miércoles, 8 de febrero de 2012

Dos casas y una estructura afectadas en Quinindé tras sismo de 5,6

***SNN


El Comité de Operaciones Emergentes de Quinindé (Esmeraldas) se activó esta mañana, luego del temblor que se registró alrededor de las 05:54.


El Instituto Geofísico de la Politécnica Nacional confirmó que el remezón se registró a 35,5 kilómetros de esa ciudad. Fue de magnitud 5,6, aunque inicialmente el reporte fue de 5,3. Se produjo a 5 kilómetros de profundidad.


Las autoridades locales iniciaron un recorrido por los barrios con alto riesgo a deslizamiento, para evaluar los daños.


Hasta las 09:00 se registraron dos viviendas cuarteadas en el sector El Paraíso. Además, reportaron una estructura en la que funcionaban baños públicos semidestruida. “En el transcurso del día iremos actualizando la información”, dijo Dolores Villegas, jefa de la sala situacional del Municipio de Quinindé.


“El epicentro fue en una parroquia que se llama Malimpia. La cabecera está a 20 minutos de Quinindé. Aún no hemos podido llegar a la zona para evaluar la situación”, agregó.


Según un reporte del Instituto Oceanográfico de la Armada, publicado pasadas las 07:00 de hoy, el sismo "no reunió suficientes parámetros para la generación de un tsunami en las costas ecuatorianas".


Varias localidades del país sintieron el sismo

El temblor también se presentó con fuerza en Quito, Santo Domingo y en algunos sitios en Imbabura. En Guayas y en Manabí igualmente fue sentido.


Sin daños reportados en la Sierra Centro

El sismo no ocasionó daños materiales ni heridos en la Sierra centro. En Ambato, el remezón asustó a la población que en ese momento se levantaba para enviar a los estudiantes a sus establecimientos.


Como es común en esta urbe, muchas personas relacionaron el evento con el volcán Tungurahua, pero los técnicos del Instituto Geofísico descartaron una vínculo con el proceso eruptivo del coloso. Llueve fuerte sobre la zona y hay riesgo de deslaves en las zonas próximas al macizo especialmente en la vía Baños-Penipe.


Fuente: EL COMERCIO*

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