martes, 16 de agosto de 2011

Se advirtió producción ilegal de licor, pero el control llegó tarde

***SNN



AMBATO, Tungurahua. En industrias licoreras como la fábrica Don Guido se paralizó la producción ante los casos de intoxicados.


Días después de que en la provincia de Los Ríos empezara (a medidos de julio) la alarma por la muerte de personas intoxicadas por el consumo de licor adulterado con metanol, en las de Tungurahua, Cotopaxi, Pichincha, Azuay, Manabí y Guayas, también se presentaron los primeros casos.


El consumo de trago mezclado con metanol deja en el país 35 fallecidos, según el último reporte del Ministerio de Salud Pública (MSP) del 10 de agosto, y 44 de acuerdo con los 6 decesos confirmados por autoridades locales en las provincias de Napo y de otros 3 en Tungurahua. La mayoría de muertes, 20, ocurrió en Los Ríos.


El gobernador de Tungurahua, Alexis Sánchez, señaló el pasado 9 de agosto que desde mediados de julio, son 12 los fallecidos en la provincia por consumo de licor con metanol. El MSP reporta 9.


A diferencia de Los Ríos, donde según autoridades de salud bebieron trago conocido como Puntas, en Tungurahua una parte de los intoxicados habría ingerido vino Tentador, cuya fábrica no tenía los permisos y fue clausurada el 18 de julio en la parroquia Augusto Nicolás Martínez, al noroccidente de Ambato. En el lugar se decomisaron alrededor de 324 cajas con el producto.


Otro grupo falleció por la ingesta del licor conocido como Papelito, cuyas presentaciones más conocidas son lima-limón y lima-limero y su fabricación clandestina se localizó el pasado 27 de julio junto a una curtiembre, en el barrio El Floresta, cerca de la parroquia Picaihua, al oriente de Ambato.


Violeta Santana, gerenta de Organización - Comercial - Industrial Don Guido S.A., afirmó que hace 3 años informó a las autoridades de salud sobre la producción informal de bebidas alcohólicas. “Les advertimos que esto sería una bomba de tiempo y resultó. Cuando ya hay los muertos, cuando asoman los problemas grandes, ponen atención”, señaló.


Dijo que presentó la queja al director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx Carrasco. “Le indicamos la cantidad de vinos que se producen sin registro sanitario y sin normas básicas porque ni siquiera utilizan agua apta y tampoco tienen tecnología o un buenos filtros y por eso sucedió esto (las intoxicaciones)”.


Recordó también que hace unos 3 meses que llegó la ministra de la Producción, Nathaly Celi, a la Cámara de Industrias de Tungurahua, en una reunión le comentó que la industria licorera estaba al borde de la quiebra por la falta de control a la informalidad.


“De la noche a la mañana surgen 5, 6, 10 marcas nuevas sin registro sanitario. Antes no podían hacer nada y ahora sí han podido controlar. Es una guerra avisada que al final reventó, porque algunos productos se hacen en sitios antihigiénicos, con dos tanques de plástico y siguen llenando los envases”, dijo y calculó que en Tungurahua hay más de 20 de este tipo de locales clandestinos.


Al respecto, el director de Salud de Tungurahua, Enrique Lana, dijo que no emitiría declaraciones a EL UNIVERSO y tampoco facilitó la estadística de las fábricas o locales que en la provincia se dedican a la elaboración de bebidas. No obstante, la comisaria de Salud, Miriam Mejía, afirmó que los controles han sido constantes y dijo que en el área de Vigilancia y Control Sanitario hay 19 inspectores, pero lamentó que en la Comisaría no haya ninguno.


Fueron los inspectores quienes localizaron y clausuraron el pasado 27 de julio, en Picaihua, el galpón donde se producía de forma clandestina el licor adulterado Papelito, sitio del que muchos, como el teniente político Darío Palate Morales, afirmaron desconocer.


No obstante, Palate advirtió que todos en la parroquia conocían a Jaime Enrique Ponce, según el registro de la Dirección Provincial de Salud, representante legal de la fábrica clandestina, como comerciante de cuero. Dijo que el lugar funcionaba hace uno o dos años y se supo de su existencia por denuncias de líderes del sector.


Según la comisaria de Salud de Tungurahua, se constató que la fábrica utilizaba equipos e instrumentos muy precarios, aunque estaban prácticamente desmantelados. También se halló un tanque donde se lavaban las botellas vacías, así como recipientes de licores, etiquetas falsificadas, jabas de botellas de otros licores, tapas de licor Zhumir, canecas vacías y siete cajas de lima-limero.


En duda vinos Tentador y San Francisco


El pasado 5 de agosto el fiscal de Tungurahua, Fernando Cabrera, dijo que los resultados del laboratorio de la Universidad Técnica de Ambato señalaban que quienes consumieron vino Tentador murieron por la ingesta excesiva de licor.


Sin embargo, en muestras de sangre de los fallecidos y en la bebida se halló metanol, según conclusiones del Instituto Izquieta Pérez. Ángel Ocampo, agente fiscal, dijo que los peritos determinarán si ese químico fue la causa de su muerte.


Mientras, el pasado 9 de agosto la Comisaría de Salud clausuró la fábrica Profrancis S.A. que produce vinos San Francisco en el cantón Patate, “como medida de prevención de la salud en primera instancia”, pero días antes el ministro del ramo dijo en Ambato que esta bebida causó la intoxicación en Napo. Rosario Céliz, representante de la fábrica, aseguró que nunca pondría en riesgo su trayectoria de 52 años.

Fuente: EL UNIVERSO*



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