martes, 3 de diciembre de 2013

Cigüeña vuela a 5 lugares

***SNN



La maternidad de la Junta impone una marca sobre nacimientos - Pero en la ciudad hay otros 4 lugares en los que también se producen alumbramientos


En una de las áreas del hospital Gineco-Obstétrico Enrique C. Sotomayor se lee en grandes números que en ese lugar y a lo largo de 65 años se presentaron un millón seiscientos mil nacimientos.


A la distancia, en pleno corazón del Suburbio Oeste, Eduardo Rivas, de la maternidad Marianita de Jesús, se acomoda detrás del escritorio de la dirección para precisar que en aquel centro de salud, que fuera fundado como un sencillo dispensario de barrio, se atendieron 250.000 partos a lo largo de 42 años.


Ambos hospitales conforman ese escenario en el cual cada día nacen hasta 116 nuevos guayaquileños.


Casi la mitad de estos (hay un porcentaje no precisado de nacimientos en clínicas), sucede precisamente en ese lugar ubicado en la parroquia Bolívar, regentada por la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG) y que inició sus labores de partos un determinado martes de septiembre de 1948.


Era una época donde tenían más trabajo las parteras de barrio y los médicos de familia, quienes realizaban sus asistencias en las casas de las mismas parturientas.


Uno de estos ginecólogos que toda su vida profesional ha atendido en su clínica particular, es el doctor Fernando Noboa Bejarano, quien aduce que solo él ha traído al mundo a más de 8.000 niños.


Fue la maternidad Sotomayor la primera en abrir sus puertas. Luego llegó la Santa Marianita, en la parroquia Febres-Cordero. Siguió la del Guasmo, donde en algún momento de sus 25 años de servicio, eran más los que se iban trágicamente de este mundo, por heridas de balas y de cuchillo, que los que nacían.


Esa maternidad era el centro de salud más cercano en un barrio en el que las pandillas se enfrentaban cada noche y la delincuencia campeaba. La zona era una de las más peligrosas.


Paralelamente, los guayaquileños también nacen en hospitales como el Teodoro Maldonado Carbo (IESS), en el que se atiende a las madres aseguradas por sus patronos; y, en el Abel Gilbert Pontón, que atiende los partos emergentes en el Suburbio Oeste.


"Es cierto que para los guayaquileños la Sotomayor ha sido la preferida, pero hemos logrado reacondicionar esa costumbre. Ahora mismo atendemos hasta 20 partos por día", dice Enrique Dick Villavicencio, uno de los médicos de la maternidad Matilde Hidalgo de Procel (Guasmo).


"Prefiero la maternidad Sotomayor porque ahí nací yo, nacieron mis hermanos y hasta mis padres", dice Eloísa Vásquez, una futura madre de 20 años, quien hace una semana esperaba turno en la consulta externa del hospital regentado por la JBG.


Manuel Zúñiga Calle es uno de los ginecólogos históricos de esta maternidad, quien a lo largo de 47 años ha transitado incansablemente por los pasillos internos, de una sala a la otra, mientras atendía el alumbramiento de más de mil niños.


La cultura de las madres de los suburbios también incidía a la hora de buscar el lugar en el que deseaban que sus hijos llegaran al mundo. Muchas tuvieron a sus hijos en casa. Ayudadas por mujeres como Rosa Jama Mina. 


Hoy anda por los 60 años, pero en su momento, su casa en la cooperativa Los Ángeles (Isla Trinitaria), fue como una sucursal de la maternidad.


Pero las matronas han quedado relegadas. El mejoramiento de los servicios y de las vías de acceso, permitió que las madres de los Guasmos y del Suburbio busquen los centros especializados de sus sectores, para que sin ir más lejos, en estos sitios arriben al mundo sus hijos.


Los pasillos remodelados de la Maternidad del Guasmo, como se la conoce popularmente, aparecen en estos días poblados de madres con niños recién nacidos en brazos y de futuras progenitoras. 


Esperan turnos para una consulta.

Algo similar sucede en el Suburbio Oeste. "La atención y la infraestructura ha mejorado mucho en los últimos tres o cuatro años", reconoce Rivas, director de esta maternidad, quien cree que esas readecuaciones marcaron la diferencia.


Además del hecho de que el servicio en los centros de salud del Estado es ahora gratuito. "Antes, se daba lo que se conocía como atención autofinanciada, en la que los usuarios pagaban por la consulta y por los medicamentos".


En todo caso, los guayaquileños tienen una especie de mapa genético urbano en estos sitios, en donde cada hora hay hasta cinco nacimientos.



Fuente: EL EXPRESO



No hay comentarios:

Publicar un comentario