***SNN
Por: Alfredo Vera
arq1vera@andinanet.net
La ancestral frase bíblica clamando porque los humanos se amen los unos a los otros, los implacables gendarmes del imperio y sus poderosos aliados la han trocado, dando un ejemplo nefasto y perverso, inversamente proporcional a los niveles de evolución y desarrollo científico y tecnológico, puesto que la mayoría abrumadora de Estados o naciones en que se descompone el globo terráqueo, estamos incapacitados o discapacitados para ejercer el espionaje como lo hacen los señores del imperio.
El asunto grave es que no perdonan a nadie, ni a sus propios ciudadanos y para justificarse respaldan su injuriosa conducta y argumentan que se están defendiendo de maquinaciones terroristas.
Nadie se explica, menos las víctimas del espionaje, bajo qué argumento es que violan su intimidad como si fueran presuntos delincuentes del terror.
Según reportan las noticias que publicó EL TELÉGRAFO, 35 líderes del mundo han permanecido bajo control de los espías que se habrán solazado conociendo lo que dicen, lo que piensan, lo que hacen y reportando a sus jefes hasta llegar donde Obama, lo que les da su gana.
No se diga el resto de mortales de la humanidad entera que pudieran ser del interés de alguno de esos espías malandrines.
El colmo de la impudicia que se revela en este hallazgo es haber incluido entre sus víctimas a los principales aliados que secundaron, por acción u omisión, en calidad de cómplices y encubridores, todas sus fechorías que incluyen bombardeos, invasiones, bloqueos, asesinatos, sabotajes, entrega de armas para desestabilizar regímenes, etc. etc.: Con esa clase de amigos, los enemigos no cuentan.
Recordemos la farsa y el engaño del embuste que se utilizó para destruir Irak aduciendo que allí habían armas químicas que jamás aparecieron y nadie puede negar que Siria está hundida en un conflicto de guerra civil con armas de grueso calibre que entregaron a mercenarios los mismos que hoy están envueltos en esta vergonzosa operación del espionaje colectivo.
Ya se supo que las grandes potencias europeas, en menor escala, han estado intentando seguir el mismo camino de espiar a todos, pidiendo que les den números telefónicos de personalidades, porque así es como el capitalismo maneja su política internacional bélica y despreciativa de la dignidad humana y de la paz.
Los países de América Latina seremos carne de cañón y tratados como estropajos si carecemos de unidad para enfrentar a esos colosos.
Ahora se comprenden las razones por las cuales el imperio movió cielo y tierra para cazar a Snowden y condenarlo a muerte con cortes de hoja de afeitar.--
Fuente: EL TELÉGRAFO
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