miércoles, 30 de octubre de 2013

Los empleados quieren comprar La Clementina

***SNN





El director regional del Litoral Sur del SRI, Juan Miguel Avilés (d), en la hacienda La Clementina el lunes pasado


Para participar en el remate el dinero lo obtendrían de la banca


"Hemos hecho una propuesta al Servicio de Rentas Internas (SRI) para participar en el remate de la hacienda La Clementina", dijo Ruth Garcés, asesora legal de la Asociación Sindical de la Compañía Agrícola Bananera La Clementina.


La intención de los empleados de participar en la compra del bien embargado fue ratificada el lunes pasado, en una reunión que los trabajadores tuvieron con el director regional del Litoral del Sur del SRI, Juan Miguel Avilés.


La abogada agregó que el dinero para participar en el remate sería proporcionado por la banca pública y que está en proceso el estudio del crédito.


En la hacienda existen tres asociaciones de trabajadores y para comprar el bien embargado es necesario que se unan. La empresa agrícola tiene alrededor de 1.800 trabajadores. 


La hacienda está valuada en más 118 millones de dólares. Según el SRI, para ser postulante requieren las dos terceras partes del precio. "Es justo que la fuerza de trabajo que ha hecho producir estas tierras quede como dueña", indicó Garcés.


El remate no se dio ayer, como inicialmente se había anunciado, se postergó para el miércoles 4 de diciembre. Avilés dijo que en este tiempo el Ministerio del Ambiente estudiará el impacto ecológico del bosque Samama, que está dentro de la hacienda, y los interesados, en comprar la empresa agrícola, podrán estudiar mejor su postura. Agregó que la compañía tiene un crecimiento anual de un 25 % y que se está trabajando normalmente.


"La bananera sigue produciendo y exportando, solo que ahora es a través de una nueva empresa, Coragrofrut", manifestó Carlos Ordeñana, depositario judicial de la hacienda La Clementina.


La venta de la fruta al exterior antes estaba a cargo de una empresa, que según las autoridades de control pertenece al grupo Noboa, Truisfruit.


El ambiente laboral no está tenso, los trabajadores confían en que podrán participar en la compra de la hacienda y en caso de que otra persona sea la nueva dueña se sienten protegidos por el Código del Trabajo y están seguros de contar con el apoyo de las autoridades.



Fuente: DIARIO EXPRESO



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