Los habitantes de la parroquia Cotaló, cantón Pelileo, amanecieron hoy con la preocupación por la caída de considerable cantidad de ceniza del volcán Tungurahua, que desde la tarde del domingo aumentó de manera súbita su actividad.
Un manto blanco cubre los techos, carreteras, pastos y plantaciones agrícolas de la parroquia, situación que la confirmó el presidente de la Junta Parroquial y el Comité de Operaciones Emergentes (COE), Juan Martínez, al señalar que casi todas las comunidades están afectadas por la caída de la ceniza.
La circulación de los vehículos y la fuerza del viento hace que el polvo volcánico vuele por el ambiente. “Eso causa enfermedades como tos y gripe, especialmente en los niños”, dijo Estefanía Centeno, al tiempo de advertir que en los doce años que lleva del proceso eruptivo el volcán, cada vez que hay la reactivación poblaciones como Cotaló son las más afectadas.
Por esa razón, los agricultores son los más preocupados al señalar que el pasto contaminado con la ceniza les hace daño a los animales cuando comen, por lo que prefieren darles melaza con agua para evitar que se enfermen, aunque esperan que las autoridades del Ministerio de Agricultura se hagan presentes con alimento, dijo Zoila Mariño.
Martha Hernández comentó que se perderán las matas de claudia que estaban bien cargadas, al explicar que la ceniza quema el fruto. “Si madura será sólo para el consumo de nosotros porque ya no vale para la venta en los mercados”, agregó.
Fuente: EL UNIVERSO*
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