris. Allí se preparó un espectáculo artístico para los moradores del sector.



Pese a no llevar un disfraz, Carlos Mera no quiso perder la oportunidad de saludar y disfrutar con sus compañeros. Él también es payaso y lleva 45 años en este oficio.



“A nivel nacional somos casi mil payasos. Aquí, la mayoría somos de descendencia de circo”, dijo Mera, quien en el mundo artístico se llama Taz Taz.



Durante la celebración, cada uno destacó la urgencia de crear una academia de payasos, pero todos reconocieron que debían organizarse mejor e insistían en que su trabajo debería ser valorado y recompensado.



“El oficio ha bajado por la competencia y por la situación económica, que se ha puesto un poco dura. Para que un cliente organice una fiesta debe pensar diez veces en los gastos”, indicó Troncosito.



Luis Farez, representante de la provincia de Tungurahua y conocido como Cheverito, refirió que estas actividades permiten continuar con la lucha para un buen trato. “Nuestro fin es pelear por el payaso, para que se acabe de utilizar esa palabra para insultar. 



Estamos peleando para decir basta a los dueños de restaurantes y cafeterías que tienen en la entrada un basurero con la imagen de un payaso”, manifestó.



Hay payasos que son magísteres y estudian. No solamente el payaso vende caramelos en los buses. Hay colegas trabajando en bancos, son policías y hasta bomberos”.
Armando López, payaso



Fuente: EL UNIVERSO



No hay comentarios:

Publicar un comentario